Sterek One Shots. [+18]

El Armario II

Para comprender de que trata este One-Shot tendrán que leer primero "El Armario".

Stiles universitario, 18 años.

Derek universitario, 21 años.

Desde la última vez que Stiles vio al mayor, portador de esos hermosos ojos verdes, estuvo pensando demasiado en él. No sabía exactamente que hacer, pues le había dicho de verse aquel día en su habitación pero aún no llegaba y hasta intercambiaron los teléfonos. Con el ceño fruncido y los labios en forma de pato a lo "puchero" se levantó de su cama, y dirigió al baño que todas las habitaciones universitarias poseían. Tal vez podría llamarlo pero temía que quedase muy necesitado en plan: "Necesito sexo ahora mismo y tu estas muy bueno ¿Por qué no vienes?" Ese no era su objetivo, el chico de piel grisácea le había parecido muy lindo de en verdad. Como besaba y la forma en la que se puso nervioso a los últimos minutos del juego, totalmente adorable. Sobre todo sus grandes manos y la voz gruesa que lo llamaba "bebe". Mierda, definitivamente le gustaba. Lo quería solito para él. Sin dudarlo comenzó a buscar su teléfono por toda la habitación, se lo notaba desesperado. Arrojaba los almohadones, tiraba las sabanas y hasta empujó a su compañero de habitación Scott Mccall
—¡Hey Stiles! ¿Te sientes bien?— Preguntó el moreno al verlo en tal estado de búsqueda intensa.
—Si, simplemente necesito mi teléfono y que te retires de la habitación — Musitó el chico hiperactivo con ese característico tono rápido al hablar —Un chico lindo vendrá aquí Scott, por favor necesito que vayas a hacer otra cosa.— Su compañero de habitación soltó una risa, lo conocía bien a Stiles pero no sabía que pudiera tener un ligue.
—Me iré pero estas ciego— El chico de piel pálida fruncio su ceño sin comprender del todo. Scott algo más que atrevido dirigió su mano al trasero del menor y tomó el teléfono que tanto había buscado.
—¡Joder Scott! Vete ya— Refunfuñó molesto y tomó su teléfono celular de entre las manos del moreno, este se limitó a reírse nuevamente y dirigió al marco de la puerta. —Gracias...—
—De nada Sti, estoy siempre para ti.— Murmuró con una media sonrisa y se retiró de la habitación. El menor no dudo en perder un segundo más cuando la puerta se cerró y le envió un mensaje a Derek:

Hey grandulon, ¿Acaso ya olvidaste lo de ayer? ;).
Escribió frenéticamente dándole duro a la pantalla del celular. Una respuesta llegó de inmediato
Chico sexy: Jamás, estoy atravesando el campus para ir a verte.

Stiles no pudo evitar soltar un chillido agudo al ver tal respuesta, parecía una chica de trece años. Pero probablemente era una muchísimo más sexy y con pene. Se dirigió al baño de vuelta y arregló con velocidad el cabello, colocó un perfume de vainilla en todo su cuello con lunares y detrás de las orejas. Estaba casi listo, solo le faltaba algo para tener sexo, algo para atraer a Derek. Sin dudarlo decidió dejar un consolador debajo de la cama, de esta manera el mayor lo notaría y tal vez decidiría usarlo con Stiles. ¿Pero que carajos pensaba? Era un maldito sucio. De todas formas no se resistió en hacerlo y lo dejo allí preparado.

Al cabo de unos minutos la puerta repiqueteó, era Derek Hale. El menor no se sentía del todo listo para verle, soltó un suspiro y se acercó a paso lento. 

  —Aquí vamos— Susurró con un pequeño hilo de arrepentimiento en la voz, introdujo la llave dorada y abrió la puerta. Frente a él se encontraba el hermoso chico del armario. Llevaba puesta una chaqueta de cuero, camiseta blanca, lentes de sol y el cabello color carbón bien peinado. Elevó su mirada hasta encontrarse con el rostro del mismo, Derek hizo una sonrisita y se quitó los lentes de sol permitiendo ver esos ojos verde mar.