«SURE»

[TERCERA PARTE]

Jimin

—Joder Jeon, te follaba ahí mismo— susurré para mi mismo observando su musculosa espalda mientras un escalofrío me recorría la espina dorsal.

A paso apresurado salí de la habitación, no quería hacer una locura. Buscaría mi pequeña maleta para ponerme mínimo mi ropa interior ya que le había prestado el único cambio que traía para dormir al pelinegro y me iría a dormir al sofá-cama de la habitación. Antes de siquiera llegar al sofá del salón principal que era donde se hallaba mi maleta fui empotrado contra una de las paredes del pasillo, sentí unas grandes manos posarse en mi cintura y un cálido aliento chocar contra mi nuca.

—Hazlo.

Mi rostro se tornó caliente. No creí que me escucharía, pensé que estaba dormido.

—¿Hacer qué?

—Follame— susurró en mi oído atrapando mi pendiente con su lengua para después agarrarlo con sus dientes y tirar muy suavemente de él.

Dejé escapar un suspiro tembloroso cerrando mis ojos al momento en que puso presión en sus manos acercando mi trasero a su entrepierna, posé ambas manos en la pared apoyándome en ella y por cuenta propia comencé a restregarme contra él disfrutando de aquel excitante roce.

—¿O lo hago yo?— jadeó en mi oreja.

Empujando con mi trasero pude conseguir el espacio suficiente para girarme y quedar cara a cara con él. Sin pensarlo en lo absoluto tomé su rostro con ambas manos y atrapé aquellos labios que tanto había mirado en un fogoso beso, sus manos viajaron desde mis omóplatos hasta mi espalda baja, deteniéndose ahí acercando su cuerpo al mío y gimiendo por lo bajo al sentir nuestras semi-erecciones rozarse, nuestras lenguas se encontraron provocando que un pequeño gemido se escuchara desde mi garganta siendo amortiguado por la boca del contrario. Las manos antes posadas en mi espalda se deslizaron hasta tocar la toalla que aún permanecía en mi cuerpo, sus dedos se colaron entre el borde deshaciendo el insignificante nudo, dejándola caer al suelo. Rompió el beso tirando levemente de mi labio inferior para después posar los suyos en mi cuello, dejando ahí un par de besos, mordió suavemente y succionó para después pasar su lengua por la zona dañada la cual mas tarde se tornaría a un color más llamativo.

Comenzó a descender repartiendo castos besos por mi pecho mientras yo luchaba por mantener el suficiente oxígeno en mis pulmones. Un sonoro jadeo que sonó más bien como llanto se hizo escuchar al sentir su lengua acariciar la piel de mi pelvis, dirigí mi vista hacia abajo topándome con una escena de lo más erótica; un sexy castaño, de cuclillas tomando entre sus grandes manos mi dolorosa erección empezando a acariciar el glande con su pulgar, jugando con el líquido pre-seminal en él, esparciéndolo a su paso y sacándome más de un gemido, mirando en mi dirección y mostrando una sensual sonrisa de lado antes de relamer sus labios para después comenzar a deslizar su lengua desde la base, haciendo su camino hasta la punta. Por instinto posé una de mis manos en su cabeza, hundiendo mis dedos en su castaña cabellera al momento en que metió por completo mi miembro a su caliente boca. Cerré mis ojos dejando descansar mi cabeza en la pared, mordiendo mi labio para evitar saliesen mis gemidos.
Un conocido calambre se extendió por mi cuerpo concentrándose en la zona inferior de mi abdomen anunciando que pronto me vendría, apreté inconscientemente la cabellera del castaño entre mis dedos y al parecer entendió pues hizo sus movimientos más rápidos, ahuecando sus mejillas dejándome al borde de la locura, poco después dejé escapar un ronco gemido junto a mi liberación, me temblaron las piernas al sentir un par de lamidas más a mi sensible glande. Jeon se puso de pie con una sonrisa coqueta plasmada en su rostro mientras yo luchaba por recuperar el oxígeno faltante, sin darme tiempo a nada, tomó mi mentón con sus dedos acercándome a él, dando inicio a otro necesitado beso, obligándome a probar los residuos de mi propia esencia que aún permanecían en su boca, pues se había tragado todo.