Colored eyes.

Azul.

—¿Desde cuándo desapareció? —le preguntó Stiles a su padre.

Lo vio tan agobiado que decidió sentarse con él a revisar el caso de Scott McCall.

—Dos semanas —el sheriff suspiró —. Dos semanas que su madre me ha llamado a diario para saber si hay algo nuevo, pero...—señaló los papeles frente a él —. Sigo sin pistas, no encontramos su motocicleta ni nada de lo que llevaba el día que se perdió.

O le sucedió algo peor, pensó Stiles.

—Derek y yo podemos ir a buscar su rastro, si quieres —ofreció mientras se tocaba la nariz —. Puede que encontremos algo.

John Stilinski le dedicó una sonrisa cansada.

—Vayan con cuidado —Stiles se levantó de la mesa mientras marcaba el número de su novio —. Y no se entretengan haciendo otras cosas —el chico enrojeció hasta las orejas y su padre soltó una carcajada.

Salió lo más rápido que pudo de casa.

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Derek siempre había sido más rápido que Stiles al correr, por eso es que el castaño llevaba un pequeño puchero en los labios mientras iba detrás de su novio.

—No es justo —dijo en voz baja el castaño, sabiendo que Derek le escucharía.

—¿Por qué dices que no lo es? —Derek estaba sonriendo.

—Porque esto no es lo que sucede en las películas —Stiles esquivó una rama saliente del suelo —. En las películas siempre el nuevo es más rápido, más fuerte, más letal —lo último lo dijo en un susurro—. A tu lado me siento como un cachorro.

Derek alentó su paso para quedar a la altura de Stiles.

—Eso es porque eres un cachorro, Sti, aun te falta mucho por aprender —el puchero de su novio se acentuó y como los pensamientos de Derek siguieran por el camino que habían provocado esos labios la búsqueda se iría al carajo.

—Calma tus hormonas, chucho —Derek rodó los ojos —. Primero acabemos la búsqueda y después podremos hacer de todo.

Derek enarcó una ceja sugerentemente.

—¿De todo? —Stiles se acercó y le plantó un beso en la línea de la mandíbula.

—Lo que tú quieras —el paso de Derek se había reducido a caminar mientras trataba de agarrar la cintura del castaño para darle un beso en condiciones.

Stiles soltó una risa y echó a correr, dejando a su novio detrás.

Derek rugió y salió en pos de su novio.

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—Hay un olor extraño aquí, Der —el pelinegro ya se había acercado a Stiles mientras escudriñaba la zona.

—Lobo —murmuró, Stiles asintió.

—Y es reciente, no debe tener más de dos días— el castaño dejó la sudadera de Scott McCall en el suelo, sabía que era de él porque correspondía con la grabación del día que desapareció.

Había varias pisadas en el suelo, todas de diferentes tamaños, pero por lo que pudieron percibir eran tres pares.

Tres personas estuvieron ahí, la pregunta era, ¿dónde se encontraban ahora? Y más importante, ¿había alguien más desaparecido?

—Tenemos que ir con tu padre —Derek tomó la mano de Stiles, pero éste dio un pequeño tirón, haciendo que se quedaran en un su sitio.

—Espera, esto es evidencia y no podemos dejarla aquí —sacó una bolsa impermeable y con una etiqueta impresa de su mochila, Derek negó con la cabeza, sabía que a veces su novio se las daba de detective.