𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟒 | 𝐋𝐀 𝐋𝐔𝐙 𝐀𝐋 𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋 𝐃𝐄𝐋 𝐓𝐔𝐍𝐄𝐋

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Lo había visto en su rostro, estaba lo suficientemente segura para afirmar que Stefan aun amaba a Elena, lo había percibido en su mirada y en la forma que su expresión cambio cuando ella dijo que había visto a Elena.

No era secreto para nadie que incluso mucho tiempo después de su ruptura, Stefan había continuado enamorado de Elena. Ese había sido uno de los principales motivos por los que ninguno de ellos había estado de acuerdo cuando Elena eligió a Damon sobre Stefan ¿cómo elegir al Salvatore que había amenazado sus vidas más de una vez?

Si Bonnie era sincera nunca le había agradado Damon en lo absoluto, el había sido uno de los causantes principales de la muerte de su abuela, todo por su estúpido deseo de traer de regreso a Katherine. Pero luego cuando llego a conocer mejor al vampiro, especialmente cuando ambos se vieron encerrados en el mundo prisión totalmente solos, su opinión con respecto al mayor de los Salvatore había cambiado radicalmente hasta volverlo un amigo muy cercano, igual que lo había sido Stefan para ella, hasta que este mató a Enzo a sangre fría.

Entendía que aquello no había sido intencional, después de todo el menor de los Salvatore se encontraba bajo la influencia de aquella sirena del infierno. Aun así el odio que sintió por él duro bastantes meses después y aunque incluso ahora le guardaba un poco de resentimiento, no había podido ignorar la punzada de preocupación que sintió al escuchar su voz cuando durante la llamada que Caroline le había hecho a ella, este dijo que Elena estaba atrapada en el instituto.

Había sentido el mismo tono de determinación que había usado este otras veces cuando había estado dispuesto a sacrificarse por alguno de ellos y aunque por un momento cruzo por su mente que tal vez se lo estaba imaginando todo, sus sospechas fueron validadas cuando Caroline llego a la armería hecha un mar de lágrimas diciendo que Stefan se quedaría para tratar de convencer a Damon de abandonar el lugar.

Bonnie no sabía si Caroline de verdad había creído eso, era imposible que Stefan siendo como era, se diera por vencido. Si bien era cierto que se estaría quedando por su hermano, ella sospechaba que ese no era el único motivo, debía haber algo más; y si todas sus suposiciones era ciertas, ese motivo de más era Elena.

Justo cuando había llegado a esa conclusión Alaric entro a la armería caminando apresuradamente, su mirada fija en el piso, como si algo lo estuviese torturando por dentro y no quisiera arriesgarse a revelarlo.

—Bonnie, ¿dónde está Caroline?—le pregunto Ric aun evadiendo su mirada, podía notar el nerviosismo que este sentía por la manera en que miraba la pantalla de su teléfono constanteente, incluso podía decir que le temblaban un poco las manos.

—Está arriba ayudando a cambiarse los vestidos a las niñas—contestó la morena, arrastrando su mirada por el rostro de Alaric, analizando cada expresión de este al mínimo.

Bᴀᴄᴋ Tᴏ Tʜᴇ Sᴛᴀʀᴛ (Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora