"Camila Cabello marcaba la piel de las personas. Lauren Jauregui marcó su corazón."
Con el permiso de su autora original, @AllysonDeVil, hago esta re-edición de uno de los Camren Fanfics más famosos y leídos en un contexto ambientado en el Perú.
Esp...
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6 de Enero del 2013
Al sexto mes, la hija de Ally y Troy nació.
Era el día de la Bajada de los Reyes Magos; Lauren había vuelto el día anterior de su viaje a Huaraz, pero Camila no había tenido la oportunidad de verla. Ese día, sin embargo, habían acordado que Camila acompañaría a Lauren y a su madre a una revisión médica de rutina en el Maisón de Santé. Era domingo, lo cual significaba que era su día libre. Se vistió con sus típicos pantalones ajustados, una chompa roja de cuello largo y se colocó un moño. No solía usar moños desde que se había convertido en tatuadora, pero ese día sintió que era momento de volver a ser ella misma por unos minutos.
Milika: ¿A dónde vas? -Estaba limpiando la sala cuándo Camila pasó a su lado.
Camila: Saldré con Lauren. Su madre tiene una cita con el médico y las acompañaré.
Milika: Eso quiere decir que su madre te conoce, pero yo no a Lauren...
Camila: Milika, prometo que la conocerás pronto... -Le estaba prometiendo esto a la mujer desde hacía ya mucho tiempo. Silencio.
Milika: ¿Es verdad lo que dijo Ally? Ya sabes, lo de las heridas...
Camila: Lo es, -No podía mentirle a Milika- pero sus heridas no la hacen una mala persona. Ella es la persona más increíble de este mundo... Solo está algo rota. La mujer suspiró.
Milika: ¿Cuánto es "algo"?
Camila: Milika, no tengo tiempo para esto... -Dijo en cuánto la conversación comenzó a revolverle el estómago. Se encaminó a la puerta y solo se giró ligeramente al escuchar la voz de su madre detrás.
Milika: Intenta no romperte tú también, ¿de acuerdo?
Camila: De acuerdo.
***
Lauren la estaba esperando a las afueras de su casa con un cigarro en la boca mientras se recostaba en el asiento de su auto. Llevaba un vestido azul y zapatos a juego. 2 vendas decoraban sus muñecas y el maquillaje que llevaba era sutil, y no oscuro e intimidante como el de siempre.
Lauren: ¿Alguna vez dije que tengo la novia más hermosa del mundo? -Fue lo primero que la pintora dejó salir de sus labios al verla por primera vez en semanas.
Camila: Tal vez. -Contestó con una tímida sonrisa mientras entraba al auto para acercarse a su novia y dejaba que sus labios se reencontraran durante unos minutos. No sabían a los labios que recordaba. Esos labios estaban llenos de humo y un sentimiento que no pudo detectar.
