—Ambos debemos morir— Por muy tajante y drástica que sonara esa frase, Ichimatsu sabía hasta cierto punto que su hermano mayor tenía razón. Quería salvar a Jyushimatsu, su conciencia no estaría tranquila hasta saber que lo había, por lo menos, intentado.
—Lo sé— fue lo único que fue capaz de decir. Karamatsu solo lo miró con un semblante que no expresaba muy bien lo que estaba sintiendo.
— ¿No tienes miedo?
—Sí, pero tengo más ganas de salvar a mi hermano— suspiró—. Karamatsu, hay algo que necesito decirte antes que nada— tomó aire—. Yo...
—Así que aquí estaban— Osomatsu los había estado buscando por toda la casa—. Creo que no es momento de descansar, debemos mantenernos al pendiente de la gente.
—Voy— Ichimatsu entendió el mensaje. Osomatsu tenía una conversación pendiente con Karamatsu.
—Voy a acompañarlo— El segundo de los hermanos trató de seguir a Ichi, pero una mano en su hombro lo detuvo.
—Tú no vas a ningún lado— Osomatsu estaba serio, no eran muchas las veces que se le podía ver con esa cara. Karamatsu sabía que lo que vendría no sería nada bueno—. Estoy muy decepcionado, Karamatsu— le soltó el hombro y dio un paso atrás—. Tu único deber como segundo hermano mayor es velar por ellos, velar por su bienestar y felicidad, pero no lo hiciste— a diferencia de todos, Osomatsu no había quedado conforme con la historia de la muerte de Jyushimatsu. Él sabía que aunque su madre dijera que "no había sido culpa de nadie", la culpa era de Karamatsu. Él había estado ahí, él debería haber muerto en vez de su hermano menor.
—Sé lo que quieres decirme. Yo soy el que debería haber muerto— apretó los puños, no quería llorar.
— ¿Entonces qué haces aquí?— esta vez sus palabras salieron cargadas de veneno—. Si yo hubiese estado en tu lugar, sería mi funeral, pero en cambio, tú sigues aquí— dio un paso y tomó a Karamatsu por la corbata—. Tú sigues aquí— lo zarandeó tratando de que le respondiera, pero el segundo no hacía más que desviar la vista.
Silencio...
— ¿Tú crees que eres el único que se sacrificaría por ellos?— Karamatsu al fin se dignó a hablar—. ¿Te crees el súper hermano? Yo también lo he dado todo porque los amo.
—No me hagas reír— las cosas se estaban caldeando un poco. Osomatsu había decidido, en un principio, hablar con su hermano y mantener la compostura. Pero ya casi no lo soportaba—. Te conozco, Karamatsu, y si hay alguien por quien darías todo, ese no es ninguno de nosotros. Eres un egoísta, narcisista e imbécil, y todo lo que haces es por ti y tu satisfacción propia— al fin había soltado esa pequeña piedra mental.
— ¿Así que eso es lo que piensas de mí?— no se iba a dejar intimidar—. Pues tú no eres muy diferente— esta vez fue Karamatsu quien tomó por la corbata a su "contrincante"—. Eres un demonio— apretó con más fuerza su agarre—. Eres un demonio que tiene engañado a todo el mundo con esa sonrisita. No eres mejor que yo.
Clic.
Osomatsu fue el primero en lanzar un golpe, seguido por la respuesta de Karamatsu. Ninguno parecía querer detenerse, estaban desahogando tantas cosas que se habían guardado por años.
—No creas que te odio— Karamatsu le plantó un puñetazo en la mejilla derecha—. Siempre he envidiado cómo vives tu vida... siempre he querido ser como tú— tenía ganas de llorar—. Pero soy débil y siempre tengo miedo.
—Yo tampoco te odio— la pelea se detuvo por un momento—. Pero, nunca te voy a perdonar lo que le hiciste a Jyushi— Osomatsu no escondió sus lágrimas, dejó que se deslizaran libremente por su rostro—. Él, menos que nadie, merecía un final así. Él era un ángel.
—Lo sé— no pudo evitar llorar también—. Créeme que lo sé.
— ¿Qué demonios están haciendo?— Choromatsu se había asomado por la ventana—. ¿Es que quieren caer del tejado?— salió por la ventana con cuidado—. Ya basta con una tragedia. Respeten un poco a Jyushimatsu— el nombre fue suficiente para que ambos se detuvieran.
—Lo siento— Karamatsu se alejó rápidamente y desapareció por la ventana.
—No es muy maduro lo que acabas de hacer— Choromatsu aprovechó la instancia para regañar a su hermano mayor.
—Lo sé.
—Gracias— se acercó y depositó un suave beso en los labios de su hermano—. No creo que Karamatsu sea culpable, pero sé que das todo por nosotros.
Ichimatsu observaba con dolor la foto de Jyushi, aún no lo podía creer.
—La vida es extraña— Todomatsu se había puesto a su lado, contemplando con tristeza la imagen sonriente de su hermano—. De todos nosotros.
—No debería haber sido él— aún podía escuchar en su cabeza el crujido de los automóviles, la ambulancia, el llanto de su madre y el silencio que llenó la casa desde ese momento. No podía dejar las cosas así.
Al velorio le siguió el entierro. La tumba de Jyushimatsu tenía un lindo grabado con su nombre y una pequeña flor. Sus hermanos se encargaron de que el lugar quedara lleno de flores amarillas de todos los tipos que conocían y colocaron su bate favorito.
—Adiós, Jyushimatsu— Osomatsu, tomando su papel de hermano mayor, dirigió algunas palabras—. Vamos a extrañarte mucho, por favor cuida de nosotros— se le había hecho un nudo en la garganta—. Espero...
—Espero que nos veamos pronto— Choromatsu se había colocado a su lado y le había tomado la mano.
—Adiós— los cinco hermanos hicieron una ligera reverencia y se marcharon de vuelta a su hogar.
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Reoccurring [Osomatsu-san]
Fanfiction-Estoy muerto... ¿Verdad?- agacho su rostro igual que un cachorro asustado, -He muerto miles de veces... lo sé, puedo sentirlo porque mi cuerpo duele y me siento cansado- levantó la mirada mientras sus lágrimas bajaban copiosamente. Karamatsu nunca...