Sus ojos se abrieron perezosos recorriendo la cueva en busca de aquellos cabellos liosos, los encontró en poco tiempo, meciéndose gracias al viento. Una sonrisa apareció en sus labios ante tan hermosa visión, pero como los sabios fue corta su acción. Así, con un abrazo cálido al hada desnudo envolvió y en medio de quejidos molestos el castaño los ojos abrió.
— ¿Por qué interrumpes mi sueño, amado mío?— Yuri, cariñoso preguntó.
— Vamos, abre ya esos hermosos ojos, necesitamos ir a cumplir con sus matutinos antojos, quizá buena idea sería un poco ir a nadar, claro, si te logro de este lugar levantar — Risueño el dragón comento.
— Desearía quedarme aquí todo el día ¿No puede haber otra vía? — El perezoso hada protestaba.
— No, vamos arriba, arriba.
Con cuidado, el hada se puso de en pie, descubriendo ante el mayor su cuerpo desnudo, dejando a Otabek obviamente mudo. Su novio era tan encantador, aún no entendía como aquella noche había tomado el valor de causarle tanto dolor, pero aún recordaba como en medio de tanto clamor, había logrado hacerle el amor.
Procuraron no tardar mucho en el baño, jugaron cual niños como solo lo hacían una vez al año. Pero pronto, Otabek el cielo comenzó a observar y un mal presentimiento su pecho comenzó a inundar.
El aire olía a ira y este el fuego envolvía, ¿Qué era lo que ocurría? Con cuidado, a su pequeño novio entre los brazos tomo, pues sabía que era su culpa que no pudiera caminar, aquello no le tenía que importar, era más importante su seguridad.
Fue por ese motivo que a la cueva regreso y con hojas, besos y caricias cálidamente lo arropo.
— Yuri, me mata tener que dejarte, pero que se un par de horas tu podrás cuidarte, no te alejes mucho de este lugar, no quiero tener que irte a buscar.
— Estaré aquí esperando tú regreso... ¿Pero por qué siento sobre tus hombros tanto peso? Antes de irte dame un beso, en su ausencia solo quiero pensar en eso.
—Tengo un mal presentimiento, pero si mi amado quiere un beso lento, le expresaré en este todo lo que siento.
Sus labios se encontraron en tan delicioso ósculo, haciendo del deseo de irse de Otabek algo nulo, pero sabía su deber y esperaba que al llegar no tuviera nada que temer.
Emprendió su camino hacía su madriguera... ¡Vaya, quien lo viera! Comportándose frente a los suyos como toda una fiera, dedicando una fuerte mirada a todo el que lo viera.
Los dragones estaban inquietos, en el aire sus quejan se quemaban, cada queja en la mente del líder se grababan.
— ¡Hemos olido comida en estos lares! desde hacía más de 20 años que un hada no se aparecía en estos lugares — Dijo un dragón de mal aspecto.
— ¿Cómo puede algo así pasar desapercibido? — Grito el líder enfurecido. Aquel dragón a Otabek tanto se parecía, el líder del aquelarre el papel hacía, su padre que enfurecido el enorme hocico abría.
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La leyenda del hada y el dragón. { OtaYuri }
FanficYuri es un hada que no recuerda su pasado. Otabek es el dragón del que se enamoró. ¿Por qué el hada al dragón está anclado? ¿Por qué el dragón, su amor aceptó? Una historia OtaYuri escrita en rima