Cuando el destino juega sus cartas® (Troy y Sharpey) #InfinityAw2017

Desaparecidas. Voy a encontrarte

Troy y Sharpay fueron del aeropuerto directos al hotel, después de muchas desavenencias habían optado por pasar su luna de miel en Italia. Nada más registrarse y subir a su suite nupcial, Troy cargo a Sharpay en brazos y la llevó hasta la cama, quería disfrutar de su mujer, grabarse todos los detalles de su exquisita belleza en lo más hondo de su alma.

Troy beso con hambre a Sharpay, ávido de sus labios, la rubia rodeo el cuello de su marido para deleitarse de ese beso tan voraz que eso hombre que tenía por esposo le estaba dando.

Se separaron por falta de aire, el ojiazul bajo su mano buscando la suavidad de la piel de su mujer. Sharpay se apartó de Troy como si fuera un resorte.

-¿Qué sucede preciosa?-preguntó Troy alzando una ceja

-Yo bueno podríamos dejarlo aquí. A ver claro que quiero hacerlo pero...-respondió Sharpay

-Entiendo, esta bien. Si no quieres seguir durmamos un poco-dijo Troy comprensivo

-Te amo-

-Te amo-

Troy beso a Sharpay en la frente, después se acomodaron para dormir, estaban algo cansados del viaje, sobre todo la rubia que muy pronto daría a luz a su hijo, Aaron Bolton. Ya tendrían tiempo de visitar cosas mañana, ambos se abrazaron con cuidado de no lastimar al pequeño.

Llevaban dos días visitando Roma, la capital de Italia, estaban por ver la capilla sixtina cuando Sharpay sintió un terrible dolor en el abdomen, Troy estaba preocupado porque no entendía lo que pasaba. La rubia volvió a sentir el mismo dolor minutos después, además se notaba algo mojada, sin demorarse más el ojiazul la llevo al hospital. Cuando los atendieron les informaron que Sharpay estaba de parto y se ocuparon de prepararla para el momento en que diera a luz a su hijo, Troy iba a acompañarla cuando le sonó su teléfono, eran sus padres, rechazo la llamada pero inmediatamente lo hizo su colega Chad. 

-¿Qué pasa Bro?-contestó Troy descolgando el teléfono

-Tienes que volver-inquirió Chad

-Estoy de luna de miel-reprochó Troy molesto

-Lo se de sobra-añadió Chad

-Bueno pues no voy a...-

-Es Alessandra, estuvo muy, muy enferma, ya se recuperó pero tarde porque necesita un trasplante y nadie es compatible-

-¿Qué?-

-Por eso tienes que volver-reclamó Chad

-Mierda-bramó Troy

-Vuelve ya-repitió nuevamente Chad

-No puedo, quiero volver pero no puedo-explicó Troy frustrado

-¿Por qué no?-preguntó Chad

-Sharpay, va a tener a nuestro hijo ya. Quiero volver, Alessandra es mi hermana y debo ayudarla pero Sharpay es mi mujer y quiero estar con ella ahora-Troy cayó de rodillas al suelo-¿Qué debo hacer?-

-Me gustaría ayudarte pero no puedo-comentó Chad

Cortó la llamada, Troy se tiro de los pelos, estaba desesperado, con un conflicto interior que no sabía como iba a resolver. Debía ayudar a su hermana y también estar con Sharpay cuando naciera su hijo. Entonces, ¿qué debía hacer? Se sentía tan confuso que le temblaban las piernas y era como si no pudiera respirar, se sentía tan pequeño.

Fue a junto de Sharpay, aún no había dilatado lo suficiente como para traer a su hijo al mundo y debían esperar, Troy se acercó a la rubia y beso su frente. Sharpay noto que el ojiazul estaba preocupado, como que algo le angustiaba.