Prólogo.2

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-¿Todo listo, Cat?-

-No me gusta que me llames así, Emma- Dijo Caitlyn

-¿Qué tiene? Suena bien, además, necesitas un apodo.-

-Está bien- Dijo Caitlyn, intentando no iniciar una discusión

-¡Hola, Cat!- Gritó Sarah inocentemente, llamando la atención de todos en el pasillo.

Caitlyn se sonrojó y empezó a caminar rumbo a la salida. Con Emma detrás y la consternada Sarah, quien no entendía que había pasado, pero tampoco le dio mucha importancia mientras comía un chocolate que tenía en su mano.

Era casi la hora de salir, los chicos estaban reunidos frente al colegio, una tarde normal en la secundaria Pawthay. Estaba Jacob Hoxton, escuchando música bajo un árbol, vestía una chaqueta de cuero sintético, un jean negro, y una actitud de asesino serial, un chico verdaderamente extraño, no le importaba meterse en problemas de vez en cuando si con ello ayudaba a otras personas, su falta de interés en sus tribulaciones sumado a su mal carácter, forjaban la mala combinación de un personaje capaz de escupirte en la cara si con eso ayudaba a un perro a conseguir un hogar. Debido a su mal carácter, Jake no era candidato óptimo.

Junto a él, estaba Jackson Hoxton, su hermano, siempre manteniendo su distancia, hablando con Mike y Alex, vestía una camisa a cuadros, un jean azul claro, y una sonrisa alfa. Jackson siempre ha sido el líder de sus grupos, desde pequeño en su dojo de Karate-Do, animaba a Jake a participar en él, pero este siempre estaba en desacuerdo argumentando que "no le interesaba el ámbito deportivo", capitán del equipo de ajedrez, calificaciones perfectas, y admirado por todos, excepto por Jake. Jackson verdaderamente es alguien con rasgos perfectos para tomar un cargo importante, y obviamente, un candidato perfecto para la prueba.

Michael Zeigler, vestía una camiseta blanca, una chamarra, y una sonrisa de borrego, mejor amigo de Jackson desde primaria, lo seguía en todo, así que tiene más o menos los mismos logros que Jackson, aunque nunca fue muy bueno para el Karate, ya que le faltaba valor, o lo que Alex llama "la chispa suicida", para los combates, siempre se le dio bien seguir ordenes al pie de la letra, era el primero de su clase, muy responsable, superando a Jackson en esto, aunque Jackson nunca sintió envidia de su amigo, existía una rivalidad en clases por ver quien sacaba mejores notas, quien obtenía mejor promedio, y demás, volvían a Mike un candidato óptimo para la prueba.


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