Capítulo 6.1

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- Oigan... Hay algo que tengo que conversar con ustedes - Dijo Jake, tirando los ánimos del grupo hasta el suelo.
- ¿Qué sucede? - Preguntó Emma
- Sucede que... No estoy seguro de que estemos haciendo lo correcto -
- ¿A qué te refieres? - Preguntó Caitlyn
- Langley, aquél Doctor, nos trajo hasta aquí porque ha perdido el control sobre nosotros, nos explicó a Alex, Caitlyn y a mi que estamos en una especie de cámara de realidad virtual. No hemos salido realmente a ningún lado. Por eso, algunas cosas no se sienten reales. - Respondió Jake
- ¿A dónde quieres llegar con todo esto? - Interrumpió Alex
- Langley ya no nos controla, no puede decidir donde apareceremos, no puede decidir que haremos, ni que nos harán. Por eso nos mandó aquella hidra, ¿Correcto? - Respondió Jake, queriendo demostrar un punto
- Así es - Afirmó Mike, sin entender lo que Jake quería explicar.
- Pero, ¿Y si Langley realmente quería que pasáramos por todo esto? ¿No les parece curioso que coincidencialmente hubieran tres caballos aguardandonos a nosotros seis? ¿No les parece curioso que también fuesen tres guardias? ¿De verdad creen que todo esto está siendo una maravillosa coincidencia? - Replicó Jake, estando nervioso - Si Langley quería que hiciéramos lo que hicimos para llegar hasta aquí, significa que lo que hay en el otro cuarto, podría matarnos -

Todos estaban empezando a entender el temor de Jake, porque realmente él tenía un punto a favor: Hay que tener una mente retorcida, siniestra y maquiavélica para poder planear algo así... y el Dr.Langley la tenía.

- Está bien, Jake. Si, tienes un punto. El problema con tu argumento es que quizá Langley no haya pensado en todo... - Dijo Alex
- ¿Y ahora tú a qué te refieres? -
- Langley lo dijo. Nosotros tres... - Dijo Alex señalando a Caitlyn, luego a Jake y luego a sí mismo - ... él no nos tenía planeados, y ambos sabemos que no es porque no tengamos el documento pack que tenía Jackson... ¡Es porque somos impredecibles!, no pensamos como el resto, no seguimos un patrón de comportamiento, pensamos fuera de la caja. Si Langley nos mandó a aquella mascota de Satanás, es porque está desesperado y no creería que podríamos escapar de ella, mucho menos haberla derribado como hicimos. -
- ¿Y los caballos qué? - Interrumpió Jake - Aún si lo de los tres guardias hubiese sido una mera coincidencia, ¿Qué me dices de los caballos? -
- Mira todo este lugar... ¿De verdad crees que si decoraras este sitio así, dejarías vacío sus al rededores? - Respondió Alex, apostando por una casualidad.
- ¿Me estás diciendo que nos arriesguemos por una casualidad? - Replicó Jake, dudando de la sanidad de su amigo
Alex sólo se limitó a asentir.
- Esta vez... Y aunque me duela decirlo, Jake... Alex tiene un buen argumento - Dijo Mike.
- No quiero tomar más riesgos, Mike... No puedo -

Emma instantáneamente recordó aquella conversación que tuvo con Jackson en aquélla cabaña del bosque, cuando Jake se enfrentó a la Gorgona para salvar a Caitlyn.

"he procurado tomar siempre las decisiones yo, no por querer controlar las cosas... sino para que nadie cargue con el peso de la culpa."

Emma comprendió lo que estaba pasando: Jake se sentía culpable por la muerte de Jackson, y eso estaba nublando su juicio, haciéndolo mucho más temeroso de equivocarse, y eso, podía costarle la vida.

- Jake... Nada de lo que está pasando es tu culpa - Dijo Emma, tratando de no mencionar a Jackson para no despertar algún sentimiento encontrado en Jake
Jake se quedó callado, él sabía que Emma había descubierto el problema que tenía, pero no quería demostrar su debilidad frente al grupo. Jackson no lo hubiese hecho, él era bueno mintiendo y actuando.

- Todos somos un equipo, y así trabajamos. Lo que pasó, está en el pasado, y por doloroso que sea ya no podemos cambiarlo... Pero lo que pase de aquí en adelante, será porque así lo decidimos nosotros. No Langley. No Tú. Nadie... Nadie más que nosotros, como equipo, ¿está bien? -

Jake se mantuvo callado, pero asintió con la cabeza.

Con el grupo revitalizado en esperanzas, todos acordaron subir las escaleras que llevaban al siguiente piso después de cruzar una puerta enorme.

Cuando abrieron la puerta, se encontraron en un gran comedor. Literalmente en aquel comedor cabrían al menos 500 personas, aquél comedor era inmenso, y las largas mesas cubriendo el terreno de aquél comedor era demasiado extraño, porque no había nadie más en el castillo sólo Langley y los muchachos.

A lo lejos, se podía ver una figura...

Al principio los muchachos pensaron que era Langley.

- ¡Otra vez nos vemos, Doc! - Exclamó Alex, en un tono burlón.

Aquella figura no respondió con palabras, sino que negó con la cabeza mientras caminaba hacia el grupo.

- Alex... Creo que ese no es Langley - Dijo Jake, tomando a Caitlyn de la mano mientras lentamente se regresaba hacia la puerta.

Cuando aquella figura se dió cuenta de que Jake intentaba escapar, empezó a correr a una velocidad impresionante, incluso sobrehumana.

- ¿¡Ese desgraciado nunca muere!? - Exclamó Alex, cuando descubrió quien estaba frente a ellos.

Era el tercer guardia, era aquél guardia Dwayne que había mencionado Langley. Aquél que sobrevivió a los disparos de Caitlyn en la cabeza y aquél que sobrevivió a la hidra gigante de metal que estuvo a punto de tragárselo.

- ¡Imposible! ¡Salgan todos! - Dijo Mike, cerrando la puerta de aquél gran comedor

Dwayne estuvo a punto de lograr detenerlos, pero no llegó a tiempo. Con la puerta cerrada, Dwayne se limitó a golpearla esperando poder abrirla rompiendo el cerrojo, o derribarla.

- ¡JA! ¡Muy lento! - Exclamó Alex, de nuevo en un tono burlón

Dwayne le dió un puño a la puerta, y la atravesó.

Alex soltó un grito de niña mientras saltó hacia atrás de la forma menos masculina imaginable

Todos se echaron en risas, sin descuidar la mano metálica que atravesaba la única barrera de madera que los protegía.

- ...Creo que deberíamos ir al otro cuarto - Dijo Jake sin soltar a Caitlyn, mientras que señalaba a otra puerta que estaba en la planta baja del castillo

- Buena idea - Exclamó Caitlyn, mientras se reia por el chillido de Alex y sonreía porque volvía a confiar en Jake

PawthayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora