IV

436 38 9
                                    

Alexandra entró al hospital, el atardecer iluminaba el cielo en tonos rojos y dorados, su paso era veloz en e los pasillos del lugar, siguiendo a la doctora sin escucharla apenas, su corazón late con fuerza mientras se aproximan a la habitación.

-El señor Torrijos despertó por la mañana-. Menciona la doctora mientras una tablet con el expediente abierto.-Intentamos contactarla pero no atendía el teléfono-. Se quejó un poco la doctora mirándola por el rabillo del ojo, sin dejar de analizar el expediente.
-Lo se-. Dice sin apenas voz. La doctora dobla por un pasillo y se encamina a una puerta, la cual ya conoce.
-Se encontrará en observación durante unos días mas, es necesario realizar algunos otros estudios ahora que se encuentra consiente para descartar algún tipo de daño-. La doctora se quitó los lentes antes de abrir la puerta.
-Esta bien-. Sus ojos dejan ver algo de preocupación.
-La visita termina a las 9, no es necesario que se quede durante la noche-. Abre la puerta dejándola entrar en la habitación.
-Gracias-.

Alex entra cerrando la puerta tras de si, puede escuchar el ruido del televisor a un volumen bajo y un denso goteo. Camina unos pasos más y puede verlo en la camilla recostado, en las manos tenia una gelatina roja de la que apenas come mientras ve una caricatura. Su cabeza tiene una venda que le da vueltas por la frente y la nuca, sus ojos se encuentran un poco amoratados pero los mantiene fijos en la pantalla, dejando salir una tierna sonrisa ante un capitulo de Saint Seya.

-Hola feo-. Le dice mientras llega a su lado y le besa los labios suavemente.
-Hola, amor.-. Su voz suena un poco ronca debido a la sonda, pero la mira con ternura en los ojos y una sonrisa en sus labios.
-Siento llegar a esta hora, pero la enfermera me dio unas pastillas y me tumbaron hasta hace unas horas-. Se disculpó Alexandra mientras se acomodaba a su lado en la cama.
-Mejor así amor, necesitaba un buen baño y la sexy enfermera me ayudó con eso-. Menciona aguantando una risita, mientras observa la batalla que se emite por televisión.
-Clarita es un amor, nos ha cuidado desde que llegaste; fue ella quien me dio las pastillas para que descansara-. Se acurruca junto a él, quien alterna la mirada entre la pantalla y Alexandra.

Se quedaron un momento más en silencio, solo viendo el programa de televisión, donde el héroe luchaba contra un caballero con armadura dorada, no usa casco y su cabello azul celeste brilla contra el fondo oscuro, sus labios rosados le dan una apariencia bella pero su comportamiento es brutal. Durante la batalla, las rosas comienzan a cubrir la escena, rojas en su mayoría; Alex apenas voltea a la pantalla cuando aparece una rosa blanca sangrando clavada en el pecho de uno de los personajes, entierra sus ojos en el pecho de su novio.

-Oye, ¿estas bien?-. Pregunta Alonso al sentir a Alexandra.
-Si, solo… cámbiale, n-no me gusta esa caricatura-. Sin despegar su rostro intenta abrazarlo un poco. Él la abraza y la siente estremecerse entre sus brazos sin entender muy bien a lo que le teme. El programa ha terminado y apaga la televisión.
-Ya termino, amor. ¿Estas bien?-. La siente temblar bajo sus brazos, no la había visto así antes.
-No…no estoy bien. Temo que algo te pase y que sea mi culpa-. El llanto comienza a salir de forma espesa y lenta mientras se separa un poco de él para mirarlo a los ojos.
-No, no, no amor, nada de esto es tu culpa. Fue un mero accidente pero mira, me encuentro bien, solo un chichón y unos cuantos rasguños, pero nada más-.  Alex lo abraza un poco mas fuerte causándole un poco de dolor.- Esta bien, creo que son unos cuantos moretones también, pero nada grave-. Ambos ríen y el ambiente se relaja un poco.

Alex se limpia las lágrimas y sonríe para su novio, su luz dentro de la oscuridad. Se sirve un poco de agua en un vaso y lo bebe mientras lo mira a los ojos, quien la observa un tanto divertido.

Al final del tunel (Solo En La Oscuridad 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora