Melodía De Violín.

Carta número 5♡

-¿Luffy-san?.- Era noche, me tocaba vigilar.

-Brook.- Tu voz estaba ronca y tus ojos rojos, buscabas consuelo. ¿Qué habías soñado aquella vez como para que me buscaras por un abrazo?

-¿Qué ha pasado?, ¿te duele algo?- Me puse a tu altura y aprovechaste eso para abrazarme por el cuello.

-Yo... tuve una pesadilla.- Las pesadillas eran ya tan comunes en ti desde que nos habíamos reunido de nuevo, no sabía como tratarte y lo único bueno que se me ocurría era sentarnos en medio del barco, tú en medio de mis piernas mientras yo tocaba una melodía con el violín para que pudieras dormir y funcionaba. Eras un niño tan inocente, como me dolió pensar que ya no eran tan niño, la muerte de tu hermano te afectó ¿verdad? En serio me lamento por no poder estar ahí para ti, para tocarte una melodía de violín.

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-¡Luffy!- Te había gritado Nami-san. Te habías despegado de mi lado para ir a la navegante. Me quedé observándolos mientras reían, de alguna manera me daban celos y me sentía ridículo ¿cómo un viejo de 90 años puede estar así por un chiquillo de 19?

-Brook, ¿estás ocupado?- La arqueóloga se acercó haciendo que me distrajerá por un momento y olvidara mis ridículos celos.

-No Robin-san, ¿pasa algo?

-Solo quiero que me ayudes a cargar unas cosas ¿no te molesto?- Se inclinó hacia enfrente haciendo que sus pechos se notaran de una manera provocadora, tuve una pequeña hemorragia y no pude evitarla. Mis gustos por las mujeres no habían desaparecido.

-Yo te ayudo Robin.- Habías aparecido de la nada mientras tomabas el hombro de aquella mujer. Le sonreíste y ella te guió al lugar, aquella mirada de enfado jamás la olvidare, estabas celoso y eso me alegraba. En verdad me amabas.

¿También podías estar celoso de mí, Luffy-san?

Eras tan extravagante capitán, tanto que no te importaba nada. Eso era lo que más me encantaba de ti.

Por algo me amabas y por algo te amaba, tal vez no eramos tan diferentes.

-Carta entregada.