Cartas a un Extraño ; Evak

∞ Same bed but it feels just a little bit bigger now.

«Querido Isak,

Probablemente no me creas cuando digo, que, en este momento, estoy acostado a tu lado. Lo sé, me cuesta creerlo a mí también.

Todo lo que paso ayer parece tan irreal. Que hayas llorando delante de mí, que te haya tomado de la mano, que me haya quedado dormido en tus brazos.

Cuando me desperté hoy, me resultaba tan difícil abrir los ojos porque tenía tanto miedo te que te hubieras ido. Que todo fuera un sueño.

Pero ahí estabas, te veías tan inocente y tan puro mientras dormías, pequeños ronquidos se escapaban de tu boca. Dios, podría mirarte todo el día y nunca me cansaría.

Estoy pensando en levantarme ahora mismo y hacer el mejor desayuno que jamás hayas tenido. Pero no, prefiero quedarme aquí y disfrutar este momento mientras duermes.

No puedo superar el hecho de lo hermoso que eres. Me pregunto que dirás cuando te despiertes. Espero que no estés avergonzado por lo de ayer.

Espera, creo que mis padres están en la cocina. Tengo que terminar esta carta, pero a quien le importa, quiero decir estas acostado a mi lado.

Hablamos pronto mi bello durmiente,

Even.»

Even guardo la pluma, doblo el papel y lo metió debajo de la almohada. Realmente tendría que encontrar un nuevo lugar para ocultarlos si Isak vuelve a dormir más a menudo en su cama.

¿Mas a menudo? Es lindo soñar Even.

Antes de levantarse, Even volvió para mirar a Isak joder, que era hermoso. Lo miro un rato más, contemplando su desordenado cabello rubio, su linda nariz y sus labios rosados que se separaban ligeramente, mientras pequeños suspiros se escapaban de vez en cuando. Even no pudo evitar mover su mano y colocarla en la mejilla de Isak, acariciándola lentamente.

¿Por que no podían estar acostados asi para siempre?

Even escucho otro ruido procedente de la cocina, asi que lentamente se levantó y salió de la cama. Cerro suavemente la puerta de su dormitorio, para que Isak no se fuera a despertar.

Even se dirigió a la cocina. Se dio cuenta de que todavía había unos cuantos vasos rojos y latas de cerveza tirados en el comedor y algo de pintura neón en la alfombra. Perfecto. Pensó Even. Estaba jodido.

Abrió la puerta de la cocina para ver a sus padres sosteniendo unas enormes bolsas de basura azules en sus manos, con «restos» de la fiesta.

Su madre fue la primera en notarlo.

"Buenos días hijo." dijo ella sospechosamente tranquila.

"Buenos días." Even respondió. Ahora, su padre también había levantado la mirada. Even pudo ver la decepción en sus ojos.

"Pensamos..." comenzó, llevando agresivamente otro vaso rojo a la bolsa de basura. "Pensamos que serias lo suficiente mayor para tener la responsabilidad al hacer la fiesta, pero como parece, estábamos equivocados." Even trago saliva.

¿Como podría explicarles que había limpiado todo perfectamente ayer, si no fuera por un chico en especial que le pidió que durmiera junto a el? Un chico que todavía seguía durmiendo en su cama.

Sus padres lo miraron fijamente, como si estuvieran esperando que el hablara.

"Hay vasos por todos lados y más encima hay una mancha en mi alfombra!" grito su madre recalcando en la palabra «mancha». Parecía que estaba a punto de desmayarse. Incluso su padre se puso de pie.

"Esta será la última vez que haces algo asi en la casa, ¿Entiendes?" dijo su padre. Even asintió.

Sin decir nada más, Even paso junto a ellos, tomo un vaso del estante y lo lleno de agua. Luego busco en algunos cajones hasta que encontró un paracetamol. Isak definitivamente lo necesitaría.

Ignoro los comentarios de sus padres acerca de que tenía una resaca y fue directamente a su cuarto.

Tomo bien el vaso con el paracetamol y subió la escalera hasta su cama solo para ver que Isak ya no estaba allí. Él se había ido. Even sintió que la decepción se extendía a través de todo su cuerpo. No, Even levanto las mantas, para asegurarse de que Isak no se escondia alli. Pero no, realmente se habia ido.

Muchos pensamientos pasaron por su mente. Tal vez Isak no recordaba nada de anoche y tenía pánico porque estaba en una habitación desconocida. Pero no pudo haber salido por la ventana, estaban en el segundo piso.

¿Y si Isak salió por la puerta principal, debe de haber pasado por la cocina y si mis padres lo vieron?

Even bajo de la escalera y dejo el vaso con el paracetamol en su escritorio. Luego, abrió su puerta y salió al pasillo fue al baño, pero la puerta se encontraba cerrada. Even intento abrir la puerta, pero era imposible ya que se abría desde el interior.

Hasta que se abrió. Allí estaba el, con unas cuantas gotas de agua en su rostro, con su teléfono en una mano. Even supuso que se había lavado la cara.

Ninguno de ellos dos dijo algo. Isak abrió su boca, pero la volvió a cerrar. Luego paso delante de Even, por el pasillo y agarro su bote que estaba tendido en el pasillo, junto a la puerta principal.

"¡Espera!" Even lo llamo, haciendo que Isak dejara de moverse. Lentamente se giró hacia él.

"No sé que paso ayer ni porque estaba en tu cama, te digo que, si dices algo de esto, te vas a arrepentir." dijo Isak con calma, en su voz todavía había un rastro de somnolencia.

"Creo que estas confundiendo las cosas, Isak." Even contesto, caminando lentamente hacia él. "Tú fuiste el que me pidió que te dejara dormir acá ayer, tú eras el que quería dormir conmigo, ¿Y ahora tú dices que soy el malo?" dijo Even, sus pies se detuvieron justo delante de Isak.

Isak lo miro, en sus ojos se podia ver confusión, mezclado con... ¿Era culpa?

Isak aparto la mirada. "Solo mantente alejado de mí." Siseo, luego se giró, abrió la puerta y se fue.

Even se quedó sin aliento. ¿Que había sucedido?

"¿Quién era el?" pregunto su madre. Even se dio vuelta. Detrás de él, vio a sus padres de pie en el pasillo, con una mirada confundida.

"No era nadie." Dijo Even secamente.

Noto el teléfono que su padre en la mano.

"Sonja está en la línea, quiere hablar contigo." dijo su padre serio. sosteniendo el teléfono hacia Even. El suspiro.

¿Podría este día empeorar?