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Aquí estaba de nuevo, en una de las tantas noches en donde no podía conciliar el sueño. Siempre acostumbraba a quedarme revisando twitter o adelantando algunas cosas del trabajo. Revisé a los lados de mi cama para tomar mi celular y para mi sorpresa no se encontraba ahí, al parecer lo había dejado afuera de mi habitación, por lo que decidí levantarme e ir a tomarlo.

Al abrir la puerta mi corazón se partió en miles de pedazos al ver aquella escena.

Dan estaba arrodillado en el suelo, sus manos se encontraban en sus ojos, de alguna forma tratando de parar las lágrimas que salían de ellos, y su teléfono se encontraba justo a un lado de él.

Fui lo mas rápido que pude a abrazarlo, le dije que todo estaría bien, que estaría junto a él y que no existía razón para llorar porque todo problema tenia solución.

Estuvimos un tiempo abrazados, y duramos algunas horas juntos, donde realmente no habíamos hablando mucho, pero eso jamas había sido un problema, porque sabíamos que no existía nada mas cómodo que la presencia del otro.

Luego de un tiempo ambos decidimos quedarnos acostados en el suelo. Dan trataba de calmar su respiración y yo lo único que podía hacer era pensar, pensar sobre como había dejado abandonado a mi novio por tanto tiempo, todo por cosas tan estúpidas como pensar que me podía estar engañando con alguien.
Cada vez me culpaba más y más por su situación en estos momentos.

¿Cuanto tiempo había estado inmerso en mis pensamientos, algunos segundos o tal vez minutos? Ya había perdido la noción del tiempo

Voltee hacia un lado para verificar que tal se encontraba dan y pude darme cuenta de que ya estaba dormido. Decidí tomarlo y llevarlo hasta su cama para que pudiera dormir debidamente, supongo que no quería sumarle un dolor de espalda a todo lo que estaba sintiendo en estos momentos.

Realmente no tenia ni idea de lo que estaba pasando, pero lo que si sabia es que lo que fuese que pasara, dan no merecía sufrir de esta manera

Decaffeinated || PhanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora