6.

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Todos estos casi 9 meses no fueron nada agradables. Bueno, no mucho. Ya no podía soportar ni un minuto más dentro de mi habitación.

Por lastima y sorpresa, el problema de no poder sentir mucho las piernas por la operación empeoró cada vez más. Claro, las puedo mover y sentir, pero no lo suficiente como para caminar desde mi cama hacia el baño. Así que, no he tenido vacaciones, clases, en realidad nada en todo lo que ha pasado de año. Que envidia, ¿no? No, es desagradable.

Lo bueno, quiero creer, es que a veces tengo visitas de mi MAPS y del que aún insiste de que seré su esposa. Mágicamente ellos se hicieron más cercanos y están haciendo lo imposible para molestar mi reposo con sus intentos de romanticismo. ¿Saben? Eso no es bueno, ni un poco.

Lo único que he podido hacer es estar en mi celular y estar haciendo lo de ahora: quejarme por lo poco productivo que he hecho. Pero tiene sus ventajas: No tuve que soportar el frío o los destrozos que hizo la extraña nieve entre todo Santiago. Algo es algo, ¿no?

Para por fin cambiar de tema, debo admitir: Estoy nervioso. Hace poco me llegó un mensaje, que sorpresa fue ver que era el chat de Edgar y que dijiera que iba en camino. Digo... Sí, somos amigos. No tiene nada que ver que nos hemos besado más de siete veces, claro que no. Somos unos grandes amigos.

Sí, según para muchos, he friendzoneado a Edgar de una manera cruel. No entiendo por qué lo dicen.

Por dios, ¿a quién engaño? Ni yo sé qué relación tengo con Edgar, por eso opté por la forma más fácil: A pesar de todo, ambos somos amigos. También admito, no me gusta mucho esa idea.

—Manu, tesoro. Edgar ya llegó, ¿vamos? –Que pena que tu madre diga eso. Por el problema antes dicho, tampoco puedo hacer tanto esfuerzo, aún estoy con la maldita silla de ruedas. Yo, asentí, y me levanté con cuidado de mi cama y con la ayuda de mi madre bajé por las escaleras y me senté en mi preciada silla, para así por fin ir donde Edgar, quien estaba en la sala de estar sentado, se le notaba nervioso.

—Aquí tiene a su princesa, Edgarcito. Yo tengo que salir para ir a buscar los exámenes de mi Manu, cuidalo mientras no estoy, ¿ya? ¡Adiós! –Habló mi madre, para luego tomar sus cosas e irse de la casa, dejándome a Edgar y a mí obviamente solos. Incómodo.

—Uhm... Y... ¿A qué viniste? –Pregunté, aún no atreviéndome a mirarlo, pues sabía que él me miraba a tí.

—B-Bueno... Te digo primero, muchas gracias por aceptar. No creí que me dejarías seguir enviándote cartas, pero ahora por mensaje. ¿Sabes? No es lo mismo, era más lindo poder ver tu cara, no un pacman llorando. –Me sonrojé ante eso por vergüenza. Es que, ¿qué más quiere que responda si en cada uno me dice cuánto me extraña? ¡Es lo primero que se me ocurre!

Solté un suspiro, para poder por fin conectar mi mirada con la de él. Como dice el Nico, nosotros tenemos algo llamado "Tensión sexual", ¿de qué trata? No lo sé, él no me quiere decir, y si lo hace, no lo entiendo.

—Segundo: He estado hablando con tu madre –¿Hasta ella me traiciona? Ya no hay en quién confiar–... Y, según no fallan, en menos de tres meses podrás volver. Lo cual no tienen sentido si en realidad este semestre son puras actividades, suertudo.

—En serio, esto no es suerte. ¡Es horrible! –Y, después en muchos meses, escuché la risa escandalosa de Edgar. Maldición, su risa es exageradamente molesta y agradable.

Y, en fin. Pasó toda la tarde conmigo, hablando de los chismes de la escuela, sobre el Nico y el Jaime y contándome más de él. Nada fuera de lo común, y eso me asustaba.

—E-Eh... Eddie, no es por interrumpirte, pero ya serán las diez de la tarde –Ya estaba más de cinco horas conmigo, él debía ir a descansar. Él, al escucharme, soltó un fuerte suspiro.

—Hmn... Está bien, ya sé que es tarde –Hizo un puchero, siendo de todo menos tierno–... Tu madre debe de estar llegando, no creo que estés tanto tiempo solo.

Y, él se fue a la puerta principal mientras tomaba sus cosas, y yo, estaba detrás de él empujando las ruedas con mis manos. ¿Qué? Quería despedirme de él.

—Uhm... Bueno. Muchas gracias por venir, Edgar –Dije, cuando ya estábamos frente la puerta.

—No es nada, ¿por qué no aprovecharía estar contigo?

—Eres un gran amigo, te quiero. –No le tomé importancia la mirada molesta de Edgar al escuchar eso. Es más, tampoco le di importancia cuando se acercó bruscamente su cara hacia la mía. Así es, me había besado otra vez.

Sentir sus labios contra los míos me daba nervios, era una sensación tan única, adorable y sofocante. Le gustaba todas estas mezclas de sentimientos que Edgar les proporcionaba. Él era como un mago.

Luego de unos segundos, nos separamos, pude notar que él tenía el mismo fuerte sonrojo que yo; él mirando mis labios y yo los suyos. Esto hacen los amigos, ¿no?

—Ya me voy, Yelito. Me voy, cuidate. –Y recibí otro corto y rápido beso, y sin poder responder él ya se había ido como alma huyendo del diablo.

¿Y ahora qué hago? Mi corazón está a mil, mis mejillas extremadamente rojas y sentía que mi boca quemaba. No puede ser... ¡No y no!

Y me siguo preguntando... Este tipos de cosas lo hacen los amigos, ¿no?

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Debo admitir, no había actualizado porque tuve un feo bloqueo creativo. ¡Pero esta vez en serio volví! Lamento mucho por toda la gente que esperaba algo mejor que esto. TuT

Sé que esto es puro gay, pero como Manuel pronto dejará de estar en casa y volver a la escuela, ahora se viene lo shido xdxDxd.

♥Mucho amor para cada uno de ustedesss. ♥

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⏰ Última actualización: Jul 29, 2017 ⏰

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Together Forever ➳Edyelo|SeasonTwo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora