La madre de JJ se removió en el asiento fuera de la habitación de su primogénito presa de una gran agitación, solo gracias a la firme mano de su esposo había conseguido resistirse al impulso de entrar para intentar socorrer a su hijo, que a todas luces estaba sufriendo.-Déjalos Natalie, JJ estará bien, solo dale algo de tiempo, lo necesita.-la mujer se mordió el labio inferior, angustiada. Pero confiaba en su esposo ciegamente y aunque él no le había contado con detalle lo que había ocurrido en la ambulancia mientras trasladaban a JJ al hospital desde la pista, tenía la certeza de que Alan Leroy velaría con fiereza por la felicidad de sus hijos, especialmente por JJ, por quien se habían sentido tan preocupados, al descubrir el reciente término de su compromiso.
Cuando John Pride reviso el reporte imagenológico de la resonancia magnética de JJ pudo comprobar que aquel episodio no había sido nada más que una crisis conversiva, se alegró de haber tomado precauciones extras a fin de descartar cualquier patología posible y redacto el alta hospitalaria con celeridad. Le comunico las buenas nuevas a los adres de JJ quienes le entregaron una mochila con un cambio de ropa completo para Jacques, cuando entro en la habitación se encontró con los dos jóvenes que la ocupaban recostados, uno en la cama, otro en el sofá, ambos mirándose tranquilamente y en silencio, JJ mostraba signos de haber llorado, mientras que el joven extranjero tenia pinta de estar muy cansado.
El medico suspiro y se recordó a si mismo con paciencia que la única razón por la que seguía metido en aquellos dramas era porque necesitaba el dinero, tenía una familia que mantener.-Buenos días JJ- le saludo con actitud Jovial, después de todo aunque lo metía en demasiados problemas sentía un sincero aprecio por el patinador.- las buenas noticias son que tu cabeza está perfectamente bien.- le declaro triunfal al momento que amanecía.- a excepción de la herida en tu frente.- se encogió de hombros antes de retirar las gasas que cubrían la herida para poder revisarla, todo parecía ir marchando bien, cambio los apósitos por unos nuevos esta vez más discretos.- solo necesitas esperar 7 días antes que te retire los puntos.- carraspeo entregándole la mochila con sus cosas.
-Déjame quitarte la venoclisis, y podrás cambiarte.-mientras John realizaba su labor con precisión y agilidad, JJ decidió desviar la mirada Mientras Otabek se incorporaba y le ponía una mano sobre el hombro derecho a modo de apoyo, mas JJ no pudo resistirse a darle un intrépido beso en el dorso de la mano, dejando al héroe casi sin respiración. JJ le obsequio una sonrisa traviesa y somnolienta.
-Tranquilos niños, los ansiolíticos tardaran un rato en salir de tu sistema JJ si quieres puedes dormir hasta que se te quite el sueño.-JJ se sonrojo antes de mirar a Otabek de reojo. -Pero tengo hambre John.-El médico le sonrió divertido, pues a sus ojos aquel muchacho nunca dejaría de ser un niño grande. Presiono la parte interna del codo de JJ con firmeza un poco preocupado de que la sangre no parara de salir.-Te tengo una tarea JJ, pon atención porque no quiero que te olvides de ella.-JJ asintió dejándose caer en la cama,-Necesitas comer ensalada.-JJ torció la boca en un gracioso mohín que le daba una apariencia aún más infantil de lo habitual.-¿Ensalada? No me gusta.- refunfuño con una vocecilla extraña.-John rio- Son los ansiolíticos hablando.- le guiño el ojo derecho a Otabek.-No te pido que eso sea lo único que comas, pero me gustaría que trataras de incluir una porción grande de verduras de hojas verdes, como lechuga, espinacas o Cale al menos una vez al día.- le indico más al Kazajo que al mismo JJ, Otabek asintió serio.-Le aseguro que la comerá, así tenga que dársela en la boca.- aseveró.
-Perfecto, no cabe duda que los buenos amigos son una bendición.-aplaudió un par de veces intentando espabilar a JJ a quien la frase buenos amigos había dejado embobado mirando a Otabek notoriamente sonrojado. -Ahora te dejo solo para que te cambies JJ, arreglare el resto con tus padres, no te demores.-
Otabek miro la pantalla del móvil para comprobar el enorme número de mensajes que tenía en la bandeja de entrada, no sin cierta sorpresa comprobó que el remitente de tan insistentes mensajes era ni más ni menos que Yuri Plisetsky.
El Kazajo carraspeo sonrojado al notar que el canadiense comenzaba a quitarse la bata de hospital dejando su trabajado cuerpo completamente descubierto, y aunque para JJ era habitual mostrarse en público sin pudor, provoco que al otro se le secara la boca y le temblaran las piernas. –JJ yo también saldré para darte privacidad.- Le anuncio con apenas un hilo de voz.-Espera Otabek.- le detuvo y al voltear Otabek comprobó que la parte del cuello de la ajustada bata seguía amarrada impidiendo que el otro pudiese terminar de desvestirse. El héroe sonrió involuntariamente al comprobar la torpeza de aquel Rey, así que volvió sobre sus pasos mirando el cuerpo descubierto de JJ con minuciosa atención. A llegar hasta la espalda de JJ le insto a bajar los brazos mientras le ayudaba a recolocarse la bata, JJ le miro rojo hasta las orejas.-Debes pensar que soy un imbécil torpe e inútil.- le soltó tan avergonzado que sentía que se moriría.-Otabek le sonrió con suavidad, quizás la primer sonrisa que dejaba que el otro viera.-Jamás podría pensar tal cosa-suspiro-creo que en el fondo siempre te he admirado.-Los ojos de JJ se rasaron en lágrimas mientras se abrazaba a Otabek escondiendo su rostro contra su pecho.-¿Estás seguro, que esto no es un sueño?.-El kazajo le puso las manos sobre los hombros dándole un leve masaje tratando de relajarlo.-Estoy muy seguro JJ.-su corazón dio un vuelco, y comprobó que de algún modo era cierto, ese era tal vez el acto más valiente que hubiese realizado en toda su vida y se sentía seguro, a su lado-Entonces debe ser un milagro.-le dijo JJ animándose a mirarlo con intensidad e incapaz de dejar de sonreír con toda la encantadora amplitud que sus músculos le permitían.
Continuara..
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Espíritu Libre.
RomanceEra extraño como podía desconcentrarse solo de pensar en él, perdía la concentración, el habla y sospechaba que muy pronto también la razón.