Segundas oportunidades

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Osomatsu abrió los ojos asustado. Estaba sudando a mares y tenía la respiración agitada.

— ¿Un sueño? —se pasó la mano por la frente; todo había sido demasiado surrealista, así que no entendía muy bien dónde terminaba la realidad y empezaba su sueño.

— ¿Estás bien? —Karamatsu se había despertado—. Te ves muy mal —sonrió.

—Tú no te ves mucho mejor —observó la cara de su hermano, llena de raspones y con un par de vestigios de lo que fueron unos moretones, antes de soltar lo siguiente se aseguró de que el resto de sus hermanos no se encontraran en la habitación—. ¿Así que eso sí fue real?

— ¿Te refieres a Jyuichimatsu? —Karamatsu bajó la voz al pronunciar su nombre—. Fue tan real como la paliza que me diste.

—Sabes que no lo siento, ¿cierto?

—Lo tengo más que claro —se miraron desafiantes; aún se querían. Era imposible dejar de querer a alguien con quien has compartido prácticamente toda tu vida.

—No voy a dejar que me los arrebates a todos —Osomatsu se puso de pie y salió de la habitación. Él iba a ser el que cambiara las cosas, el que detuviera esa locura.

—Osomatsu, ¿estás bien? —Choromatsu se detuvo al verlo aparecer tras la puerta de su habitación.

—Choro... —los ojos del mayor se volvieron vidriosos; todo lo que había visto en su sueño se sentía tan real, —¡Lo siento! ¡Lo siento mucho! —Choromatsu no entendía nada, pero aun así recibió en sus brazos a su hermano llorón.

—Ya, ya. Todo está bien —acarició la espalda de Osomatsu mientras este sollozaba.

—Te amo, Choromatsu —si no lo decía ahora, quizás nunca lo diría. Choromatsu se quedó de piedra; dentro de su pacto había quedado claro que nunca se dirían algo así porque sabían que su relación estaba mal.

—Osomatsu... no deberías... —no sabía muy bien qué decir; las palabras se arremolinaban en su garganta, muriendo apenas tocaban la punta de su lengua.

—A la mierda, no voy a permitir que nadie te aleje de mí. ¿Qué mierda importa que sea inmoral? Al carajo —abrazó a Choro con ganas de quedarse así por siempre—. No voy a perderte. Ni a ti, ni a ninguno de nuestros hermanos.

—Linda demostración de amor —Todomatsu había aparecido en el pasillo—. Vayan a besarse a otro lado —sonrió maliciosamente.

— ¿¡Qué!? —Choromatsu explotó en un rojo intenso y trató de huir de los brazos del mayor.

—Haha, solo estoy bromeando, no se lo tomen en serio —sacó su teléfono y les hizo una foto—. Para el recuerdo —intentó salir de ahí antes de que un furioso Choromatsu lo atrapara.

— ¡TODOMATSU! —Choromatsu salió corriendo tras el menor; su corazón latía a mil, pensando que habían sido descubiertos.

—Así que tienen ese tipo de relación.

—Justo como tú e Ichimatsu.

—Estamos enfermos.

—Claramente —ambos sonrieron con complicidad; estaban haciendo muy mal su trabajo de hermanos mayores.

La noche no tardó en llegar; Karamatsu e Ichimatsu tenían su plan trazado de forma milimétrica. Lo más difícil sería salir de casa sin despertar a nadie, lo demás era pan comido.

—Es hora —Karamatsu se había despertado durante la madrugada; probablemente no eran más de las tres de la mañana.

— ¿Dónde vamos? —Ichimatsu estaba adormilado aún.

—Solo sígueme —tomó la mano de su hermano y lo ayudó a levantarse—. Llegó la hora —con esa frase, Ichimatsu comprendió a lo que se refería y tomó la mano de su hermano sin decir nada.

—No van a ir a ninguna parte —Osomatsu se levantó; había estado en vela toda la noche esperando a que pasara. Si su sueño había sido "real", sabía dónde atacar para evitar perder a todos sus hermanos—. Te lo dije, Karamatsu, no voy a dejar que me los arrebates —miles de imágenes golpeaban dentro de la cabeza del mayor; en ese momento, sentía como miles de memorias ajenas se mezclaban con las propias mostrándole la verdad.

—Apártate, demonio.

—Así que vamos a jugar de esta forma, "Padre" —al fin, Osomatsu había revelado su verdadera identidad.

—Fuiste tú todo este tiempo —la mirada de Karamatsu se afiló; ahora muchas cosas tenían sentido para él—. Hasta cuando pretendías mantenernos atrapados.

—Hasta que me cansara de jugar o hasta romper a tu pequeña novicia —miró a Ichimatsu, el cual solo se ocultaba tras la sombra del segundo.

—A pesar de todo el tiempo que pasó, ¿aún buscas venganza?

—Te dije.... que mientras siguieran buscándose no iban a ser felices —sonrió maliciosamente—. Además, te atreviste a romper mi maldición, sacrificando a alguien tan puro como Jyushimatsu.

— ¿Y qué vas a hacer al respecto? ¿Vas a matarme? —dio un paso adelante—. Hazlo, pero sabes que si lo haces, todo se reiniciará de nuevo —

—Llevo consciente en este mundo mucho más tiempo que tú, creo que tengo la fuerza suficiente como para hacer lo que me plazca —ondeó su cola con un gesto divertido—. Llegamos al final del capítulo, no más repeticiones ni segundas oportunidades.

— ¿Se acabó? —en cierto modo, la voz de Ichimatsu sonó aliviada; estaba cansado de todo.

— ¿Ichimatsu? —Karamatsu se volteó confundido; ¿acaso Ichimatsu no estaba de su lado?

— ¿Tú no estás cansado? Si me dan a elegir, la verdad es que prefiero morir aquí... contigo —sostuvo la cara de Karamatsu entre sus manos—. Ha pasado mucho tiempo.

—Ah... qué romántico. Creo que voy a llorar —Osomatsu se mofó de la escena—. Entonces, ¿me darás mi tan ansiada victoria?

—Toda tuya —Karamatsu besó por última vez a Ichimatsu y dio dos pasos adelante, arrodillándose ante el demonio—. Toma mi cabeza —Osomatsu se saboreó ante la escena; era lo que siempre había querido.

— ¿Karamatsu? —Ichimatsu no entendía; ¿acaso solo él iba a sacrificarse?

—Pórtate bien, brother —dijo mientras una hermosa sonrisa adornaba sus labios.

—No me jodas —Ichimatsu iba a abalanzarse sobre él, pero una especie de fuerza invisible lo detuvo—. ¡KARAMATSU! —trató de despertar a sus hermanos que aún dormían, pero al parecer estaban totalmente ajenos a lo que pasaba—. ¡NO! ¡KARAMATSU! —la angustia se había apoderado de él.

—Te amo, Ichimatsu.

—Adiós, Padre —la expresión de triunfo de Osomatsu indicó que había ganado.

Todo se fue a negro. Muy a lo lejos, podía oír una mezcla indescifrable de sonidos: llantos, risas, gritos... su madre.

Al fin, todo había terminado; solo esperaba que Ichimatsu estuviera bien.

Notas del autor:

¡Wow! Creo que esta es la primera vez que pongo notas... Hahaha Hola a todos, el próximo capítulo va a ser el final.

Gracias a todos los que han llegado hasta aquí leyendo. Di mi mejor esfuerzo para hacer de esta historia algo "decente". De verdad, muchas gracias por todos sus comentarios y votos.

Espero de corazón que hayan disfrutado de esta historia tanto como yo disfruté escribiéndola.

¡Nos vemos en el final!

Reoccurring [Osomatsu-san]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora