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Rose... 

¿Por qué no dejas de perturbar mi mente?

¿Cómo logras entrar en mi mente y luego no irte?

Haces que me vuelva loco, loco por ti cariño. Sólo por ti. 

Después de todo siempre ha sido así ¿no?, pero aún no logro entender del todo, ¿por qué eres la única que logra que sienta estos sentimientos fuertes? 

Mi vida es monótona y aburrida, pero cuando llegas tu, haces que todo eso se vaya a la basura y traes contigo una montaña rusa de sentimientos.

Nadie sabe lo que siento y a nadie le interesa, después de todo ¿A quién le importa un chico anti-social, frío y sin sentimientos?, lo que nadie sabe es el porque, porque soy así. No siempre fue así.

Yo era un chico ingenuo, no sabía nada sobre la Tierra y ni de los que vivían en ella, yo quería saberlo, saber porque el Profesor quería protegerlos, la razón de porque María extrañaba tanto ese lugar, jamás lo comprendí. Pero yo no quise rendirme, también era muy terco, es cierto, era muy feliz ahí.

En ese lugar yo me sentía muy cómodo, como en un hogar, me sentía amado y querido, aún tenía actitudes y emociones que mostraba, no había dudas, era un lugar donde yo encajaba perfectamente, pero ese día trágico llegó y las cosas cambiaron.

El profesor ya no fue el mismo, se distanció y enloqueció, no pudo soportar el dolor de la muerte de María, el hueco que había dejado en nosotros, lo consumió.

Yo también cambié y no para bien exactamente, hice muchas cosas malas, que me dieron mala reputación, pero eso ya no importaba, eso ya no regresaría el pasado, ya no regresaría esos momentos que pasé con ellos, no la regresaría a ella. 

Nada los regresaría. Y eso me consumía a mi, tal y como lo hizo con el profesor, ya no tenía motivos para vivir, ya no quería hacerlo.

Las pesadillas cada noche, los recuerdos de su muerte, como la vi muriendo enfrente de mis ojos, eso jamás me dejaría descansar.

No podría aliviar ese pesar que me acompañaría toda la vida.

Rose... 

Me sorprende tu magia al hacerme olvidar esos pesares que me atormentan día a día.

Como logras captar mi atención de innumerables formas, sin cansarte, sin rendirte ante mi, aunque sea frío y cortante, siempre estas ahí.

¿Qué te he hecho Rose? 

¿Por qué haces esto con mis sentimientos? 

Eres una bella rosa entre tanta maldad que guarda este ser, esa mancha que se logra ver en tanta oscuridad.

Tu eres esa mancha, yo soy la oscuridad, por mucho que yo traté de huir, jamás me dejarás, siempre me seguirás a donde yo vaya.

Lo cual hace que se encienda mi corazón y palpite con mucha rapidez, sólo tu eres la única que logra que estos sentimientos salgan a flote.

Sin embargo, por mucho que yo he logrado quererte y amarte, yo jamás podré corresponder tus sentimientos, yo no puedo amar.

Por toda mi experiencia, yo no puedo querer, soy una persona peligrosa, que tiene enemigos por todas partes y siempre querrán dañarme, sea como sea.

Te intentarán dañar y lo último que quiero es que te pase algo, así que yo jamás podré corresponderte, ni a ti ni a nadie más.

Yo quisiera vivir una vida contigo, hacer de esto una experiencia que disfrutemos, pero no podrá ser así. 

Rose... Perdóname.

...

Al pensar en los acontecimientos sucedidos, me he quedado dormido y una leve corriente de aire hace que me despierte con escalofríos. Me dirijo a la ventana que en ese momento se encontraba abierta, y la cierro.

Me agarro la cara y la froto con mis manos, veo la hora 7:35 a.m.

Me sorprendo de la hora en la que he escogido para despertarme, últimamente he dormido más de lo habitual.

Me aviento a la cama muy bruscamente, aún sigo viendo al techo con esperanza de encontrar algo más allá que la nada.

Sin embargo, no encuentro "ese más allá que la nada" que buscaba, así que con resignación me marcho al baño para lavar mi cara que se encuentra muy desordenada, al igual que todo de mi.

Me arreglo lo más que puedo, para parecer lo más "presentable" posible.

Bajo, encuentro una habitación vacía, al igual que todas las demás, después de todo ¿A quién esperaba encontrar?, yo vivo solo, y así debe ser.

Pero no puedo evitar sentirme nostálgico al ver todo vacío, ver en lo que mi vida se convirtió. Sólo en un vacío.

¿Qué mas da?, en realidad ya nada de eso importa, no sólo por decir como es mi vida, la cambiará.

Me siento en la mesa que se encuentra en total silencio y tomo mi desayuno. Hoy es un día lluvioso, lo puedo percibir desde mi ventana, viendo como las gotas caen del cielo, como lágrimas de una chica derramándose en el frío pavimento, y el gran y peculiar aroma a tierra mojada que es tan común en un día así.

Me pongo un abrigo y abro el paraguas que sostengo en mis manos, para luego salir del lugar donde me encontraba, mi "hogar".

Doy un camino por esas ahora, mojadas calles de ciudad, se encuentra muy calmado, la gente no sale de sus casas o negocios, y debido a esto, las calles se encuentran vacías y tranquilas, sin tantos ruidos de la gente citadina, que pasa diario por estas calles, ya sea para ir a sus empleos o escuelas.

Sus vidas tan aburridas, sin embargo la mía no es mejor. Guardo mis manos en las bolsas del abrigo y encojo los hombros, aún sin soltar el paraguas que me cubre de la lluvia.

Siento como una suave brisa acaricia mi rostro y me envuelve en serenidad. Me voy alejando cada vez más de la ciudad hasta llegar a la entrada de un pequeño bosque, el cual yo puedo llegar a identificar, es el lugar donde la base de Eggman se encuentra, donde su cabaña se encuentra... 

Rose...

Los nervios no me dejan avanzar más y me quedó paralizado en el mismo lugar por mucho tiempo, hasta que saco el valor y me adentro en el.

Veo como los pétalos del cerezo caen por la brisa de la lluvia, mientras más avanzo mis nervios lo hacen, sin embargo me controlo y dejo que las cosas tomen su camino por si sólo. 

Hago como si nada me importara, aunque es todo lo contrario, quiero saber todo de ella...

En especial aquel extraño sueño que tuve con ella, de su "niñez" ¿acaso significa algo? y ¿por qué salgo yo? 

Esto no me esta ayudando...

Camino adentrándome aún más en el bosque, pero a lo lejos puedo percibir dos siluetas reconocidas para mi...

Continuará 

Un mundo color grisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora