Los Gemelos Xiao

Capitulo 9: Miedo

[SeHun]

Toda esta situación era extraña. Ese chico Lay de verdad que era sumamente raro y parece que LuHan y él se conocen sumamente bien ¿Qué si estoy celoso? Si, lo admito. Estoy total y completamente celoso de ese chico que parece amapoleado, nadie puede abrazar de esa manera a LuHan él es MIO.

Después de que terminara la escena en donde SuHo se vio envuelto de manera muy incómoda pero graciosa hasta para mí, dos nuevos chicos de intercambio ingresaron al salón y de inmediato sentí a LuHan tensarse en su lugar, sus risitas encantadoras se habían ido y estaba sumamente pálido.

― ¿Estás bien?― Pregunte preocupado

―Se...SeHun― Hablo de manera débil

―Dime... ¿Estás bien? ¿Qué te pasa?― Mi preocupación creció, no lo había visto así.

―Sácame de aquí

―¿Qué?

―Por favor, por lo que más quieres sácame de aquí y no dejes que él me vea ¡Por favor!

―¿El?

No entendía muy bien que sucedía pero cuando vi sus ojos llenándose de lágrimas decidí hacer lo que me pedía. Tome mi chaqueta y mis lentes para colocárselos a LuHan, no quería que él lo viera, así que funcionaria un poco.

―Profesor, mi compañero no se siente bien. Lo llevare a la enfermería― Todos me voltearon a ver de manera interrogante

―Estas bien Lu...―Xiumin trato de hablar, si decía su nombre era malo así que solo lo mire mal y le negué con la cabeza para que no hablara y LuHan apretó sus puños en mi camisa

―Está bien llévelo SeHun, no veremos la otra clase

―¡Yo lo llevare!― Grito Xiumin

―¡Lo hare yo!

―Joven Kim deje que el joven Oh lleve a su compañero.

―Pero...―Protesto

―Nada, pueden irse joven Oh

Tome a LuHan por los hombros y lo saque del salón pero en lugar de llevarlo a la enfermería lo lleve a mi auto y de ahí llevarlo a mi casa y que se pudiera calmar mejor y sin miedo.

―¿A dónde vamos?

―Iremos a mi auto y de ahí a mi casa.

―¿Qué? Pero...

―Pero nada LuHan. Estarás más tranquilo en casa y así podrás decirme quien es Lay y porque tu cambio de actitud con los chicos nuevos

―Yo...

―Solo entra al auto y hablaremos cuando estés más tranquilo

Entro al auto sin problemas y durante el trayecto seguía tenso y miraba por la ventana pero sin ver nada realmente, estaba sumido en sus pensamientos y yo bastante preocupado por él. Cuando llegamos a mi casa bajo y camino hasta el salón en modo zombie, de verdad me estaba preocupando a extremos. Fui a la cocina mientras él se sentaba en el sofá y le di un vaso de agua para tranquilizarlo.

―¿Mejor?

―Un poco

―Me dirás

―¿Por qué habría de decirle a alguien como tú lo que me pasa?

Suspire esto sería difícil pero era a mi beneficio, finalmente podría hablar con él, aclarar las cosas y ayudarlo con esta situación porque claramente es algo que le afecta mucho.