Pequeña Hazel

Uno✔

Uno, dos y tres. La pesadilla otra vez
Cuatro, cinco y seis. Él vuelve a aparecer
Siete, ocho, nueve y diez. Nunca murió, sólo se fue.

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Caminaba por las calles de Pacific Grove, California observando cada una de las casas que se cruzaban por mi camino. Cada una de ellas tenía una peculiaridad distinta, diferentes tamaños y colores que hasta llegaban a ser tan chillones y exagerados que daba un poco de curiosidad saber que alguien tenía el valor de vivir ahí. Algunas eran tan antiguas que hasta le daban un toque tétrico al pueblo.
En fin, tanto las casas como los muelles eran el centro de atracción turístico de Pacific Grove. En especial una, la gran mansión de los De la Fontaine. Una renombrada y millonaria familia encabezada por Andrew De la Fontaine, un importante Senador, esposo y padre de una numerosa familia.
Los De la Fontaine eran conocidos por su inagotable amabilidad, en simples palabras, eran la familia perfecta ante el ojo de los demás habitantes de Pacific Grove.
Pero estaban tan equivocados, no eran lo que todos creían. Dentro de la gran mansión De la Fontaine todo se caía a pedazos y poco a poco todo saldría a la luz.

Qué como se todo esto?
Simple, porque yo soy parte de todo esto, yo se lo que sucede tras esos muros. Soy Hazel De la Fontaine, la menor y consentida de cinco hermanos.
Pensaran que ser parte de una renombrada familia no es nada sencillo, pero la verdad que sólo debía sonreír y saludar a todo el mundo.

En fin, seguí caminando un poco más hasta llegar a casa. La brisa con olor a mar me golpeó suavemente el rostro, cerré mis ojos y inhale su aroma, una pequeña sonrisa se dibujó en mis labios. Segundos después estaba en la entrada de la mansión, entre dirigiéndome a la sala, donde se encontraba mi madre leyendo el periódico.- Hola cariño, donde estuviste?- Pregunto dedicándome una sonrisa maternal.
.-Salí a tomar un poco de aire, el estar tantos días encerrada me estaba volviendo loca. - Asintió y volvió a fijar la mirada en el periódico.
.-Emma me pidio que te dijera que necesitaba tu ayuda con algo, te espera en su habitación. Camine escaleras arriba y luego hasta donde se encontraba mi hermana. Toque una vez la puerta y Emma tomo mi brazo con fuerza para posicionarnos dentro de su respectiva habitación.- Pequeña hezel, hace horas que espero por ti. Note una pizca de preocupación en su voz.- Él a vuelto, esta en el pueblo.
El pasado se hizo presente una vez más ante mis ojos. Los fantasmas revivieron y estan aquí para atormentarme una y otra vez como sucedió hace años.
.-Es..so es imposible. Negue con una sonrisa incrédula en mi rostro.- Nosotros lo...

.-Lo vi Hazel, es él. Caí rendida en la cama, tomé mi cabeza entre mis manos y frote mis cienes.- Que haremos? Papá y mamá no pueden enterarse de esto.

.-Tranquila, respira profundo. Voy a solucionar esto. Y no mentía, porque iba a hacerlo como lo hice aquella vez.

.-Quizá eres la más pequeña, pero también la más valiente y astuta de los cinco. Le dediqué una pequeña sonrisa. Luego me levanté y bese su frente.

.-Tengo que avisarle a los demás. Salí de su habitación.

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