Capítulo 14: El fin de una guerra y el comienzo de un bello sentimiento

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P.o.v. Shin

-¡(Tn), ya vasta por favor, no te hagas más daño!- Le dije muy preocupado y la tomé de los hombros para que dejara de golpearse

-La Tie-rra Shin... mi planeta... no queda nada- Me dijo muy asustada, sus pupilas palpitaban al borde de las lágrimas así que me la abracé con cuidado mientras acariciaba su cabello

-Tranquila.... Lo único bueno es que... que estas aquí conmigo y que estás bien- Le dije muy cerca del oído para que solo ella pudiera escucharme- Tenía tanto miedo de que...

-Pero todos estamos en peligro... ese miserable.... No importa si lo volamos en pedazos mil veces; no se muere con nada- Sentí como empuñaba sus manos apretando un poco mi traje- Maldito, maldito, mil veces maldito... se atrevió a matar a mis hermanitos... y a mi madre

-Algo se nos ocurrirá... no te preocupes, yo no voy a perder las esperanzas; vamos a salir de esta, te lo prometo, mi-mira...

Ella de a poco me soltó y se alejó de mí un poco con la cabeza agachada, su fleco me impedía ver sus ojos, permaneció un segundo así y luego comenzó a hablar en voz baja y algo ronca

-Shin... Vamos a morir... ¿No es así?... Nos va a matar a todos

-No digas eso- Tomé sus manos para cobijarlas con las mías- Ya verás como todo se resolverá, te lo prometo

Ella me miró, su expresión era como la de una pequeña niña tímida, era tan bella que en verdad quería dar mi vida para protegerla si era necesario.

De pronto su mirada se desvió hacia la esfera de cristal en donde pudimos ver como Majin Boo, con su nueva apariencia , se había regenerado por completo y al parecer nos estaba buscando pues no dejaba de mirar en varias direcciones y de pronto así como por arte de magia este desapareció

-¿A- a dónde se fue?- Preguntó Kibito

Justo en ese momento todos sentimos una horrible y maligna presencia detrás de nosotros, efectivamente era él, estaba a solo unos metros de todos nosotros y no paraba de mirarnos fijamente como una fiera al asecho, al lado mío sentí como el Ki de (Tn) se incrementaba de manera preocupante, me giré para verla; estaba realmente molesta y dispuesta a atacar pero hacer eso sería una completa tontería, ese monstruo podría matarla en un abrir y cerrar de ojos así que la tomé de un brazo para detenerla

-(Tn), tranquilízate

-¡No puedo!- Apretó los puños- Ese imbécil... me arrebató a toda mi familia

-No tienes el poder necesario para...

-¡Nunca le voy a dar la espalda a una batalla!

-En ese caso- Nos interrumpió el pequeño demonio rosa- Tú serás la primera

Majin Boo levantó su brazo con el dedo índice extendido y lanzó un pequeño rayo de energía el cual terminó por perforar el corazón de (Tn), fue tan rápido que no me di cuenta hasta que la débil mano de la joven sayajin soltó la mía fue entonces que me giré para contemplar con gran horror como su cuerpo caía sin fuerzas al piso.

Rápidamente me arrodillé a su lado y la tomé en brazos intentando reanimarla pero era en vano, estaba muerta y yo no podía hacer nada.

-¡MISERABLE, DESGRACIADO!- Dije mirando al acecino- La mataste... la mataste ¿Cómo te atreves?- Sentí como mi Ki se incrementaba de una manera descomunal, jamás me había sentido así, en verdad quería ver correr su sangre- ¡Pagarás por esto!-

Dejé el cuerpo sin vida de (Tn) con cuidado sobre el piso y me lancé sobre Majin Boo para atacarlo con un cubo de Ka shin ko, aproveché que se descuidó esquivándolo para meterle un buen golpe en la espalda con ambos puños entrelazados, bajé a toda velocidad hasta donde había caído y lo tomé de la antena para meterle múltiples puñetazos en la cara hasta que de pronto sentí un intenso dolor en mi abdomen debido a una patada que había recibido, caí al piso sin aliento y comencé a toser, planeaba atacarlo de nuevo pero el señor Goku se tele transportó frente a mí para detener la pelea

Mi fruto prohibido Shin y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora