∞ Would you let me see beneath your beautiful.

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«Querido Extraño,

Hoy, finalmente sucedió. No, todavía no se tu nombre, pero... me miraste.

Yo estaba sentado en un sofá, hablando con una chica y, como siempre, no podia evitar mirarte fijamente.

Pero esta vez fue diferente. Tú, como de costumbre, hablabas con tus amigos, pero cuando te mire, tú me mirabas.

A mí. El tiempo parecía estar detenido, mis manos estaban sudadas, mi corazón latía mucho más rápido, todo mi cuerpo se preparaba para sonreír, guiñar o NADA, pero entonces tu... bajaste tu mirada. La expresión 'decepción' no habría sido suficiente para describir lo que sentía en ese momento y luego, de tener la oportunidad de poder hablar contigo, pero no me atreví. Estaba tan enojado conmigo mismo.

Pero solo segundos después, estaba empezando a sentirme feliz, muy feliz. Porque. Tu. Me. Habías. Mirado.

¿Por que me miras si no estás interesado en mí?

Otro segundo más tarde, la felicidad se esfumo porque llegue a la conclusión de que probablemente solo te aburrías y solo mirabas alrededor del comedor.

La verdad es que ni siquiera sé si te gustan los chicos. No sé nada de ti.

Cuando llego Sonja ayer, se dio cuenta de que algo me pasaba. Quiero decir, como no podia ella, después de todo ella me conoce mejor que yo mismo. A veces eso es bastante aterrador, ya sabes. Me pregunto si me sentía de nuevo mal, pero le dije que no me pasaba nada. Esto no es un tipo de depresión que estoy pasando ahora mismo. Es otra cosa.

Cuando llegué a mi casa, hice un dibujo sobre ti. De nosotros. Del momento en que nos miramos.

Ahora que lo pienso, probablemente fue lo mejor que apartaras la vista, o bien, me habría desmayado. Estoy muy celoso de que tus amigos estén contigo todo el día.

Mañana es jueves. Tal vez te vuelva a ver. Tal vez me vuelvas a mirar de nuevo. Pase lo que pase, no lo puedo esperar.

Adiós,

Even.»

Even dejo la pluma y doblo el papel. Sintió su teléfono vibrando en su bolsillo, asi que lo saco y miro la pantalla.

Había un mensaje nuevo de Sonja: « Mi madre nos invido a cenar este viernes. Yo les dije que si, solo queria avisarte☺ .»
 

Even rodo los ojos. Siempre tenía que ella hacer los planes para él. Metió la carta debajo de su almohada, junto a la del día anterior, luego tomo su teléfono con ambas manos y le escribió a Sonja con rabia. «Lo siento ya tengo planes.» 

Por supuesto, Even no tenía ni un plan para ese día, pero estaba seguro de que habría alguna fiesta en algún lugar.

Perdido en sus pensamientos enojados con lo de Sonja, Even se encontraba mirando Facebook. Un chico que conoció en la escuela, David, lo había invitado a un grupo de Facebook de la escuela, Nissen.

Puesto que Even había sido transferido de una escuela, el había encontrado a algunos chicos con los que él hablaba, pero él no los llamaría amigos. Si, pensó por un momento, un poco de socialización no haría daño a nadie. Fue a los perfiles de los miembros del grupo, cuando de repente vio un rostro extremadamente familiar. ¿Podría ser él? A pesar de que la foto era en blanco y negro, Even reconocía esos ojos en cualquier parte. Miro fijamente la imagen durante unos segundos, luego sus ojos vagaron hacia el nombre que estaba debajo.

«Isak Valtersen» 

La emoción golpeo a Even como un autobús escolar. ¿Realmente había encontrado el nombre del chico? Even tomo una respiración profunda, luego hizo clic en el perfil. No había mucha información. Isak nació un 21 de junio de 1999. Tiene 17 años, dos años menos que Even.

Insatisfecho con la cantidad de información que encontró sobre el chico, Even frunció las cejas. Su dedo se deslizo sobre el botón «agregar como amigo.»

¿Debería realmente agregarlo? ¿No sería espeluznante? Tal vez podría esperar un poco, ver si podían hablar en la escuela, compartir una que otra sonrisa o algo asi.

Suspiro, Even cerro la aplicación de Facebook y bloqueo su teléfono. Volvió apoyar la cabeza en la almohada y miro al techo.

Isak. Ese era un nombre realmente hermoso.

Metido en sus pensamientos sobre el chico más joven y su risa, Even cerró los ojos. Entonces escucho su teléfono vibrar una vez más. Probablemente es un texto de Sonja enojada, Even pensó para si mismo y no encontró razón para abrir sus ojos, coger el teléfono y mirarlo. Segundos después, estaba muy contento de haberlo hecho de todos modos, porque en su pantalla había una notificación que hacía que su corazón casi saliera de su pecho.

«Facebook: Isak Valtersen ha aceptado su solicitud.»





















Cartas a un Extraño ; EvakDonde viven las historias. Descúbrelo ahora