empieza la tormenta

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Dos días después de que alex y yo nos besáramos decidí ir al instituto, no había notado nada extraño así que decidí seguir mi vida normal

Al llegar al instituto alex estaba en la entrada esperándome, me dio un beso y entramos a clases.

Al cabo de unos meses se había convertido en mi novio y mi mejor amigo, mis calificaciones iban bien y por primera vez en mucho tiempo me sentía seguro

Hoy no había instituto así que decidí salir a trotar, eran alrededor de las 7:30am, trote un par de calles' y note algo extraño, estaba de nuevo en la calle donde se ubica mi casa, eso me preocupo pero no le di mucha importancia, al cabo de un rato de estar trotando nuevamente volví al punto de inicio, ahora si estaba preocupado, corrí con desesperación pero todos los caminos daban nuevamente a mi casa, intente llegar a la casa de alex y lo conseguí, pero cuando entré no era la casa de alex... Era la mía!

-que es esto? -dije al aire sin esperar respuestas pero me respondieron-

Una voz de alguna parte de mi casa hablaba, era una voz fuerte, clara y femenina, era la voz de una mujer...

-esto querido es un hechizo de ilusión, ahora eres mi marioneta.

-que? Como haces esto? -intente salir de la casa pero volvía a entrar, todo era raro y confuso- quien eres?

-soy hecate, reyna y señora de la brujería africana, es todo un placer...

-eso explica como pudiste hechizarme, pero no explica porque a mi, que quieres?

-verás niño, soy descendiente directa de ogba isler, la primera Suprema en pisar la tierra, hace muchos años al ella morir nació la Suprema en un pequeño aquelarre de brujas, esas brujas eran las osborne, nuestro aquelarre los recibió, apoyo y veneró por mucho tiempo, antes de morir la Suprema, las osborne hicieron un hechizo para que las supremas pudieran nacer sólo en su aquelarre, dejando así al nuestro desprotegido, mi aquelarre protestó y ellas mataron a casi todas las brujas isler, la única línea de sangre que quedó fue la de ogba isler, y así fueron procesándose hasta mi nacimiento, al crecer y comprender lo que tu gente le hizo a la mía juré matar a cada Suprema que nazca en su aquelarre por siempre, ya que soy inmortal...

-y que tengo que ver yo en todo eso

-tu madre fue la última Suprema, la asesiné a ella y a tu padre al intentar salvarla, ahora tu eres el nuevo Supremo, mi deber es eliminarte...

En un segundo deje de escuchar la voz, y vi a una mujer parada frente a mi, era de tez oscura y ojos negros, cabello largo casi llegando e sus rodillas y muy bien peinado, parecía una diosa; en un parpadeo deje de verla, y todo parecía normal, aunque había un silencio extraño, intente sentarme pero caí al suelo, me di cuenta de que todo era una ilusión, otra ves estaba en mi mente...

-por favor, no tengo culpa de lo que mi aquelarre le haya hecho al tuyo...

-jajaja -una risa irónica resonó en mi mente- tienes culpa de eso y más...

Mi mente empezó a nublarse, de repente todo eran pesadillas, estaba atrapado viendo las cosas más horribles que he vivido, estaba allí, obligado a revivir cada pesadilla en la que había estado.

-me canse! -dije con firmeza-

-y que harás Supremo osborne?..

la luz en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora