La Mentira | Chrisberto Fanfic | #BitAwards2017

Capitulo 9

Capitulo 9

—Yo os digo una cosa... como youtuber y como persona no os recomiendo subirse a la estampida cuando tengáis ganas de mear... — Alberto explicaba a la cámara mientras Christian finalizaba la llamada con David para poder reunirse todos y disfrutar de las atracciones.

Villanueva contemplaba los gestos tan graciosos que hacía su novio frente a cámara, y después de hacer el gilipollas junto a él ambos se dirigieron a la montaña rusa donde habían quedado para reunirse todos. Disfrutaron del lugar, divirtiéndose como niños, degustando una rica comida, pasando juntos el día como si solamente fueran amigos, y en los momentos donde tenían privacidad se robaban un par de besos.

Regresaron todos a sus respectivas habitaciones para arreglarse e ir al bar del hotel. Alberto estaba muy feliz con todo lo que estaba pasando y viviendo a su alrededor, asi que tomó la cámara y expresó todo lo que sentía con respecto a su canal, pero también todo lo que sentía con respecto a su relación.

— También tengo que anunciar algo... pero me da miedo hacerlo... — rió nerviosamente, sabía que esa parte del clip nunca la subiría, pero algo en él le daba pena admitirlo en voz alta. — Tengo que decir que empecé una relación con Christian... sé que muchos a la mejor y ya lo habían adivinado pero... no sé qué pensar sobre esto. Lo quiero y lo estimo mucho... pero aun no estoy seguro de lo que siento — hizo una pausa para tomar aire... además de valor. — Tengo miedo de no llegar a corresponderle con la misma intensidad... porque estoy seguro de que quiero acostarme con él pero no sé si lo que siento es... amor como tal. Tengo miedo de herirlo, pero esta mentira la construí y la moldeé a mi gusto, echarme para a tras a esta altura es la peor decisión. Pero tampoco quiero estropearlo... porque estoy sintiendo cosas extrañas que usualmente sentiría por una chica... no es como si a él lo comparara con una chica, porque lo que más me gusta de Chris es lo hombre que es pero... — y de repente pensó en los besos, abrazos y caricias que había compartido con su novio, haciendo una pausa larga en el vídeo que grababa la cámara. — Siento que me estoy enamorando... y me da miedo que Chris alguna vez descubra que al principio, cuando lo miraba a los ojos y le decía que le quiero... en esos momentos estaba mintiendo, aunque ahora ya no lo haga, o al menos no tanto... —. Terminó el vídeo en ese momento pues no sabía que tanto podía seguir hablando, se prometió borrar esa parte en cuanto pudiera editarlo y se dio una ducha.

Todos fueron al bar, donde compartieron un par de cervezas y jugaron al billar. Alberto grabó un par de cosas para el vídeo que tenía en mente y, después de un par de tragos, siguió divirtiéndose con sus amigos. La noche transcurrió entre un par de rondas de billar, bromas cerca de la alberca del hotel que terminaron en chapuzones por parte de Christian y Alberto, y finalmente en una cena donde hablaron de temas triviales de la vida, sin quitar el hecho de que la cámara de Alberto había capturado una broma con su novio, tomándose de las manos y diciendo que su shippeo era real.

El tiempo pasó rápido, y para cuando dio la media noche todos se marcharon a dormir ya que al día siguiente todos regresarían a sus hogares. Christian y Alberto fueron los últimos en subir, ambos con algo de alcohol corriendo en sus venas, ligeramente mareados pero más despiertos que nunca. Villanueva acompañó a su novio a su habitación.

— La pasamos bien estos días... — comentó Christian.

— Lástima que termine tan rápido... hubiera querido pasar más días aquí, contigo... — Alberto sonrió al ver las mejillas sonrojadas de Christian.

— Ya me voy a dormir, te veo mañana... — besó los labios de Alfaro y se disponía a ir a su habitación, pero algo en él hizo que se detuviera antes de que su novio le llamara.

— Espera... — dijo Alberto tomando la muñeca de Christian. — No te vayas, aun no te doy tu regalo de cumpleaños—.

— Pero fue ayer mi cumpleaños — dijo sin entender el doble sentido hasta después de unos segundos. — Espera... ¿Qué quieres hacer? — preguntó Villanueva.