capitulo 9: un pequeño viaje de negocios 1/2

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después de tanto insistir a la recepcionista la respuesta seguía siendo la misma
_señor ya le dije, que no puedo hacer nada, no tenemos mas habitaciones
_muchas gracias señorita
Sebastian se dirigió a donde se encontraban don Miguel y Gabriela para explicarles los sucedido; al llegar donde ellos, les repitió lo que tantas veces había escuchado ya.
_la señorita de la recepción dice que no puede hacer nada, solo nos puede dar dos habitaciones son las únicas que están disponibles. ustedes me dirán que hacemos nos quedamos o nos vamos.
_no hijo, no creo que sirva de nada el irnos, todos los hoteles deben de estar iguales, yo creo que deberíamos tomar las dos habitaciones
_tu que piensas Gabriela? se que es una situación algo incomoda _dijo el joven mirándola fijamente a los ojos tratando de encontrar alguna reacción en su cara, aunque fue inútil _yo hago lo que tu me digas
_pues no se supongo que tu abuelo tiene razón _dijo la muchacha aun no convencida de un todo, ella sabia perfectamente que esto significaba tener que dormir en la misma habitación que Sebastian otra vez
_ok, esta bien entonces, voy a pedir las habitaciones

el joven pensó que lo mas apropiado seria pedir una de las habitaciones dobles, así tendrían mas espacio. al final decidieron darle una habitación a don Miguel para que este se sintiera mas cómodo, y dejar la otra para ellos cuatro. en el momento en que entraron pudieron presidir que la habitación era muy amplia y bonita, estaba situada en uno de los últimos pisos, así que la vista era muy bella desde allí se podía ver el mar y el hermoso paisaje de la ciudad. la habitación contaba con tres camas; una cama doble en la parte de afuera que se podía ver en el momento en que se abría la puerta; había también una pequeña sala muy bien acondicionada, con un par de muebles una pequeña mesa y un televisor, al fondo de la habitación había un balcón bastante amplio que daba vista al mar, y un poco retirada antes de llegar al pasillo había una pequeña barra con unas cuantas bebidas, después venia el pasillo allí se encontraba un pequeño cuarto en donde estaban las otras dos camas sencillas.
_es hermosa _dijo la muchacha observando toda la habitación por un par de segundos; algo cortos ya que los niños en el momento que vieron la cama corrieron hacia ella.
_papi papi, Santiago y yo queremos ir a la piscina, nos dejan si, porfis si _dijo la niña casi suplicando para que les dieran permiso
_amor porque no esperamos un momento quieres, mas tarde van _dijo el joven sentándose en la cama y estirándose un poco el cuello puesto que estaba un poco cansado debido al viaje
_no es justo nosotros queríamos ir ahora _la niña hizo un puchero con la boca en forma de desagrado
_pues ahora no se puede y punto. además me toca preparar un par de cosas antes de la reunión de esta noche.
_pero no tienes que preocuparte por eso Sebastian, si quieres yo los llevo, así te dejamos solo y puedes concentrarte en tu reunión. digo si no te molesta _dijo la joven con un notable tono de molestia debido a la respuesta que el, le había dado a su hija.
_para nada, haz lo que quieras _dijo el joven en el tono mas tranquilo que pudo, no quería que se notara su evidente enfado, aunque no sirvió de mucho _si mi abuelo no te necesita, recuerda que viniste aquí a atenderlo a el no a mi
_si claro, pasaremos por su habitación antes de ir a la piscina, no te preocupes por eso, tengo muy claro porque estoy aquí. _dijo la muchacha molesta y antes de que el joven pudiera decirle otra cosas se marcho con los niños cada uno del brazo

algunas horas después...

a Sebastian aun le estaba molestando mucho, como le había hablado Gabriela y mas aun que cuestionara su decisión delante de Elena, no entendía su actitud, la noche anterior la habían pasado muy bien, mas sin embargo el día de hoy ella se había portado muy distante con el; acaso el había hecho algo malo sin darse cuenta esa idea le estaba rondando la cabeza hace horas y no lo dejaba concentrarse, además su reunión seria en un par de minutos, en el bar del hotel y aun le faltaba arreglar un par de cosas mas antes de irse. solo que ese pequeño incidente de antes no lo dejaba pensar con claridad.
entre risas y uno que otro comentario se abrió la puerta de la habitación; era Gabriela y los pequeños se veían muy felices, la pequeña Elena corrió hacia su padre para abrazarlo, el joven no tubo mucho tiempo de reaccionar así que correspondió al abrazo de su pequeña hija, de lo que no se percató en ese momento era que la niña aun estaba mojada, al darse cuenta la soltó de inmediato
_es enserio Elena _dijo el joven muy molesto, ya que la niña sin darse cuenta lo había mojado
_papi lo siento, no quise hacerlo, no me di cuenta _dijo la niña muy avergonzada y con los ojos cristalizados debido al grito de su padre
_no me sirven de nada tus disculpas, gracias a ti voy a tener que cambiarme de nuevo y probablemente llegue tarde otra vez _dijo el joven completamente enfurecido y alzando la voz cada ves ma
_que diablos pasa contigo Sebastian _interrunpio Gabriela al ver como a la niña se le salían unas cuantas lágrimas _solo te vuelves a cambiar y ya, no tienes porque tratarla así.
_yo estoy hablando con mi hija Gabriela así, que te pido el favor de no meterte, esto no es asunto tuyo
_pues sabes que si, lo es y no voy a dejar que te sigas comportando como un completo cretino, que pasa contigo desde que llegamos tienes esa actitud
_no se de que hablas pero ahora da igual, no voy a seguir discutiendo contigo porque tengo que cambiarme y se me esta haciendo tarde.

tu y yo entre dos mundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora