CAPÍTULO: 24

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Ruedo la botella por vigésima séptima vez y me sorprendo al tener los movimientos contados. Quizá el tiempo me ha enseñado a contar cada segundo por el simple hecho de temer a cuanto dure la felicidad, porque la felicidad no es infinita.

Le doy otra rodada y cuenta la vigésima octava vez.

–Piensas abrirla o qué –resuena la voz de alguien en el gran salón.

–Pensaba en darle un sorbo y maldecir por la fecha de vencimiento –respondo y le dedico una sonrisa de lado.

–Quizá es trabajo para dos. Además, no estaría demás arrojarla hacia un lugar para quitar el estrés.

–Me sorprende tu actitud. ¿Empezará a cambiar más con el tiempo? –cuestiono con diversión y el pelinegro solo me da una sonrisa.

–Es posible –se hace el pensativo–. Depende de cuánto cambie la tuya.

–Creo que eh tomado un sorbo de esta botella, porque no te entiendo –respondo.

–Ni yo tampoco, Suho –comenta con una mueca desconocida para mí en su rostro.

– ¿A qué te refieres? –interrogo sin entender.

–El día ha sido muy pesado, ¿sabes? Pero las conclusiones han sido claras. La curiosidad por saber qué ha sido aquella chica en tu pasado, me tiene acorralado Suho.

–Siempre te has preocupado por mí, Lay. Pero tengo miedo que si tu curiosidad llegue a desaparecer. Tu odio empiece como un globo, hasta que estalle y se vaya volando lejos de mí, como lo ha hecho todo el mundo.

–Comienzo a temer más en lo que puedes estar pasando ahora y como te debes sentir por dentro, que lo que en el pasado hayas dejado.

–Bien, entonces la explicación será larga.

–La noche siempre tendrá lugar para un relato nocturno –suelta con diversión.

–Bien –asiento con incomodidad–. Yixing, ¿conoces qué es el bullying?

El rostro del chico se torna a uno de confusión, pero entonces noto una chispa apagarse en sus ojos. La noche no tendrá tanto tiempo como el que quiero para este relato nocturno.

*-^*-^*-^*-^

Las luces terminan por segarme un poco. Me limito a fregarme los ojos y volver la vista hacia las cámaras. El fondo blanco me causa tranquilidad y me muevo hacia este como dice el director.

Me acomodo con disimulo un poco la tira de la blusa que llevo y me acomodo en otra pose que la voz masculina me vuelve a repetir.

–Bien, con eso acabamos todo. Ya pueden ir a cambiarse chicos –confirma el director y el fotógrafo me guiña un ojo.

No espero mucho y Shawn ya me tiene sujeta de la cintura.

– ¿Debo preguntar por qué te está mirando así desde la primera foto?

–No, creo ya lo tienes todo controlado –afirmo al notar el ceño fruncido del castaño.

–Los chicos y yo pensamos en ir a comer a algún restaurante tradicional. Ya sabes, un poco de comida es lo que nos hace falta en esta larga semana que ha pasado –comenta con una sonrisa.

–Bien, iré a cambiarme y los veo en la salida.

*-^*-^*-^*-^

Cierro a puerta y suspiro al ver que ya todos están dentro.

–Hyung, apúrese que tengo mucha hambre –gruñe Baekhyun y solo asiento para subir también a la camioneta.

Todos se encuentran sentados con normalidad, cosa rara pero me abstengo a hacer preguntas. Mi vista viaja hasta donde el pelinegro, que no ha soltado ni una palabra desde ayer en la noche.

MIREMOS UN MOMENTO AL PASADO (EXO, SUHO Y TÚ) -EN PAUSA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora