•Brissa•
-¿Qué ocurre?- mi voz sonaba preocupada, y ¿Cómo no estarlo? Es demasiado extraño que Jeadin se comporte así, estoy segura de que nunca había visto su mirada tan, extraordinariamente, fría.
-Bueno...- un sonido molesto y constante, proveniente de la carretera que estaba a unos cuantos metros de este árbol fue emitido luego de uno estruendoso, parecía un automóvil se hubiera chocado con otro y que el que fue chocado le estuviera sonando la alarma. -Creo que será mejor que me sigas.- dijo con cierta amargura en su voz.
-Tengo clase- dije, certera, y era verdad, entraría a clase en unos cinco minutos aproximadamente, y si, soy ese tipo de persona que se siente mal cuando falta a clase sin una razón lo suficientemente buena.
-No me importa- responde, de nuevo, con esos ojos que, si les fuera posible, cortarían todo a su paso. Jeadin me toma del brazo y se tira por el, medianamente, alto espacio entre «el pasillo» y el suelo.
Salimos rodeando el campus, íbamos corriendo, todos los que nos veían pasar parecían confundidos ya que, de no ser porque sea realmente necesario, Jeadin no corre en la escuela; pero todo tiene una primera vez y al parecer, todos pensaban lo mismo.
Llegamos a la entrada de la institución.
-¿Para dónde creen que van?- dijo el guardia de la entrada, Adrián, que lástima que Jeadin me haya hecho la seña de «neutralizar», creo que hasta a mí me dolió haber usado mis poderes para tener que dormirlo.
Salimos de la institución, deshaciendo lo que llevamos a cabo anteriormente, claro está, borrando la memoria del pobre señor.
Ahora si, podrá decir que no se acuerda de qué desayunó... Con todo derecho.
Llegamos al parqueadero donde estaba mi camioneta y a unos dos espacios atrás estaba ubicado el Audi sr7 rojo de Jeadin. El sonidito de que los seguros estaban desbloqueados hizo que, por inercia, abriera el auto.
Me siento en el lado del copiloto, Jeadin no tarda demasiado en subir de igual manera, en el lado opuesto, y encender el auto.
La verdad, no sé a dónde nos dirigimos, pero para eso existen las preguntas ¿No?-¿A dónde vamos?- esperen, ¿de dónde saqué esa voz tan infantil?
-Ah, emm... la verdad, no lo sé- vale, en este caso ya no sirven las preguntas.
Andamos un buen rato hasta llegar a un prado, estábamos casi a las afueras de la ciudad, reviso la hora en mi teléfono 12:07m.
A esta hora están en descanso... Seguro Obed me está buscando, o tal vez no.
Bajamos del auto, la tarde era cálida, admito que me gusta bastante, aunque hoy no me puse bloqueador solar, espero eso no tenga consecuencias.
-Okay, mira, te diré lo que sé.- Jeadin se veía nervioso, y el tener la mirada baja y la mano en la parte trasera de la nuca no reflejaban lo contrario.- Hay... un Anti-Nunca suelto.- siento como todo mi cuerpo se tensa ante sus palabras, un Anti-Nunca cerca, además de Jeadin, es algo muy peligroso; y sí, yo había descubierto que Jeadin es un Anti-Nunca hace poco, (aunque por obvias razones no le gusta que lo llamen así) y también me enteré de que él fue el único Anti-Nunca que quedó con vida al tener poderes, pero eso es otra historia.
-¿Tienes sus datos?
-No exactamente, pero tengo sospechas- asentí para que siguiera hablando- bueno, mi primera opción es Obed O'Hioren, ya que, bueno, hasta ahora llegó a la escuela; pero la verdad no estoy seguro de su edad, ya sabes, hasta que no cumpla 17...- se calló por un momento, como si tuviera algo que no le cuadrara- y mi segunda opción es...
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Never Become (ES)
FantasyDos mundos que están por perderlo todo, hay pocos quienes puedan salvarlos. Una de ellos es Brissa, heredera al trono del pueblo perdido, querrá ayudar, pero todo será en contra de lo que pensaba, perdiendo personas importantes y revelando ante sus...