Hermosos momentos (Saint Seiya: Lost Canvas)

DISTANCIA

Nos habiamos distanciado.

Desde aquella noche, Aspros ya no me dirigía la palabra.

Desde aquella noche donde yo había regresado al Templo de Géminis lleno de rasguños y moretones.

Desde aquella noche donde él había roto en un llanto incontrolabre.

Él simplemente comenzó a alejarse de mi lado.

Aspros me ignoraba.

Aspros me rechazaba.

Yo ya no podía soportar esta situación.

Extrañaba tanto nuestras platicas aburridas.

Extrañaba tanto que siempre estubiera al pendiente de mi.

Extrañaba nuestras cercanías más alla de lo fraternal.

Y me arrepentía de no haber cruzado la línea.

Por que cruzar esa línea era algo que yo deseaba y siempre anhele.

Solte un suspiro lleno de frustración mientras veía la espalda de Aspros.

Él se encontraba sentado en su lado de la cama mirando un punto inexistente.

Pensativo.

Ignorando mi existencia.

-¿He hecho algo que te molestara?-

Esas palabras escaparon de mi boca, llenas de dolor y buscando una respuesta.

Esperando que llegara.

Aspros volteo su cuerpo para quedar frente a mí.

Sus ojos mostraban frialdad.

En esos ojos ya no había dulzura.

No entendía ¿En que momento su hermano había comenzado a cambiar?

-lo siento-

Después de tantos meses, al fin me dirigía la palabra.

Mi mirada fue una de desconcierto total.

¿Qué significaba esa disculpa tan vacía?

Yo no queria esa respuesta.

No me gusto esa respuesta.

Fue por eso que en un arranque de impulsividad sujete con firmeza sus caderas y lo atraje a mi.

Nuestros rostros habían quedado tan cercas que podíamos sentir la respiración del otro.

Podía aprecar su precioso rostro a la perfección.

Sus ojos vidriosos y sus mejillas rojas.

Sin duda, el pensar así de mi gemelo me hacía sentir un narcisista.

Pero eso no importaba ahora.

Quiero cruzar la línea.

Me acerque inseguro a él, el sonrojo en Aspros aumento y mis mejillas parecían arder.

Hace tiempo me había negado a besarle, había controlado mis deseos, pero hoy no lo haría.

Hoy me dejaría llevar, pues en este momento no podía controlar mis acciones.

Nos acercamos hasta que pudimos sentirnos.

Sus labios eran suaves.