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Viktor Nikiforov es el tipo de novio que pasaría más tiempo con Yuuri que contigo, inconscientemente.

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—Hola, Chris — saludé a mi amigo al verlo pasar por el pasillo del hotel—. Tú... ¿has visto a Viktor?

—Si, estaba en la pista. Creo que practica con Yuuri —contestó con su típica sonrisa. Inmediatamente al decir eso, mi vista se nubló y parpadee para evitar ponerme a llorar como una tonta—. Hey, hey, hey, no llores —me pidió mientras me daba un fuerte abrazo.

—Tres años, Chris, tres años—espeté molesta mientras mis lagrimas salían sin permiso.

—¿Un año? No me digas que... ¿hoy es su aniversario? 

—Él nunca lo había olvidado antes, pero parece ignorarme más ahora que conoció a Katsuki.

Me separé de él para secarme el rostro. Christophe extendió sus brazos para que usara sus mangas, ante esto reí levemente.

—Prefiero verte así, no llorando —me dijo con ternura. 

—Perdón, es que de verdad me duele.—Una vez que dije eso ambos nos quedamos en un horrible silencio que solo servía para deprimirme más.— Creo que volveré a Roma.

—¿Qué? No, por supuesto que no —replicó y empezó a decir no repetidas veces.   

—Ya lo decidí, Chris. Me iré a otro hotel esta noche y mañana veré si hay un vuelo a Italia—expliqué con dificultad por el nudo que se estaba formando en mi garganta.

—No puedo hacer nada, ¿cierto? —Yo negué en silencio.— Está bien, creo que está bien.

No pude soportarlo y me lancé a abrazarlo otra vez, lo extrañaría demasiado.

—Te extrañaré, pequeña.  

—Yo mucho más, gigante .

Esa misma noche me fui del hotel, Chris e había hecho el favor de reservarme una habitación en otro cercano. Le rogué que no le dijera nada a Viktor, no soportaría verlo, no ahora. Tuve la suerte de no encontrarme con el ruso en mi inesperada huida del hotel, tal vez estuviera muy ocupado con el japones ese.

Al siguiente día fui al aeropuerto, a media noche había entrado a la pagina web de reservaciones de boletos, con lagrimas en los ojos, y había comprado un boleto de ida hasta Roma. Chris y J.J me acompañaron para despedirse. Los obligué a ambos a no decirle absolutamente nada a Viktor, desconfiaba un poco de la habilidad de J.J para mantener la boca cerrada.

Viktor.

—Valerie, ya llegué —gritó a la vez que cerraba la puerta de la habitación—. ¿Amor?

Nada. Todo estaba sumido en un silencio desesperante. Caminó hasta el balcón para buscarla, pero no estaba ahí, ni en el baño, ni en ninguna parte.

Las lagrimas empezaron a acumularse en sus ojos cuando, al abrir el closet, no había rastro de su ropa.

—No, no, no, no, no. ¡No!  —empezó a murmurar mientras jalaba la punta de su cabello y se fueron volviendo gritos. 

En ese mismo momento, una castaña se encontraba llorando igualmente en un hotel diferente.

Entonces, en la mente del rusa se encendió una bombilla que lo hizo sentirse la peor persona en el mundo. Ese día era su tercer aniversario y lo había olvidado por completo. Empezó a romper todo lo que estaba en la habitación, se sentía un idiota, quería golpearse a si mismo hasta que ella volviera.

Afuera de la habitación se encontraban los otros patinadores, consternado y asustados por los gritos que provenían del otro lado de la puerta. El único que sabía la razón era Chris, él acababa de volver de dejar a su amiga en otro hotel.

—Viktor —lo llamó con un hilo de voz Yuuri.

—¡Vitya, abre la puerta! —gritó el joven ruso dando fuertes golpes a la puerta. Todos escucharon un rotundo No de parte de Viktor— ¡Si no lo haces, tiraremos la puerta!

Esperaron unos momento hasta que escucharon el sonido de un cristal estallar.

—Tira la puerta—pidió Chris en tono calmado a Otabek, era quien parecía saber hacerlo.

El kazajo dudó unos segundos antes de pegar una patada a la puerta, rompiendo la cerradura. Al entrar vieron al ruso tirado en el suelo, llorando incontrolablemente, aunque la habitación no estaba mejor; había roto un espejo que debía estar pegado a la pared, estrelló contra el suelo los adornos de las mesas y sus nudillos se encontraban con algunas cortadas.

—Ella se fue, me dejó. Se fue, se fue, se fue—sollozaba fuertemente.  

Nos leemos luego

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Nos leemos luego.

Yuri!!! On Ice type of boyfriend Donde viven las historias. Descúbrelo ahora