3

1.2K 29 5
                                    

Ya van dos horas de viaje y mi estómago pide comida, busco con la mirada a alguna de las azafatas.  Levanto mis manos al aire haciendo unas señas, observo como el bombón irritable se acerca a mi. 

- ¿Desea algo?

- A ti, pero estás trabajando. 

- Habló en serio- dice frustrada. 

- Yo también lo hago. 

- Entonces, ¿no desea nada? 

- Sí, bombón de chocolate- levantó mis cejas insinuando. 

- Eso no está en el menú. 

- Está bien, entonces...

- Dígame. 

- ¿Decirle qué?

- Lo que me quiere decir.

- ¿Y qué le quiero decir?- consultó, luego coloco mis audífonos y veo como la azafata camina acariciando sus sienes. 

AZAFATA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora