-¡No me jodas! ¡No voy a ir hasta la villa! ¿Querés que me maten?Ramón me quedaba mirando embobado, tipo que me miraba los labios el zarpado. Cuando dejé de hablar se empezó a reír de nuevo, me daba ganas de cagarlo a piñas por pelotudo.
-Fuá, wacha so re dramática. Yo te acompaño y no pasa nada, y despue si quere te va a la mierda.- se rascó la cabeza el piojoso y después se levantó y caminó hasta la salida, lo seguí desde atrás. -Igual el Brayan e re pelotudo, ni se da cuenta de que le sacan las cosas. Ahora le mando un buasá a mi amigo a ver si lo vió.
-*WhatsApp.
-To piola amea, gracia.
Ah, ahora sabía inglés. Ya me estaba poniendo los nervios de punta el negro ese. Rodé mis ojos y lo detuve en la puerta.
-Te juro, Ramón, que si me llega a pasar algo mi amigo los va a demandar a todos y principalmente a vos, mi papá es abogado así que no juegues conmigo. Vamos a esa villa y nos salimos lo más rápido que podamos, ¿ok? Y no quiero rodearme de tu... "Especie" así que mantenés a cualquier amiguito lejos de mi.- puse los puntos en claro, me arreglé el pelo y empecé a caminar, ni idea hacia donde teníamos que ir pero quería estar alejado de él. Lástima que parecía ser rápido porque llegó a mi lado en menos de un minuto.
-No te va a pasar na, allá me conocen, quedate tranca vo.
-No me sorprende que te conozcan.- hice una mueca de disgusto. Él rió, era como si cualquiera de mis palabras hirientes le resbalaran.
-Eh, no me dijiste como te llamá. El contacto no tenía tu nombre.
Suspiré, decirle o no mi nombre no hacía gran diferencia, después de todo ya estaba caminando con él hacia una villa, re grasa y encima dependía de él para que me "cuide" por si algo pasaba ahí.
-Soy Jin.- dije resignado, él me miró raro.
-Si, me parecía, tené cara de china, pero decime tu nombre.
Me estaba jodiendo.
-¡Soy Jin!- dije de nuevo, el rió.
-Ya sé que sos china pero decime tu nombre.
-Andate a la mierda negro feo.
Ramón rió, al parecer solamente me estaba jodiendo, hijo de puta. Miré hacia otro lado tratándome toda la rabia, tenía que caminar no sé cuánto con un tipo al que apenas conozco para ir a una villa llena de negros a recuperar un celular que ese mismo tipo había robado, ¿cómo acabé acá? Me preguntaba lo mismo. Creo que estaba demasiado metido en mis pensamientos porque de un momento a otro un auto pasó a escasos centímetros de distancia de mí, por suerte (o mala suerte, depende) Ramón me había estirado hacia la vereda y ahora me tenía abrazado. Mi corazón latía a mil por hora y créanme que solo era por el susto, no por el hecho de que ese chabón me tuviera abrazado, encima tenía un olor a chivo, de seguro no lavó esa campera en toda su vida, debe vivir en un chiquero.
-Ya está, dejame.- dije y me separé de él rápido, limpié mi suéter rosa por si le había dejado mugre y volví a caminar como si nada, esta vez si miré el semáforo, no vaya a ser que me abrace de nuevo el sucio.
-De nada.- susurró él y aunque me hice el que no escuchó la verdad es que si lo escuché, pero no me sentí mal ni tampoco le día las gracias, mi orgullo es más grande que su dignidad, debe ser más grande que su casa entera si tiene.
-Entonces... Ese tal Brayan, ¿es peligroso? No quiero meterme con esa gente, si tiene un arma te juro que te empujo y me voy corriendo.
Ramón rodó los ojos, parece que estaba bastante cansado. -La mayoría de las personas de ahí son peligrosos.- rió. -Tranquila mamu, yo te cuido.
Otra vez con creerme mujer, ¿que mierda le pasa?
...
Estuvimos caminando muchísimo, demasiado, pero al final llegamos al "mundo de abajo" como yo solía llamarlo. Horrible todo, eran como las nueve de la noche, casi diez y andaban con la cumbia villera a todo dar, que grasas, re out. Las casas eran más que nada casillas y las calles ni hablar de mugre y tierra, nada que van a tener clase. Unos pares de villeritos me quedaron mirando mientras entraba, algunos con bronca, otros como que les chupaba tres huevos que fuera hombre, tipo Ramón, me miraban como si me fueran a secuestrar, negros babosos. Hice una mueca de asco y Ramón se acercó a mí, su boca estaba muy cerca de mi oído, basta, que asco.
-Yo que vo dejaría de hacer esa cara o te van a matar acá nomá.
Qué carajos. Cambié mi cara de asco por una ligera y apenas visible mueca de miedo, ya fué, me había metido a la boca del lobo como un pobre, lindo y tonto conejito a punto de ser comido.
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¡Hola Princesa! (Namjin)
HumorTodo comienza con un robo, un "Negro Villero", un teléfono y una confusión bastante tonta. Jin y Ramón pertenecen a mundos totalmente diferentes y unirlos no sería la mejor idea. "-¡Y para que te quede claro, soy hombre!" 🌸Lenguaje argentino. 🌸Hu...