HERIDAS

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Las manos de Aspros siempre lo trataban con cariño y dulzura.

Muchas veces había sido castigado por expiar lo entrenamientos de los aprendices y sobre todo, de su hermano.

Las veces que pasaba eso, su hermano era quien curaba sus heridas con sumo cuidado.

Y le gustaba que Aspros lo tratara de esa forma.

Esa noche había llegado al Templo de Géminis con raspones dolorosos y moretones que de seguro se pondrían morados.

La mirada de Aspros estaba llena de sorpresa y preocupación.

Al ver esa mirada sentí una punzada en mi corazón.

No pude mirarlo a los ojos, mi hermano parecía que estaba a punto de romper a llorar.

Pero en lugar de llorar me llevó a la habitación que compartíamos y curo mis heridas con el sumo cuidado que a mi me gustaba.

No sentía dolor, estaba más concentrado en sentir las manos de Aspros sobre mi piel.

Hace tiempo que no buscaban ningún contacto.

Desde que había rechazado besarle, él parecía un poco molesto y yo.... yo simplemente no quería cruzar esa línea.

Pero ¿De que línea se trataba?

La línea de la luz y la sombra.

La línea entre el amor fraternal o....

-yo... estaba preocupado-

La voz de mi hermano sonó temblorosa.

-cuando llegué al Templo de Géminis no estabas, pensé que algo malo te había pasado, te busque en todos lados pero no te encontre ¿Dónde has estado?-

En ese momento su voz se quebro, otra punzada en mi corazón al ver como mi hermano trataba de controlar su llanto que no daba tregua.

¿Qué donde estaba? No sabía si decirle que se había encontrado en la ruinas, entrenando por su cuenta.

Por alguna extraña razón quería mantenerlo en secreto.

Tal vez era por que no quería que Aspros pensara cosas equivocadas.

-snif ¿S-sabes? Snif-

Le mire de forma curiosa. Aspros trataba de controlar su llanto para poder hablar.

-tube snif un sueño muy extraño don snif snif conocí a un snif homb-bre-

Fue lo único que me dijo, ya no podía controlar el llanto.

Lo abrace queriendo consolarlo.

Desde ese día no volví a tenerlo entre mis brazos.

Desde ese día nos distanciamos.

Desde ese día una herida interna se formo en mí.

Solo que Aspros no parecía querer curarme.

Hermosos momentos (Saint Seiya: Lost Canvas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora