Un mundo color gris

~Final Alternativo (2): ~Un final feliz~

Después de regresar a Mobius esa misma noche, sabía que las cosas iban a cambiar, que todo había acabado, todo ese dolor se había ido, y ya sólo quedaba un pequeño vacío en mi interior, ese vacío que Rose estaba llenando en mi.

Si, debo admitirlo, se sentía tan bien volver a sentirse así...tan amado, tan querido, tan deseado.

No sentirme como una basura, no sentirse pisoteado y culpado por algo, no sentir esa carga.

Y me sentía tan vivo, jamás me había sentido de esta manera, y saber que Rose estaba a mi lado, eso sólo hacía que me sintiera reconfortado.

Y esa noche, fue la mejor noche que he tenido en mi vida.

Ella estaba ahí, a lado de mi, recostada con una linda sonrisa, viéndome a mi, sólo a mi, y yo, sólo viéndola a ella.

Uno para el otro.

Ella me abrazo y me susurró a la oreja: "Te amo..."

Yo en mis adentros estaba más que feliz, y mientras que en mi exterior esa felicidad se manifestó con una sonrisa.

Yo le respondí con un beso y un: "Yo igual".

Esa noche soñé con un lugar donde nos encontrábamos solos, sin la cercanía de nadie, donde sólo nosotros vivíamos felices y con ningún problema, donde no había maldad, y donde... Todo era perfecto.

Una maravilla, un paraíso, no quería despertar.

Ahí estaba ella, me veía y yo la veía a ella, ahí sobraban las palabras, el silencio era lo que reinaba, y así estaba bien.

Las palabras no eran necesarias, sólo bastaba esa mirada. 

Esa mirada decía todo.

Yo era feliz, estaba sonriendo igual que ella.

Mi sueño terminaba en nosotros dos viendo como el sol se desvanecía en ese cielo crepúsculo, de colores rosa y morado.

Al despertar desee que ese sueño se cumpliera a toda costa.

Pues quería compartir esos momentos con ella, y sólo con ella, era la única a la que iba a dejar que compartiera esos momentos conmigo.

Y no sólo quería que lo hiciera, lo deseaba, es más, lo necesitaba.

Y al despertar, ahí estaba ella, abrazada a mi, recargada en mi pecho, sentía su respiración golpearlo, su respiración caliente y tan...relajante sentirla.

Estaba dormida, con su hermoso rostro fuera de toda perturbación, parecía que soñaba algo bueno, pues su cara reflejaba una pequeña sonrisa.

Y yo...estaba observándola, contemplándola, amándola.

Al despertar, alrededor de más o menos 1 hora, iluminó sus ojos al verme.

-Buenos Días Shadow.-Me dijo con una voz ronca.

-Buenos días, Rose.-Respondí cálido.

-¿Cuánto tiempo llevas despierto?.-Me preguntó adormilada y estirando sus brazos.

-No mucho.-Le digo con dulzura y pongo un mechón de cabello atrás de su oreja.

-Shadow...debiste despertarme.-Soltó un pequeño bostezo.

-No, te veías muy linda para despertarte.-Le dije con una sonrisa.

Ella sólo respondió besándome en los labios, el cual gustoso regresé.

-Bueno, voy a ir hacerte el desayuno.-Terminó aquel beso y se levantó para ir a la cocina.

-No.-Le dije para luego cuidadosamente aventarla a la cama.