Tú...

Mateo

A la mañana siguiente, por fin me sentí en verdad feliz, creo que poco a poco te estoy superando.

Mateo me recogió, y me dijo que ayer hubo un problema con su hermana y por eso se fue temprano y no me contesto el mensaje, y yo que lo aviá llamado desgraciado. Me preocupe y le pregunte que si su hermana se encontraba bien, y dijo que ya estaba mucho mejor.

Le conté lo que me paso ayer en el receso, que le eche la comida encima, luego me empece a carcajear como una foca retrasada, pero no escuche que se reía, lo observe y tenia la mirada seria, Me dijo que se llamaba Melissa ¿como sabia su nombre? ¿por qué me dijo que estuvo mal, si le dije que me disculpe?¿por qué la estaba apoyando? ¿por qué? Y lo peor ¡¿Por qué mi chocolate no está en mi bolso?!

No pregunte nada, y no es que no quisiese, sino que ya aviamos llegado a la universidad y se me asía tarde, salí de la camioneta dando un portazo, y corrí directo a mi clase, justo cuando puse un pie en la entrada de la universidad sonó el timbre, ¡Mierda! A correr sé ha dicho.