CAPITULO 11

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Habían pasado exactamente 5 años desde la última vez que vino a Chicago. Aún podía recordar aquel viaje de vacaciones donde se había divertido bastante, y donde conoció a aquella muchacha que por alguna extraña razón en todos estos años no había podido apartar de su mente. Era algo extraño para ser una persona con la que solo había intercambiado unas cuantas palabras, sin embargo esa era la manera en que se sentía ¿la volvería a encontrar nuevamente? no lo podía saber, sin embargo no podía negar que una parte de él lo deseaba.

El sonido de la voz del piloto anunciando su llegada a Chicago lo saco de sus pensamientos, no pudiendo evitar soltar una sonrisa. Ahora estaba oficialmente en el lugar donde empezaría finalmente su vida profesional; aún no podía olvidar la sensación de felicidad que había sentido cuando le anunciaron el lugar donde trabajaría finalmente.

Caminó firmemente hasta llegar a la zona de empaque, donde rápidamente vio su equipaje. Realmente esperaba que este fuera el inicio de algo bueno. Vio su reloj y se dio cuenta que eran exactamente las 9 de la noche -Brad ya debería estar aqui- pensó y para si mismo mientras se dirigía a la salida del aeropuerto.

La luz de la luna le dio la bienvenida,era realmente una noche hermosa. Camino lentamente hacia el exterior, mientras que con ambas manos jalaba sus maletas. No había duda que desde la última vez que había venido el lugar había crecido enormemente.

"Disculpa, ¿me podrías decir la hora?"le pregunto de improviso un hombre desconocido

"Claro... son las nueve y quince" le contesto Stefan al desconocido a la vez que levantaba la mirada de su reloj de mano, sin embargo cuando su mirada choco con la del hombre no pudo evitar sentir una extraña sensación, era como si algo le dijese que no confiara en aquel hombre.

"Muchas gracias" le contesto el hombre sonriendole, sin embargo había algo en su sonrisa que no parecía sincero.

"No hay de que" fue todo lo que le respondió al desconocido, forzando una sonrisa que disimulará su incomodidad frente a la nada bienvenida situación -¿dónde demonios estás Brad?- pensó para si mismo mientras sacaba su celular del bolsillo trasero de su pantalón para disimular estar ocupado en otra cosa.

La sensación de estar siendo observado hizo que levantara la mirada de la pantalla de su teléfono, tratando de buscar quien lo observaba. Luego de buscar a su alrededor por un momento, logro encontrar la fuente de su incomodidad; en un lugar cerca a un teléfono público se encontraba parado el hombre que hace unos instantes le pregunto la hora, este lo observaba disimuladamente de rato en rato mientras hablaba por teléfono.

"Pense que nunca saldrías" dijo una voz a sus espaldas haciendolo voltear rápidamente "por un momento pensé que te fugarias con una de las azafatas y me dejarías plantado aquí esperándote"

"Yo también te extrañe Brad, es bueno verte" le dijo Stefan en un tono alegre mientras se encontraba con la imagen de su amigo quien lo miraba sonriente "Aunque si somos exactos, soy yo quien te estuve esperando aquí afuera por más de veinte minutos"

"Vamos, no es para tanto Stefan, solo fue un pequeño retraso producto del tráfico; ahora pásame una de tus maletas que no queremos que tus hermosas manos se malogren y tus niños se queden sin su querido doctor Salvatore" le dijo Brad en tono bromista, mientras agarraba una de las maletas "no entiendo como aguantas a los niños, sinceramente yo no tendría tu vocación de niñero"

"No es niñero Brad, se dice pediatra" fue todo lo que le contesto Stefan, mientras seguía a su amigo en dirección a la camioneta negra estacionada en el aparcamiento del aeropuerto "veo que te compraste un auto nuevo" dijo Stefan señalando a la camioneta, mientras veía a Brad abrir la maletera.

Bᴀᴄᴋ Tᴏ Tʜᴇ Sᴛᴀʀᴛ (Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora