Pawthay

Capítulo 6.3

- ¡Sólo sigue apuntando! - Gritó Jake

A ciencia cierta, ninguno sabía que hacer después. Nadie se esperaba encontrarse aquella extraña habitación que parecía no tener final, y lo que era aún peor, sin la puerta, no sabían como iban a contener (o escapar) de Dwayne, que de vez en cuando se asomaba por la puerta.

Pero, después de un rato. Dwayne simplemente se fue, como si hubiese sido llamado en otro sitio, ignorando por completo a los muchachos. Y esto no era precisamente tranquilizante, porque un problema así no se soluciona tan fácilmente.

- Sigue apuntando - Repitió Jake, quien también estaba extrañado por la repentina ida de Dwayne. Pero rápidamente volvió a buscar algo en aquella habitación, y repentinamente quedó en un estado de éxtasis, perdido completamente y fuera de sí, como si estuviese hipnotizado por aquellas luces danzantes. Mike volvió su mirada hacía él, pero también quedó maravillado por el espectaculo de luces que danzaban alegremente entre las muy diferentes canciones que sonaban en aquél salón que parecía ampliarse más y más. Poco a poco las luces iban adoptando formas de notas musicales, mientras la orquesta que se escuchaba de fondo ganaba volumen y combinaba perfectamente con el cortejo magistral que producían los haces de luz bailando sobre el sitio. Luego empezó a ganar volumen aquél blues, mientras las formas musicales cambiaban de forma otra vez, transformándose en palabras. Algunas eran legibles, otras no; se podía leer "Amor... Abandono... Pecado... Redención... Compañía... Soledad... Recuerdos... Olvido... Valentía... Miedo..." mientras las palabras bailaban a lo largo de los chicos.

Emma volteó su mirada un momento, y se dió cuenta de que todos excepto ella, Caitlyn y Sarah estaban maravillados con aquél espectaculo de luces.

- Canto de Sirenas - Dijo Caitlyn

- ¿Qué? - Replicó Emma

- ¡No dejes que se vayan demasiado lejos! - Gritó Caitlyn, saltando encima de Jake, quien parecía que iba a desaparecer entre aquellas luces. Las chicas no oían ninguna canción, al contrario, estuvieron oyendo estática constantemente, que parecía ser producido por algún radio viejo que estuviese dañado. Mientras que los chicos, se iban caminando alegremente en aquella habitación, siendo atraídos por hermosas tonadas. Mike oía un solo de blues en guitarra. Jake escuchaba Metal Alternativo. Y Alex... oía de todo en todo momento; Emma tomó a Mike de la mano, y Sarah se le escapó de sus brazos. Todos los intentos de las chicas por llamar la atención de los chicos fueron completamente en vano, y aunque intentaran retenerlos se les escapaban de los brazos. Sarah fue junto con Alex y se aferró a su pierna, mientras cantaba " Mi tierna conejita " como (creía que) se la sabía. En ese momento, Alex se despertó del trance en el que estaba cuando oyó a Sarah cantar, tenía una voz muy bonita y cantaba muy tiernamente para tener apenas tres años. Fue ahí cuando Alex golpeó a Jake en la espalda y empujó a Mike, sacándolos de su trance también.

- ¿¡Qué pasa contigo!? - Gritaba Mike estando errático contra Alex

- ¡Hay que salir de aquí! - Le respondió Alex. Emma alcanzó a ver una pequeña compuerta blanca que estaba en el suelo, de donde las luces se alejaban, y rápidamente cargo con su hermanita menor de nuevo y prácticamente arrastró a Caitlyn consigo hasta la compuerta, siendo seguida por los muchachos que abrieron la compuerta y saltaron hasta ella antes de poder ser hipnotizados otra vez. Estando ya debajo, en un pequeño túnel que parecía ser subterráneo con estructuras similares a las que hay en una mina de carbón tomaron un pequeño descanso de aquellos traumatizantes sonidos que repentinamente se les venían a la mente a todos, se podía escuchar como decían "Regresa... Regresa... Regresa" suavemente, pero implorando, como si se tratara de un ruego.

- ¿Qué fue lo que pasó allá? ¡Caitlyn! - Preguntó Emma, sorprendida y extrañada por todo.

- Canto de Sirenas. Los chicos estaban hipnotizados. - Respondió Caitlyn, recuperando el aliento.

- ¿Y Zeigler? - Preguntó Alex interrumpiendo la conversación extrañado por la repentina desaparición de Mike. Mike podía verse a lo lejos de aquella mina, balbuceando cosas como "Estoy harto de esta maldita prueba, voy a salir de aquí así tenga que cavar yo mismo, no puedo creer que de verdad todos me hayan arrastrado en todo esto, no pienso tolerar que...", mientras que los demás lo seguían, para que no hiciera nada estúpido. Después de un buen rato de caminar, Caitlyn se quejaba de que le dolían las piernas y Jake cargó con ella en su espalda. Y a lo lejos, alcanzaron a ver unas luces, que brillaban cada vez con más intensidad.

- ...Esto no puede ser bueno... - Dijo Jake

- ¿A qué te refieres? - Preguntó Emma, empezando a alterarse

- Así aparecí yo en el castillo dónde encontramos a Langley - Respondió Jake.
Mientras las luces se acercaban más y más.

- Pero... ¿Y si encontramos la salida? - Replicó Mike
- Lo dudo muchísimo - Interrumpió Alex.
Fue ahí cuando todos quedaron cegados