5-Lágrimas

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-¿Y mi bolsa?-exclamó Flug al no verla. Seguían en la azotea los dos pero sentía la necesidad de buscarla
-Dejala, solo la quieres para volver a usarla-se quejó
-No es para eso, bueno en parte sí pero me la pondré después-se puso de pie y comenzó a buscarla
Demencia aprovechó que su acompañante estaba muy ocupado y tomó su bebida. Vigilando no ser vista vació un poco la lata y vertió algo de alcohol que sacó de la hielera. Nunca había visto a Flug ebrio. Había escuchado por allí que llegaba a ese estado con facilidad y quería descubrir si esos rumores eran ciertos.
-Aquí la tengo-comentó regresando a su lugar
-Ten tu refresco-dijo con una sonrisa traviesa
-Oh, gracias-sonrió pero ni cuenta se dio de la mirada traviesa de Demencia y dio un sorbo a la lata-Vaya, esto si que sabe extraño-comentó sin sospechar sobre el contenido de su bebida
-Pero aún así tiene buen sabor ¿no?-
-Más o menos-
-Anda. Solo bebe, solo es refresco después de todo-mintió
-Ok.. ¿Qué es lo peor que puede pasar?-

-¡¿Dónde se encuentran esos dos?!-se quejó Black Hat esperando en la sala dando varios golpes al piso con su pie derecho
Ya eran las tres de la madrugada y no tenía ni idea de dónde es que estaban sus dos empleados. Intentó llamarlo a su celular pero  sus llamadas eran descaradamente ignoradas.
En eso abrieron la puerta. Demencia entró primero e iba abrazada con su brazo derecho por Flug, quien iba tambaleándose y balbuceando tonterías, ya llevaba su bolsa.
-¡¿De dónde vienen?! ¡Hablen!-ordenó Black Hat para luego analizar el estado en el que iba Dr. Flug-¡¿Estás borracho?!-
-Que tonterías dices hombre... Obvio no, yo no bebo-dijo Flug, su voz sonaba desorientada y mareada
-Demencia....-
-¿Qué? No es mi culpa que venga de esa forma. Además yo no sabía que se ponía así con el alcohol-volvió a mentir y sonrió
-¡¿Acaso no sabes las estupideces que llega a hacer y a decir?!-
-No-
El villano con sombrero se cubrió la cara y gruñó. No le faltaban ganas para querer ahorcarla.
-¡No le grites! A una mujer no se le grita-intervino Flug
-Callate. Demencia, llevalo a su cuarto. ¡Ya!-
Ella obedeció sin ganas. Lo jaló del brazo y lo llevó a su habitación. Ella no se encontraba sobria, pero soportaba más ese tipo de bebidas. Al llegar él se sentó en su cama. Demencia pensaba en retirarse pero fue detenida cuando él la tomó de la mano para evitar que se fuera.
-Demencia...-
-¿Qué?-
-Te amo-
-Vaya, Black Hat tenía razón, dices tonterías-
-No es una tontería. Es verdad. Te amo-
-Solo es la ebriedad cabeza hueca-
-¡Qué terca! Pero eso me gusta de ti-dijo agitando un poco sus brazos
-Ok, voy a seguirte el juego-
-Pero... Pero...-su tono cambió a uno triste aunque seguía siendo lleno de confusión-¡Pero tú no me amas! ¡Solo quieres estar con Black Hat!-
Demencia pudo notar las lágrimas que caían bajo la bolsa. Se sentó al lado del chico que se lamentaba de todo.
-¡¿Por qué?! ¡¿Por qué de él?! ¡¿Y.. Y por qué no de mí?!-
-Por favor.. Ya calmate-
-¡No! ¡¿Qué tiene él que no tenga yo?! ¿Son sus sombreros? ¡Yo también puedo usar sombreros!-
-No es eso....-
-¿Entonces? ¿Es acaso que no te gustan los científicos? ¡Puedo dejar de serio si quieres!-
-¡Ya basta!-ahora sí estaba molesta-Yo... Debo irme. Duerme bien Flug-
Él continuó llorando y lamentándose. ¿Qué había hecho mal?

Demencia se recostó en su cama y comenzó a pensar. Ni siquiera sabía por qué amaba a Black Hat. Era... Todo eso la confundía. Y con más razón se enojaba. Pero ¿por qué sintió tanta tristeza al ver al hombre de bata de laboratorio de esa forma? Ya no sabía lo que sentía. Debía descansar ahora. Era lo mejor.

Crazy LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora