En el camino al lugar donde lo llevaba la chica, Charles observaba las casas un tanto angustiado y cuando finalmente giraron para entrar en la pequeña casa, sus ánimos denotaban nerviosismo.
La casa por afuera no daba la impresión de ser grande, pero lo era, tenía un gran espacio.
Charles estaba tan nervioso que no podía pensar, además de que estaba con una completa extraña de la cual se enamoró a primera vista, estaban en una casa aparentemente vacía. Continuaron caminando por la sala, hasta que la chica se sentó en un sofá y lo invito a tomar asiento también.
¾ Aquí puedo hablarte tranquila – añadió – este es mi lugar favorito, nunca he traído a nadie aquí. Te traje conmigo porque me gustaste y quiero que seas parte de esto.
Charles estaba completamente sorprendido y miro a la chica con una sonrisa que esta le devolvió.
¾ Mi enfermedad me hace sana – continuo la joven – ningún artefacto letal para las personas normales es perjudicial para mi, no me hacen daño. No me da gripa y el cuchillo no me hace afecta.
Nunca el chico había estado tan fascinado como se encuentra en estos momentos.
¾ Estoy seguro de que eso no es malo. ¡Ojala yo poder no enfermarme!
¾ ¿Dices siempre tantas boberías? – dijo Annalise - Al no enfermarme y ser inmune a cosas que para ustedes son horribles, no envejezco. Tengo treinta años y cuando me contagiaron la enfermedad tenía apenas veinte y tres años de edad.
Charles se quedo callado
¾ En ese tiempo tenía cáncer – prosiguió la chica – y tenían que buscar una forma de curarme, pero no existía cura y todavía tampoco pero eso pasa si no busca bien, mi padre llego con el paradero de un joven que se dedicaba a curar enfermedades que según los doctores no tenían cura. Mi padre hablo con él y al cabo de unos días empezó el tratamiento y solo tenía que decir que aceptaba todo lo que él me iba hacer y realmente lo acepte, estaba sufriendo mucho con aquella otra enfermedad y el simplemente me mordió y esa fue mi maldición, me quito una enfermedad y trajo una peor, ahora soy más joven que mi hermana menor. He tenido que varias veces cambiarme de nombre o mudarme, porque luego me tacharían de bruja y me llevarían a la horca.
¾ ¿Por qué crees que yo no te delataría?
¾ Se te ve en tus ojos.
El chico se quedo impresionado y dijo que el también quería ser así, la chica lo miro y se rio a carcajadas por tal jocoso comentario.
¾ Tú no tienes ni la mínima idea de lo que estás hablando, ojala yo ser normal y no tener que alimentarme de sangre y alma de humanos.
¾ ¿Te alimentas de eso?
¾ Si ¿todavía quieres serlo?
¾ Creo que no.
¾ Es mejor así.
La chica se acerco a él y estampo sus labios con los del Charles y al besarla supo que ella tenía que ser de él y de nadie más, y ella también deseaba eso.
Pasaron meses de un hermoso noviazgo y la madre del joven enfermo y este cayó en depresión cuando su progenitora falleció, decidió que el tampoco quería enfermedades, no quería sufrir como sufrió ella, quería ser feliz, sin tristeza.
El dolor que le había dejado la muerte de su madre lo había convertido en una persona aterradora. El asesinaba por gusto y le encantaba.
Annelise ya hastiada por todo esto, se invento una enfermedad y dijo que su inmunidad fallaba y que su enfermedad de hace tantos años, regresaba. El pelirrojo con el dolor que suponía perder a otro ser querido intento remediarlo dándole todo tipo de medicamentos, pero nada funcionaba y ella dijo que lo que la iba a curar era si él se dejaba morder. El asedió, solo por amor.
Y charles se decía las mismas palabras todos los días:
El amor mata, te debilita y te hace menos persona, pero te convierte en algo que nunca has sido, feliz.
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Tiniebla
Novela Juvenil¿Crees realmente que lo bueno siempre gana? Con las frecuentes visitas a la tumba de su esposo, la Srta lowell se encuentra con el indescifrable charles, quien intentara aunque si muchas contingencias de parte de la Srta Lowell, enseñarle otro mund...