Capítulo 14

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Reproducir "Me Elevé" de Pedro Suárez-Vértiz

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No es como si luego de ese beso fuesen algo, o como si aún fuesen un nada. Estaban en la muy incómoda y despreciable mitad. Estaban justo en el limbo de las relaciones afectivas.

Lauren: No quiero pintarte aún. -Murmuró mientras caminaban hacía el corredor tomadas de las manos, el destino siendo la puerta del fondo.

Camila: ¿Sabes que eso significa que no me verás desnuda?

Lauren: Sí... -Afirmó- y, la verdad, me vale. -Agregó con cierta indiferencia.

Camila: No puedo creer que hayas dicho eso por Dios...

Lauren: Yo tampoco. -Dijo con una dulce sonrisa, su mirada avergonzada fijándose unos segundos en el suelo- Tal vez me estoy volviendo loca. -Se burló.

Camila: Ya lo estabas...

Lauren se detuvo ante esta afirmación y se giró repentinamente para ver a Camila directamente a los ojos. Una sonrisa nació en los labios de la pintora en cuánto sus miradas se encontraron, y en el momento en que una de sus manos acaricio la mejilla de la tatuadora antes de alejarse lentamente este pareció haber sido un acto inconsciente -Tienes razón. -Confirmó- Tendré que buscar otra explicación coherente, supongo. Y sin más, sujetó aún con más fuerza la mano y la arrastro al interior de la habitación que ya la tatuadora sin tatuajes conocía.

Camila: ¿Que haremos ahora? -Quiso saber con cierto nerviosismo- Si quieres ir directamente al próximo paso, debes saber que no estoy lista y...

Lauren: ¡Camz! -La reprendió- Solo quiero hablar... No quiero tener sexo contigo... Ni siquiera yo me siento preparada para eso, y créeme que era de las que se desvestían ante el primer idiota que representase un buen modelo para una grandiosa obra de arte.

Camila: ¿Acaso jamás has estado con mujeres? -Preguntó mientras se sentaba en la cama, adoptando la seductora pose típica que usaba para sus sesiones con Lauren casi de inmediato. Y no lo hacía para provocar a la pintora sino porque ya estaba acostumbrada a esto- Siempre te refieres a ellos... Jamás a ellas.

Lauren: Hubieron varias. La mayoría eran prostitutas... Pero con ellas era distinto, pues me acostaba con esas mujeres porque me atraían... Me arrepiento de haber estado con ellos, pero nunca con ellas.

Camila: Lo comprendo... -Murmuró, y era cierto. Y dolía aunque aquellas viejas relaciones hubiesen sido pasajeras. Dolía porque alguien más había besado a Lauren, y alguien más la había abrazado, y tocado, y que le había gustado.

Lauren: La primera fue Mary, la prostituta por la cual mi tío pagó para subirme el ánimo. Luego, al empezar a pintar, iba a "Las Cucardas" (prostíbulo) y seleccionaba a mis modelos. Si me gustaban lo suficiente, les pagaba el doble para que me concedieran sus favores al terminar...

La Tatuadora De Libélulas - Versión PeruanaWhere stories live. Discover now