Capítulo 15: Te confieso que te amo

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P.o.v. (Tn)

-¡Mamá, ya me voy!- Grité desde fuera de la casa, ya lista para irme con Shin quien acababa de llegar por mí.

-Muy bien pero procura regresar antes del atardecer-Me respondió desde el segundo piso de la casa.

-Sí, mamá.

-Óyeme ¿Y tú habitación, jovencita?

-Ya está bien ordenado todo

-¿Y tú tarea? Espero que ya la hayas terminado

-Eeem... eto...

-¡(Tn)!

-¡Vámonos ya!- Tomé a Shin del brazo y le supliqué que nos fuéramos antes de que mi mamá bajara- Rápido Shin

-Kai Kai

Y con estas palabras nos tele transportamos al planeta supremo. Ya no estaba tan destrozado como lo recordaba pero si necesitaba los toques finales, o eso fue lo que Shin me dijo cuando llegó por la mañana a mi casa para recogerme.

-Muy bien ¿Por dónde empezamos, Shin?

-Dijiste que traerías algunas plantas y flores ¿No? Ya solo me falta eso

-Bueno, en ese caso...- Saqué de mi bolcillo una capsula, presioné el botón y la lancé al piso, en cuanto el humo de la explosión se dispersó aparecieron varias macetas con plantas de diversos frutos y flores de múltiples colores- ¿Qué te parece?

-Sugoii, son hermosas- Se acercó a la macetita que tenía una rosa blanca y la acercó a su nariz para inhalar profundamente- Que olor tan delicioso.

-¿De verdad te gustan?

-Me encantan.... Bueno pues hay que iniciar de una vez con esto.

Y así fue que nos pusimos manos a la obra sembrando algunas semillas que traje conmigo y plantando las flores por todas partes.

[...]

-Oye, Shin- Dije con un puño de tierra tras la espalda y en cuanto el kaio shin volteó se lo arrojé en la cara- ¡Uy! Perdón, es que tenías un insecto en la cara y lo quería asustar... Jejeje y creo que se me olvidó que traía poquita tierra en la mano

-¿A sí?- Dijo un poco molesto y viéndome con una sonrisa un tanto perversa- Pues ahora vas a tener que acompañarme al rio para que pueda asearme, mira nada más como quedé.

-Bueno vamos ¿Dónde queda el río?

-Sígueme

Shin emprendió el vuelo y yo decidí seguirlo, me daba tanta risa verlo con su carita llena de tierra, en verdad quería echarme a reír pero tengo que aguantarme.

Llegamos hasta el río el cual no era muy profundo que digamos, de hecho el agua nos llegaba por debajo de las rodillas, nos quitamos los zapatos, nos levantamos un poco los pantalones para no mojarlos y entramos al agua

-Esta algo fría pero se siente muy bien- Dije sonriendo mientras observaba el hermoso panorama del planeta sagrado.

-Oye- Me llamó y en cuanto giré mi cabeza recibí un salpicón de agua directamente en la cara- Tenías la cara sucia- Dijo victorioso y comenzó a reír

-Muy bonito ¿no?- Dije para mí misma mientras él reía y lo empujé haciéndolo caer de sentón en el agua- Ahora tú también ya estas más limpio- Sonreí de lado al verlo ahí tirado y con la ropa toda empapada pero el peli blanco me tomó de un pie para que perdiera el equilibrio y yo también caí al rio.

Mi fruto prohibido Shin y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora