Canción del capítulo: Teenager Dream de Katy Perry
“My heart stops when you look at me.”
Capítulo 34.
“El trasero de Kim”
8:30 p.m.
—¿estas seguro que sabes cocinar bebe?—pregunto ella tratando de no explotar en carcajadas, Justin subió la mirada con el ceño fruncido y Melody río—¿qué?—Justin elevo una ceja—¡no me mires así! Llevas media hora tratando de prender el horno
—un buen cocinero se toma su tiempo—elevo la mirada y guiñó el ojo juguetón
—te has tomado media hora—se levantó del banco y camino junto a Justin—prender un horno no es tan complicado—toco algunos botones y lo prendió.
Justin frunció el ceño y volteo a ver a su novia que lo veía con gran burla.
—ya lo sabía, sólo quería que tu lo hicieras—bromeo
—si, claro—respondió sarcásticamente y Justin rodó sus ojos juguetón
—bien, ahora sólo falta esperar a que estén—dijo viendo las galletas dentro del horno—listo, a dormir
Esta vez Melody si se ahogó en carcajadas mientras Justin la veía confundido.
—¿qué? ¿Ahora que?—cuestiono el con curiosidad
—¿en serio crees que tardará tanto hacer 20 galletas? Es sólo una hora según la caja—río por última vez—comienzo a dudar de “tus dones culinarios”—este último lo resalto con comillas con sus dedos y Justin se cruzó de brazos mientras rodaba sus ojos.
—¿y qué haremos mientras?—pregunto aún curioso y Melody tamborileó sus dedos en su barbilla, pensando.
—¿qué tal si vemos algo en la televisión?
—bien, si tu quieres...—sonrió y ambos se tumbaron juntos en el sillón frente al televisor.
Pasaron canales y canales hasta que decidieron dejar en E!, estaban dando Keeping Up with the Kardashians. Estuvieron varios minutos viendo el famoso reality show y las únicas veces que reían era cuando Khloe decía sus cosas sexuales sin censura.
—¿tu crees que eso sea real?—pregunto la chica
—¿qué? ¿el programa?
—no, el trasero de Kim—contesto ella sarcásticamente
—uhm...—dudo—no lo se, tal ves lo sea, tal vez no, cuando conozca a Kim lo tocare y daré mi veredicto sobre el trasero de Kim—contesto el tratando de no reír. Melody aguardo unos segundos y golpeó el hombro de su novio.
—¡qué idiota!—exclamo tratando de no reír y Justin beso su mejilla
—es broma, bonita—sonrió—claramente es falso, tu trasero es más real que ese—la castaña elevo una ceja mientras se cruzaba de brazos, obviamente bromeando, pero Justin no se percató de ello.
—eso significa que me has estado viendo el trasero—Justin abrió sus ojos perplejo y negó energéticamente
—¿qué? No, claro que no—respondió enseguida
—es broma, bebe—y comenzó a reír a carcajadas, Justin relajó el rostro y se unió a las risas de su novia que fueron interrumpidas por el timbre de la casa—yo iré—se levantó sonriendo y antes de abrir la puerta se volvió—¡revisa las galletas!
—¿cómo se hace eso? Más bien, ¿cómo se qué están bien?
—¡Justin! En cuanto las veas te darás cuenta—río y al fin abrió la puerta.
Se volteó y su risa se quebró al instante dejando salir una pequeña grosería de su boca.
—¿qué haces aquí?—pregunto con rencor—te dije que me dejarás en paz
—debes ser más educada al verme, querida. Y estoy bien, gracias
—no me causa gracia, Blake, vete de aquí
—muy graciosa—río
—te recuerdo que estas en mi casa y si te acercas más a mi, puedes volver a la cárcel—dijo retrocediendo lentamente
—si crees que me iré de aquí, estas muy equivocada—se acercó más a ella—ahora aparta ese precioso culo de mi paso y déjame entrar. Veo que estas sola, eso me facilita el proceso—sonrió con malicia y Melody por impulso le soltó una fuerte bofetada. El ojiazul se volvió casi al instante y tomo fuertemente el brazo de Melody que hacia el mayor esfuerzo de no llorar—recuerdo haberte dicho que no me volverías a golpear
—y yo recuerdo haberte dicho que me dejarás en paz—trato de zafarse pero le era inútil
—¿qué ocurre bonita? ¡Tardas mucho!—exclamo Justin desde la cocina—necesito tu ayuda para ver si están las galletas
—¿así qué no estas sola? Dime, ¿quién es?—pregunto el acariciando la mejilla de la chica
—a ti no te incumbe—respondió con sequedad
—que mal... No podré divertirme esta noche—suspiro con tristeza claramente fingida—nos veremos pronto y esta vez, cuando estés sola y no en público, querida—trato de besar su mejilla pero la castaña lo empujo afuera y cerró la puerta de un portazo.
Camino lentamente a la cocina donde se encontraba Justin viendo las galletas y sin poder evitarlo, se largó a llorar.
—hey, ¿qué ocurre?—pregunto acercándose a su novia con demasiada preocupación. Melody bajo la mirada y el chico la elevo de nuevo con su mano en la barbilla de ella—bonita... ¿Qué ocurre? ¿Porqué lloras?
—s-sólo dame un abrazo—dijo.
Justin enrollo sus brazos en la pequeña cintura de su chica y esta se largó a llorar en su pecho que lo que ahora podía hacer era darle protección.