Capitulo Uno

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Capítulo Uno

¿Saben que odio?

Sostener una conversación en la que soy participe, o sea, que tomen el control y no me dejen opinar.
Es agotador hasta para mí, solo escucho, es demasiado para procesar, pero, aunque odie permanecer en silencio me siento tranquila, no estoy obligada a sostener una conversación forzosa la cual gran parte no quiero corresponder. No me mal interpreten, sencillamente hoy no me encuentro en mis buenos días. Hoy no me siento entusiasta, mi nivel de sociabilidad está en cero.

Si al caso, tolero mi entorno.

Pero hoy me siento más fastidiada de lo normal.

¿Hormonas? No lo creo, aún no me ha llegado mi periodo.

¿Odiar al mundo? Quizás.

¿Querer hacerme bolita y dormir? Claro que sí.

Pero ni lo uno ni lo otro, mi realidad es: Apurarme e ir a trabajar antes de que se me haga tarde.

Asiento distraídamente mientras termino de imprimir unas ilustraciones para concluir las actividades que tengo para llevar al trabajo.

Jordan habla y parlotea sobre lo feliz que está con su nuevo ascenso.

Debería estar feliz por él, pero después de veinte minutos me comenzó a irritar su euforia.

Soy una pésima novia, lo sé.

¿Por qué? No lo sé, quizás tenía un poco de envidia o quizás tenía la sensación de que nuestra relación podría desbordarse o quizás, comencé a cogerle fastidio después de dos años.

Eran tres probabilidades de las cuales no estaba segura.

Un acenso implica un nuevo cargo, una nueva responsabilidad lo que conlleva: viajes y más viajes de negocio.

¿Y yo? Bueno... aquí, limitándome sonreír de boca cerrada mientras termino de empacar los folders para la clase.

Trabajo en una de las escuelas interestatales de Chicago en las que consta de dos jornadas, primaria y secundaria. Había optado por tomar el curso de tercer grado, los niños no me incomodaban, sus padres intensos sí.

Era pedagoga y me gustaba mi trabajo pese a la ardua jornada, no era infeliz en mi trabajo, pero podría estar en otra área. Mi sueldo bastaba para subsistir, pero, aunque quisiese postularme me faltaba experiencia y yo recién me había graduado y la escuela me había contratado luego de haber concluido mis pasantías, era una de las profesoras más jóvenes, tuve que pasar por muchos filtros para poder ser pedagoga, mi desempeñó ayudó a quedarme y ganarme un puesto, por ser tan joven y sin experiencia muchas veces descartan a los recién graduados.

Tuve suerte.

—¡Finalmente nos vamos a Alemania Eider! —exclamó muy convencido

Oh, oh.

—Será mejor ir haciendo las maletas porque nos vamos mi amor. —continúo— sé que tienes una vida, un trabajo, pero podemos iniciarla nuevamente, en Alemania cuentan con Institutos mejores de lo que Chicago te puede ofrecer...

Y sí, Jordan tenía razón, podría ser una mejor calidad de vida, pero no para mí.

Alemania nunca estuvo en mis planes.

Le seguí la idea a Jordan no por ser egoísta o empática sino porque veía ese futuro muy lejano y sé que el presente es incierto, pero recién había iniciado mi vida laboral docente ¿dejar todo botado por el sueño de mi novio? Lo dudo.

Mi Acosador no tan secreto | SEGUNDA PARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora