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El sol comenzaba a salir y Skylar se levantó de la cama con un fuerte dolor en la parte baja del abdomen. Frunció el ceño y se levantó de la cama, logrando que Elijah también se despertara.

—Buenos días. —Dijo él con tranquilidad hasta que algo en las blancas sábanas lo alteró. —¡¿Qué pasó?! —Sonaba nervioso.

—¿Qué? —Miró hacia donde estaban enfocados los ojos del nervioso Elijah. Ahí, entre las blancas sábanas había una gran mancha negra, ambos sabían lo que era. Ella vio hacia atrás, hacia sus pantalones cortos y blancos también manchados de negro. —No puede ser... —Apretó los dientes. Eso solo hizo que Elijah se alterara más, tenía miedo de que estuviera lastimada y no lo hubiera notado.

—¿Qué pasa? —Ya estaba impaciente.

—Llegó. —Buscó en la cómoda más cercana un pantalón nuevo junto a un par de bragas.

—¿Quien llegó? —Elijah se levantó, cada vez más preocupado.

—Andrés.

—¿Quién es Andrés? —Su preocupación cambió a celos, creyendo que trataba de otro hombre.

—El que... Llega cada mes, esos días... Especiales. —No quería decirlo. No estaba acostumbrada a tener que decirle a un hombre de "sus días", solo le hablaba de eso a Logan y aun después de tanto tiempo se le hacía incómodo.

—Habla claro.

—Estoy menstruando. —Al final la palabra salió sola después de ver que Elijah era demasiado elegante para los disfemismos.

—Oh... —Estaba en shock, realmente nunca había tenido que vivir algo así. Todas sus novias o lo escondían, o eran vampiras, o... Estaban embarazadas y después se convirtieron en híbridos. —¿Necesitas algo? —Elijah no era un conocedor del tema, solo conocía lo básico de este por Rebekah, pero eso fue hace más de mil años y después de cambiar prefirió no volver a preguntar.

—No. Descuida, iré a darme un baño y después me encargo de la cama... —Al decir aquello se sonrojó ligeramente.

—Yo me encargo de eso. Tu ve y... Haz lo que tengas que hacer. —Skylar no pudo evitar sonreír por ese gesto tan dulce.

—Gracias, cariño. —Le dio un beso rápido y salió corriendo hacia el baño para que no la vieran. En ese momento agradecía haber sido precavida y haber empacado tampones en la maleta.

Al llegar al baño se quitó las bragas y pantalón ensangrentado, debía esconder todo eso, quemarlo si era necesario para que nadie viera el color de la sangre.

Abrió el agua caliente y entró, suplicando que se le quitara el cólico menstrual que tenía, eso era lo que más detestaba de sus días.

Mientras ella se daba el baño Elijah arrancó las sabanas de la cama, rasgandolas ligeramente; se veía el color de la sangre de Skylar y sabía que debía deshacerse de ellas. Dobló la tela blanca y salió de la habitación sin antes asegurarse de que no había nadie que lo viera. Falló, se encontró con Rebekah, quien lo veía con curiosidad. 

—¿Haciendo limpieza de primavera, hermano? —Preguntó la rubia.

—Skylar tuvo un... Accidente. —Prefirió decirle lo de la menstruación para que no se viera tan raro que el gran vampiro original Elijah Mikaelson estaba cambiando las sábanas de su cama.

—¿Accidente? —La rubia levantó una de sus cejas.

—Uno de sus... Accidentes de mujeres. —Ahora entendía por qué ella le daba largas, era incomodo hablar de ese tema.

Rebekah comenzó a reírse, lo había entendido. Cuando Elijah estaba por seguir su hermana soltó un alarido de ternura.

—Es tierno cuanto la amas... Tanto que la ayudas en sus días difíciles. —Rebekah estaba feliz, era obvio que su hermano estaba enamorado, por otra chica jamás hubiera hecho eso. —Ven. —Le extendió las manos. —Yo te ayudo.

Distraction {Elijah Mikaelson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora