Dorado y azul.

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—¡Joder! —el grito de Stiles retumbó en todas las habitaciones, tenía sus ventajas tener casa sola esa noche.

Cuando la fecha de luna llena estaba cerca ambos estaban increíblemente más sensibles ante cualquier sensación, y era algo con lo que Stiles estaba encantado.

El sexo con un hombre lobo era maravilloso y lo llevaba a un lugar del que no quería regresar por lo menos en un rato. Pero eso era cuando él era solo un humano frágil que podía romperse en un mal movimiento de Derek. Ahora ambos estaban en igualdad de condiciones y el sexo había pasado a ser grandioso.

Derek no se contenía a la hora de embestirlo, siendo cuidadoso para no provocarle heridas, pero a un ritmo al que no tenía nada acostumbrado al castaño, y éste parecía llevarlo demasiado bien.

Stiles alzó un poco la cabeza para poder alcanzar el cuello de su novio y dejar una pequeña mordida en su manzana de Adán, pasó su lengua con cuidado por toda la extensión de su cuello e inspiró el olor de Derek.

¡Por fin podía decir cuál era la esencia de su novio! Menta y bosque, porque Derek olía exactamente igual al interior del bosque, con toda la combinación de esencias de los árboles, creando un perfume realmente único, y Stiles sintió desfallecer al percibir unas notas de su propia esencia mezclada con la de Derek.

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—Encontraron a otra persona, con las mismas marcas y la misma sangre negra—Stiles estaba pendiente, desde el piso de arriba, de la conversación de sus padres con su alfa.

Beacon Hills llevaba dos meses sufriendo ataques de animales, o eso era lo que decía la policía y las noticias. Animales que tenían un veneno tan extraño que provocaban un extraño color en la sangre y derrames por la nariz y las orejas, incluso por los ojos.

Aunque ellos sabían que si era un ataque de animal, pero no de cualquiera, todo eso indicaba que había un alfa mordiendo gente inocente y dejándola morir ya que no podían soportar la mordida.

Stiles suspiró y miró a su novio desde la ventana. Derek estaba entrenando para su próximo partido de básquetbol. No pudo evitar morderse el labio inferior al ver como se estiraban los músculos de su espalda y la manera en la que sus shorts caían en su cadera.

Sus lascivos pensamientos se vieron interrumpidos cuando alguien tocó la puerta.

—¿Qué opinas de todo esto? —miró a su alfa a los ojos antes de suspirar.

—Sea lo que sea que están buscando no se detendrán hasta obtenerlo —Talia enarcó una ceja como sólo los Hale podían hacerlo —. Me refiero a que no creo que quieran acabar con el pueblo entero, es más fácil solo atacarlos que esperar una semana para morder a cada persona —se pasó una mano por el cabello—. Y si están armando una manada se quedan sin opciones, porque la mordida no está funcionando —se estremeció al pensar que él pudo haber acabado como cualquiera de todas esas personas.

—Y yo también me estoy quedando sin opciones, porque la única otra cosa que se me ocurre es que quieren ocupar este territorio, pero ya se están tardando demasiado para ser solo una declaración de intenciones.

Talia ladeó la cabeza y analizó todo lo que su yerno le acababa de decir.

—Puedo ver lo que me hijo ve en ti, Stiles— el chico levantó la mirada abruptamente— me acabas de dar una buena idea sobre lo que esos lobos pueden querer— le dio una sonrisa antes de salir de la habitación.

Stiles se quedó tan desconcertado que solo se dejó caer en la cama mientras pensaba en todo lo que estaba sucediendo.

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Colored eyes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora