Llego el día de mi cumpleaños, por fin iba a cumplir 15 años, mis XV primaveras como muchos dicen.
Estaba muy contenta y como a todos me ilusionaba una gran fiesta, pero también pensaba en que una fiesta es una fuente de críticas como: el vestido tuvo esto que no me gusto, la comida estaba de una forma que no me gusta, la bebida no me gustó, el pastel es de los que no me gustan y muchas cosas más, por eso yo no les pedí fiesta pero mis tíos decidieron hacer un almuerzo con mis amigas.
Mi padre y mi madre no llegaron, pero no los culpo sé que ellos trabajan mucho; bueno al menos a mi madre no la culpo.
Llegado el día de la graduación invite a mi papá para que llegara porque quería que al menos uno de mis padres estuviera conmigo porque mi mamá no podría por qué trabaja.
Cuando ya había empezado el acto pensé que no llegaría, y luego apareció.
Estaba sentado hasta atras con unos sus amigos.
Cuando tenía que pasar a recibir mi diploma y esperaba a mi tía para que pasara conmigo, me topé con la sorpresa de que mi papá iba a pasar.
Me sentí muy contenta aunque sabía que el lo hacía porque mi tía le había pedido el favor, no porque él quisiera hacerlo.
El siguiente año me tocaba elegir una carrera y un nuevo colegio, lo malo fue que el colegio que eligieron para mí era uno donde no quería estudiar.
No podía renegar ni decir nada, una de mis maestras me conoce porque conoce a mi papá.
Empecé a hacer amigas en el nuevo colegio, sin embargo no se comparan con mis amigas que aunque ya no estábamos juntas seguíamos teniendo la misma relación que teníamos siempre.
Un día fui a visitar a la maestra que me conocía y me presento a su esposo y el esposo muy contento por haberme conocido me dijo:
-Recuerdo el día en que naciste, y recuerdo que antes de que nacieras yo aconsejaba a tu papá y le decía que te tenía que querer, porque él no te quería, el no quería una hija, por eso dejó a tu mamá, pero yo le dije que tenía que quererte porque llevabas su sangre y si no quería una hija no se hubiera metido con tu mamá.
Allí entendí todo, me quedé petrificada, no podía hablar, lo único que quería hacer era llorar, pero no podía; mi mundo se derrumbó por completo.Lo único que yo siempre anhelaba de regalo de cumpleaños o de navidad era el amor de mi padre y cuando supe eso me di cuenta que no importaba cuanto deseara que mi padre me quisiera nunca lo iba a conseguir.
Toda mi vida he pasado esmerándome en sacar buenas notas, en ser la mejor para que mi padre me quiera más con el no se puede, el amor no se puede comprar ni se puede exigir.
Todos los logros que había obtenido habían sido para que mi padre se sintiera orgulloso de mi, más nunca habrá un logro que lo haga quererme.
A todas las personas su padre les ha dicho al menos una vez que las quiere, más conmigo no es así, me ha abrazado pero lo hace sin amor.
Nadie me creería si les digo que nunca he escuchado por parte de mi papá:"Hija, te amo" "Estoy orgulloso de ser ti" "Me siento muy contento por ser tu padre". O cualquier expresión que les digan los padres a sus hijos (as).
Así concluye mi historia, pero igual no dejaré que la falta de amor por mi padre me detenga, aún quiero conseguir alguna ve la aprobación de mi padre.
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La Vida De Una Adolescente (Editando)
Historia CortaUna corta historia sobre una adolescente que en su corta vida había visto tanto dolor, ya no quería continuar pero había algo que la hacia seguir, que le daba fuerza para continuar...