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-¿Qué pasa? ¿Qué pasó? Castiel, ¿qué pasó? - Sam eataba lleno de preguntas, pero Castiel no podía responderle ninguna. Con lágrimas en los ojos Sam y Charlie dejaron a los cirujanos llevar a Castiel a cirugía. Esperaban que todo terminara bien.

*24 horas antes*

Castiel estaba atormentado por el trabajo de la universidad. Charlie estaba exhausta, Castiel pensó que se durmió en la silla, según ella "estaba relajando los ojos".

Luego de dos horas volvió a su casa y se hizo la cena. Pensó que podía comer en paz por una vez pero sonó la puerta. Maldijo todo en ese momento. Se levantó de mala gana y abrió la puerta solo para encontrar a Sam del otro lado.

-Hola Sam - dijo y acto seguido lo abrazó. Hacía mucho tiempo no lo veía ni hablaba con él - ¿viniste a ver cómo estoy?

-En parte si y en parte no - dijo Sam - vine a presentarte un caso de vampiros. ¿Crees que tienes tiempo?

-Por supuesto - Castiel borró la sonrisa en cuanti Sam dijo vampiro. Se había vuelto frío y en su tono se notaba desprecio y enojo, o por lo menos eso notó Sam.

Castiel tomó su gabardina, agarrando un último macarrón y salió por la puerta hacia el impala, Sam siguiéndolo hasta éste. Se subió en el asiento del copiloto y emprendieron viaje.

-¿Crees que puedo dormir un poco hasta que llegamos? - le preguntó Castiel a Sam.

-Claro, tenemos unas dos horas hasta llegar.

Castiel puso sus dos manos bajo su cabeza sobre la ventanilla, mientras acomodaba su cuerpo a la perfección para dormir.

Era un sueño raro. Estaba en su casa, acostado en su cama. Trató de levantarse pero no pudo. Estaba amarrado a la cama. No tenía idea sobre lo que pasaba. No sabía quién lo había amarrado. Luego de unos minutos apareció alguien frente a él. No podía reconocer bien a esa persona. Esta persona se acercó un poco más y Castiel de inmediato reconoció a Dean, a su Dean. Pero inmediatamente como se dio cuenta que era Dean, supo que había algo raro en él. Se veía completamente terrible. Tenía ojeras, muchas, y la expresión en su rostro demostraba miedo, terror, pero Castiel no entendía nada.

Este Dean, luego de quedarsele mirando como diez minutos, pronunció a duras penas:

-Cas, por favor, ayúdame...

-Dean ¿qué pasa? ¿Cómo puedo ayudarte? Por favor dime - Castiel en este punto comenzó a llorar. No entendía por qué Dean pedía ayuda, o por qué se veía de esa forma.

De inmediato como pensó, Dean desapareció y apareció una sombra que lo veía con una cara maliciosa. Esta sombra se iba acercando a Castiel hasta que finalmente se subió a la cama y se posó encima de la cintura de Cas. Castiel intentaba no mirarlo mientras lloraba por una razón que no entendía.

Por fin se rindió y miró a eso que estaba sobre él. No conocía esa cara pero sabía que era un demonio. Sintió como este le tocaba la cara. Cas le suplicaba que parara, cuando despertó y se dio cuenta que el que tocaba su cara era Sam, ya habían llegado.

-Oye dormilón, ya llegamos al destino - le dijo Sam abriendo la puerta y bajando del vehículo.

-Lo siento, no sabía que iba a dormir tanto.

Cas por fin abrió lo ojos encontrándose en un campo más desierto que el mismísimo desierto de Sahara. A un costado del auto había una casa abandonada. Cas bajó del vehículo y tomó sus armas y la sangre de muerto.

No vamos a hablar de todos los vampiros que Sam y Castiel mataron. No vamos a hablar de como los torturaron. Pero cuando Sam y Castiel estaban a punto de irse se les apareció un demonio.

-Hola guapos - dijo el ente.

-Un demonio - dijo Sam, sin dejar de mirar a aquella cosa infernal.

-El mismo Sammy.

-No me digas Sammy - dijo Sam, muy molesto. Castiel sabía que a él solo le gustaba que Dean le dijera así. Nadie más podía hacerlo - solo Dean me llama así.

-Ay tu hermanito "solo mi hermanito me llama así" - dijo el demonio con tono burlón - por favor, que estúpidos que son.

-¿Qué diablos quieres aquí? - preguntó Castiel.

-Pues tengo novedades para ti... de Dean.

Castiel se ruborizó cuando nombró al rubio. No entendía nada.

-¿Qué tiene Dean? - preguntó Sam.

-Bueno, la última vez que lo vi estaba sirviendole a Lucifer mientras le suplicaba que lo dejara libre.

-Eso no puede ser - dijo Castiel, con las primeras lágrimas brotandole de los ojos.

-Así es mi Cas. Aunque me informan que en estos momentos está siendo torturado por los peores demonios que te puedas imaginar.

-No - dijo Castiel llorando mientras el demonio de fondo decía que si - no puede ser, no puede ser - Sam lo abrazó mientras derramaba algunas lágrimas. Aunque intetara mostrarse fuerte, sabía que su hermano era su debilidad. Dean y Gabriel por supuesto.

-Bueno, mientras lloriquean yo voy a volver a torturar a tu noviecito, no sabes como me gusta - en ese momento Sam le disparó al demonio quien cayó muerto.

-Vámonos Cas.

Continuará...

Sweet Dream (Destiel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora