Capítulo 2.2

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- ¡Caitlyn! - Se oía gritar a Jake por los pasillos, buscando entre corredores alguna pista de Caitlyn. A pesar de que no logró encontrar nada.

- ¿Alguna pista? - Preguntó Emma - Sarah tampoco está -

- Si las lastimó. Lo voy a matar - Dijo Jake, mientras más sangre corría de su boca

- Jake, deberías tratarte esa herida, estás sangrando demasiado - Le dijo Mike

- Es sólo sangre, Bonaparte. Hay más en mi cuerpo - Le respondió Jake, y antes de poder decir nada, siguió buscando a Caitlyn

- Creo que está fuera de control - Dijo Jackson - Nunca lo había visto así. -

- Tú no estabas ese lunes, la última vez que lo vi así... - Dijo Alex

- Por eso es preocupante - Interrumpió Mike

- ¿De qué están hablando? - Preguntó Emma, interviniendo como solo ella sabe hacerlo - ¿Qué es tan preocupante? ¿Qué pasó un lunes? -

- Es una larga historia, Emma... Y no nos corresponde contartela - Le respondió Jackson - Hay que seguir buscando - Dijo Jackson cambiando de tema

Más tarde, los chicos habían dado vueltas y vueltas, habían perdido a Jake y a la noción del tiempo, sólo seguían un rastro de sangre que encontraron en el suelo.

- Oigan, por aquí. Esta sangre nos llevará hasta Jake - Dijo Emma, tomando la primera decisión desde que llegaron a la prueba.

Después de seguir la sangre, encontraron a Caitlyn, herida, con cortes y magulladuras en sus brazos, golpes en la cara, amordazada y muy debilitada. A su lado estaba Sarah, amordazada y llorando en silencio.

- ¡Oh dios mío! ¡Cat! - Gritó Emma.

Jake apareció en cuestión de segundos, apenas pudiendo mantenerse de pie, sangrando de forma acelerada, respiraba como un animal, y tenía los ojos rojos.

Cuando alzó la vista hacia Caitlyn, se limitó a preguntarle si estaba bien, pero Caitlyn estaba llorando y no podía responder.

Jake se quedó ahí, estático, de pie, y temblaba.

- Oh no. Jake, escúchame. Escúchame, ya no hay peligro. - Repetía Alex - Tranquilizate, ya pasó todo. -

Jake no respondía. Sólo seguía temblando viendo a Caitlyn.

A ciencia cierta uno no podría considerar a Jake una persona agresiva, sino decidida y firme, indispuesto a ser pisoteado por nadie. Pero la rabia que tenía Jake no se comparaba con nada, era como si tuviera varias voces en su cabeza en todo momento, cada una para una emoción distinta, pero en ese momento en particular, la única voz en su cabeza era una que repetía un nombre "Curtis", constantemente.

Ira, furia, dolor, rabia, enojo, podrían usarse todos los sinónimos, y compararlos con la misma ira que desencadenaría el Hades, y aún así, no sería suficiente para alcanzar la de Jake.

Jake se dió la vuelta, y empezó a caminar

- ¡Alex! - Gritó Mike

- ¡Ya sé! ¡Ya sé! - Gritó Alex, siguiendo a Jake

- Mike, tráeme ese botiquín - Dijo Jackson, señalando a un botiquín en la pared.

- ¡Jake! ¡Detente! ¡No es necesario! ¡Para! - Gritaba Alex detrás de Jake. Pero mientras más se acercaba y gritaba Alex, más rápido corría Jake a la salida.

Alcanzaron las escaleras, alcanzaron al Curtis que seguía atado a la silla.

Jake tomó el cañón del suelo, que se le había caído a Curtis, le apuntó a la cabeza, y justo antes de disparar, Alex lo empuja hacia un costado.

- ¡No vale la pena, viejo! ¡No lo hagas! - Le decía Alex a Jake

- Muévete - Respondió Jake, dispuesto a recoger el cañón

Alex tomó el cañón y lo arrojó al borde de las escaleras.

- Bueno, la idea era que cayera por las escaleras - Se dijo a sí mismo Alex

- Entonces lo mataré a golpes - Dijo Jake, golpeando a Curtis una única vez.

Alex agarró a Jake por un brazo, y lo golpeó con el otro, apartando a Jake de Curtis.

- No me hagas hacer esto - Le dijo Alex

- Sabes que no me detendría - Respondió Jake

Jake golpeó a Alex en el abdomen, luego lo tomó por el brazo izquierdo, lo cargó sobre sus hombros y lo arrojó al suelo.

Alex se levantó rápidamente, y golpeó a Jake un par de veces en el pecho y abdomen, derribando a Jake.

- ¿En serio esto es todo? - Le dijo Jake a Alex

Jake se levantó, y en un último esfuerzo, agarró a Alex por el cuello de su camiseta, y lo golpeó al menos un par de veces en el abdomen, luego lo arrojó por las escaleras.

Jake tomó el cañón que Alex había arrojado, y apuntó a Curtis

- ¿Por qué?... ¿¡Por qué ella!? - Le gritó Jake a Curtis

Curtis no respondió. Y Jake le disparó en la pierna. Recargó el cañón, y se lo puso en la cabeza a Curtis.

- ¡Responde! ¿¡Qué demonios te hizo ella!? - Volvió a gritar Jake

- Quería hacerla mía - Dijo Curtis, escupiendo sangre al suelo. - Tú no la mereces, Jacob. Así que... ¿Por qué no podía reclamarla yo? - Dijo sonriendo.

- Buena suerte con eso ahora, Daesh. - Dijo Jake

Curtis cerró los ojos, aceptando su destino.

Jake se aseguró de tener el disparo preparado, la adrenalina corría por sus venas casi tanto como el odio que le tenía a Curtis, podía sentir el viento en su cara, la sangre cayendo de su boca, su corazón latiendo a velocidades extremas, estaba decidido a disparar.

- ¡Jake, no lo hagas! - Gritó Caitlyn como pudo, mientras Jackson la cargaba - ¡Estoy bien! ¡Mírame!

Jake estaba temblando, una lagrima caía por su cara, ni siquiera él sabía si de ira o de alivio.

- ¡Acaba conmigo, Jacob! ¡O YO ACABARÉ CON TODOS USTEDES! - Le gritó Curtis al irritado Jake

- ¡No lo hagas! Por favor... Estoy bien... Y no hace falta que lo hagas... - Dijo Caitlyn jadeando mientras varias lágrimas caían por sus mejillas.

Jake dejó caer el cañón. Se apartó un par de pasos de Curtis, pero no volteó a ver a Caitlyn.

Le costaba demasiado mirar a Caitlyn a los ojos después de haber mostrado al monstruo dentro de sí. No dijo absolutamente nada el resto del día.

Jackson usó lo que encontró en el botiquín para sanar las heridas de Jake. Y este se limitó a darle las gracias.

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