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~2n dia~

Hoy el instituto fue una mierda, me insultaron, me pegaron, me ridiculizaron en medio de todos... Empezamos en la parte en la que me levante....

~Horas atrás...~

-¡Idiota de mierda! ¡Levantate!- dijo asqueado el marido de mi madre.

Silenciosamente le hacia la burla, me levante notando el frío suelo y abrí la cortina, haciendo ver enfrente a mi vecina y mejor amiga Noah, Noah es una chica muy divertida, pensaras de que tenemos algo, pero ella es lesbiana, aveces se sobrepasa tocandome las nalgas, pero ella es como mi hermana, ella se encontraba en la ventana fumando su cigarro mañanero, y te preguntarás ¿Porque Noah no te ayuda a que hayan menos acoso? Pues porque ella es dos años mayor que yo y dejo los estudios porque quiso. La salude y me desvesti para meterme en la ducha, cuando salí me puse los boxers, jeans negros, una camisa y un jersey azul Trasher con unas vans old school y una banda roja para el pelo. Cogí mi mochila, y metí mi móvil en el bolsillo trasero de mis pantalones y baje escaleras abajo a la cocina.

-Buenos días madre- dije dándole un beso en la mejilla.
-Buenos días Zach, toma, que perderás el bus- dijo dándome una bolsa con oreos.
-¡Mierda! Es verdad, gracias madre, nos vemos luego- dije dándole un beso en la mejilla.

Comenze a correr hacia la parada del bus, cuando llegue no había ni un alma así que me puse mis auriculares y empezó a escuchar Artick Monkey's. A los 5 minutos vino el bus, me subí y me senté en la parte de atrás, gire mi vista hacia la ventana, mirando al cielo sin pensar en nada, solo yo y la musica, al acabar la lista de música, coji mi mochila y me baje del bus ya que había llegado a mi infierno.

-Hola pequeño Smith - Dijo Mark con una sonrisa asquerosa mientras me acorralaban el y sus amigos contra una taquilla.
-¿Que quieres Mark Brown?- Dije rodando los ojos.
-¿Que no te puedo un besito de buenos días?- Pregunto sarcásticamente mientras me empezaba a golpear, no había nadie en los pasillos, cada uno en su aula.

Cada golpe con su odio, cada vez más doloroso, cada trozo de mi piel sintiéndose como una mierda, cada punto cosido rompiéndose, cada vez que su puño o pie impacta en mi piel, porque aunque no llore, me duele.

-Por ahora ya esta, te dejo respirar princesita- dijo separándose de mi y llendose con sus amigos a la siguiente aula, por suerte, ahora me tocaba optativa de fotografía, así que me dirigi a la aula de fotografía comprobando que mi cámara estuviera en buen estado después de la paliza.

-Eh-h....Señor Smith ¿esta bien?- Me pregunto la maestra mirándome horrorizadamente.

-¿Porque lo dice Señora Beer?- dije curioso.

-Es que le esta sangrando una ceja y el labio inferior...- dijo ella.

-Em-m...voy a e-enfermeria si no le importa..- dije agarrando mis cosas y llendome de la aula.

Me voy a largar, así que fui a mi taquilla y cogí mi skate, me fui a recepción y rellene una hoja de ausencia. Cuando salí del instituto, me fui a un supermercado a comprarme algo de comer.

-Serán 4,50 por favor- dijo la cajera con rostro cansado, saque mi cartera y le di un billete de diez.

-Tome el cambio- me dijo dándome lo que sobro.

-Gracias- dije sonriendo, ya porque aunque halla tenido una mañana de mierda, no puedo ser borde con ella porque no es la causante, volví a dejar el skate en el suelo y me guarde la comida en la mochila, me monte en el skate y me emprendí mi camino hacia la libertad que necesitaba, me iba a ir a la casa del árbol que construí con mi difunto padre y mi primo Axel, en ese lugar siempre nos reuníamos Axel y yo cuando teníamos algún problema o cuando nos aburriamos, Axel va al mismo instituto que yo pero el es de los populares, el a cambiado desde ese entonces, en las reuniones familiares no se digna a hablarme, solo me mira con pena.

Al llegar a la otra punta de la ciudad cogi el skate en mano y me acerque a la casa en la que mis problemas desaparecian o se resolvían, por fuera seguía igual que siempre, me saque el colgante con la llave de esta cabaña que desde pequeño la llevaba encima, me acerque a la cerradura y abrí, me encontré con todo tal y como estaba desde la muerte de mi padre, una nevera pequeña al lado de un pequeño fregadero para los platos, en la esquina de esta la televisión donde siempre veía mi serie favorita y un pequeño sofá a unos metros de esta, el cual estaba ocupado por una persona, la segunda persona que tenia acceso a esta pequeña casa, Axel Smith Collins, mi primo.

-¿Porque haces campana?- Me pregunto girando la cabeza para mirarme.

-¿Y a ti que te importa, no deberías estar follandote a Klhoe?- Dije con un tono bastante seco.

-Pues no, hoy me tocaba con Jessica, pero esta mala- Dijo haciendo que yo rodara los ojos, saque la sopa que me compre y la metí en el microondas para que se calentara, volví a coger mi mochila y saque la pequeña botella de te verde que me había comprado en el supermercado.

-Joder si que has cambiado Zach, montas en skate, te escapas del instituto, vistes de marcas y tomas te verde- Dijo sorprendido por todas mis acciones.

-Uno; si me escapo del instituto es para librarme de mis problemas llamados Mark, Jack, Jacob, Jenifer, Madison Dos; si visto de marcas ¿y que? Mi madre me obliga a llevar el teléfono que tengo o el ordenador y la ropa que llevo me gusta mucho ¿Tienes algún problema con eso? Porque sinceramente no me importa- dije ya empezandome a cabrear, saque la sopa del microondas y la puse en la mesa para empezar a comerla.

-Que te aproveche pequeño Zach- dijo con un tono muy burlón Axel, me contube y le dije que encendiera la televisión, no aguanto ni un segundo con el, acabaré la sopa y me iré, si eso hare.

Empeze a comer y a la cuarta cuchallara ya me llene, yo no solía comer mucho, porque pensaba que estaba gordo como me decían en el colegio, deje la sopa en la mesa, cogi el te verde ,mi mochila y el skate y me dirigi hacia la puerta.

-Axel, te echo de menos, pero eres un cabrón mujeriego, comete la sopa que queda- dije para después cerrar la puerta y empezar a patinar con mi skate por toda la carretera que conducía a Amsterdam, me encantaba que el aire me azotara fuerte en la cara para sentirme libre.

Cuando llegue a casa lo primero que ize fue mirar si había alguien, nadie, ni un alma, así que me subí a mi habitación y deje la mochila en la cama, cogí mi teléfono, puse la musica de Blackbear a un volumen muy bajo, luego de mi mochila cogi un porro que me paso ayer Noah, lo encendí y me sente en la ventana y me lo empecé a fumar, viendo cada nube de humo, recordando el día en el que mi padre se suicidó.

Diario de un sad boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora