Carta número 9♡

203 34 4
                                    

Pasamos por muchas islas, creando grandes recuerdos que se quedaron plasmados en la memoria de todos, hubo fuertes batallas, problemas en la tripulación y entre nosotros dos. Dime Luffy-san, dime que todavía puedes recordar todo eso, hasta las cosas más dolorosas... dime que no me has olvidado.

Una de las cosas que ni la muerte me va a quitar de la memoria es el día en el que sufrí por unos papeles guardados en un sobre amarillo y que este mismo estaba guardado bajo la tierra de los árboles de mandarinas de Nami-san. Juro que no fue mi intención verlos, sólo estaba paseando por ahí y vi la punta de aquel sobre que salía de la tierra.

Lo desenterré del suelo, lo limpié y después lo abrí para poder encontrarme con una información tan devastadora que nos llevaría al fin de nuestras aventuras. Mis ojos no tardaron en llenarse de lágrimas y con el papel en mano fui a buscarte, deseaba que fuera una broma tuya o de alguien más pero me negaba a creer que lo que decía ahí era una verdad que corría por tus huesos.

Corrí por todas partes, abriendo puertas y cerrandolas al ver que no estabas, mi ansiedad se volvió pánico ¿Y si ya no estabas? ¿si te había pasado algo?

El último lugar que revisé fue tu lugar especial, lugar donde sólo tú tenías el derecho de estar (y a veces yo pero sólo si me lo permitías), ahí tenías que estar, era el único lugar que no había revisado. Con la respiración agitada grité tu nombre lo suficientemente alto para que me escucharas.

-¡Luffy-san!- Tu cabeza se asomó de la cabeza del Sunny y me sonreiste, ¿cómo podías ocultar tan bien ese secreto detrás de una inocente sonrisa?

-¿Qué pasó Brook?- Miraste mi mano, donde sostenía aquel sobre amarillo y tu expresión cambió radicalmente. Después de todo era verdad, ya no podías mentirme más.

-¿Es verdad?.- Alcé el sobre mostrandolo sin contener mi temblor.- ¿Todo eso es verdad, Luffy-san?- Suspiraste y bajaste de un salto de tu lugar favorito.

-Sí.- Tu sombrero ocultaba tus ojos, me quede parado frente a ti, con lágrimas en los ojos mientras trataba de procesar todo.- Brook.- Susurraste mi nombre y tomaste mi mano, yo no reaccionaba, yo no podía hacerlo.- No te preocupes.- Lo dijiste con la voz más dulce que tenías mientras te parabas de puntitas y jalabas mis ropas para darme un beso.- Todo saldrá bien.- Me abrazaste para calmar mi miedo, parecías tan tranquilo, tan sereno a pesar de que ya sabías tu final, ya podías casi tocarlo. Eras tan maduro que no podía creerlo. Jamás sabrás lo mucho que te amaba ni lo mucho que te admiraba.

-¿Se los dirás?

-Creo que será lo mejor... después de todo me pondré peor y ya no podría ocultarlo shishishi.- Me dejaste desconcertado con tu risa, no creo que en verdad estuvieras así de tranquilo pero si lo estuviste, en verdad eras valiente.

En la noche reuniste a todos, se los dirías, estabas decidido pero podía ver el miedo en tus ojos, tenías miedo de que la tripulación fuera un caos después de todo.

Todos te escuchamos y mientras tus palabras seguían los ojos de todos mostraban confusión, miedo, tristeza y amargura. Chopper estaba tranquilo y puedo decir con certeza que él era el único que lo sabía.
Muchos empezaron a quejarse, decirle a Chopper que te salvara que encontrara una cura pero el renito se limitaba a ver el suelo, tratando de contener su propio llanto.

-Lo siento chicos.- Sonreíste. Estábamos tan cerca de convertirte en el rey de los piratas, tan cerca de realizar nuestros sueños que no podíamos creer lo que salía de tu boca.- Cuento con ustedes para... poder seguir adelante.

Quedamos en apoyarte, ayudarte a que tu dolor fuera el menor posible para poder alargar tu vida.

-¿Cuanto tiempo te queda?

-Dos años.

-¿No... no hay cura?

-No.

-Lo sentimos Luffy.

Aquella noche nadie pudo dormir, daban vueltas en la cama y otros simplemente salían a tomar aire fresco para calmar su tristeza. Esa noche te quedaste dormido entre mis brazos, me la pasé toda la madrugada mirando tu rostro e imaginando cosas que jamás pasarían, como un juntos por toda la eternidad.

Esa noche deseé que tu cáncer estuviera en mí, sería lo lógico ¿no? Ya que mis hueso están más expuestos, me hubiera encantado tener cáncer de huesos por ti.

Tal vez esto no lo sepas Luffy-san pero toda la tripulación lloró por ti en todo el trayecto hasta tu sueño, no querían que los vieras llorar o sufrir porque todos sabían que sólo te lastimariamos más.

¿Te acuerdas de esa noche capitán? ¿te acuerdas cuando todo se derrumbó en ti?

-Carta entregada.

●●●●●●●●●●●

Holi uwu la imagen de multimedía muestra un cráneo humano con cáncer :"v

Melodía De Violín.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora