we found us | kihyun & minhyuk

11 | besos

" cause there's no guarantee that this life is easy"

— ¿Quieres hacerlo ahora?

Me besaba los labios con rapidez y yo tenía mis manos sosteniendo su cadera pegándolo más a mí pero yo no me movía y eso no le importaba, sólo dejaba que me besara y yo le seguía el juego.

Habíamos estado saliendo desde hace unos meses ya y era como vivir de nuevo, nuestra relación es la envidia de la facultad, la gente siempre dice que nos vemos muy bien juntos y que encajamos muy bien. Podría afirmarlo, aunque él es muy popular y yo sólo soy conocido por ser su novio, no había hecho nada relevante anteriormente — más que hacer bellos cuadros y poesía — como para ser considerado alguien importante/interesante, pero estaba bien con ello, no necesitaba tener la atención de nadie que no fuera él.

Tenía sus manos en mi cabello y yo las mías debajo de su camisa color blanco, estábamos de pie recargados en la pared de la esquina de su recámara, no había ruido, sólo el sonido de nuestros labios moviéndose.

— ¿Estás seguro que Jun no va a entrar?

— Te dije ya que le he puesto el seguro a la puerta, no van a interrumpirnos esta vez.

Se acercó a besarme de nuevo pero lo corté otra vez.

— ¿Qué? ¿Estás nervioso? — mi novio sonrió de forma traviesa para burlarse de mí.

— No, es sólo que me da pendiente que alguien pueda interrumpir.

— Jun dijo que iba a volver hasta mañana que no lo esperase, si Jun no va a interrumpir ¿Quién más podría hacerlo?

— Jisoo o uno de esos.

— Tonterías, ni siquiera vive en este edificio. ¿Podemos volver en lo que estábamos?

Me jaló hacia la cama para subirse en mí y comenzar a besar mi cuello lentamente, al hacer la cabeza hacia atrás miré la repisa que estaba encima de mí.

— Que es esa mieeeeerda — me reí inesperadamente.

— ¿Ahora qu--- ¡AHH! — se levantó y trató de tapar lo que había visto.

— Eres un asqueroso — me empecé a reír al ver a mi novio sonrojado.

— Eso no es mío, se los estoy guardando a Hyungwon, ¡Te lo juro!

— No no, eres un pervertido asqueroso... ya me voy, se me han quitado las ganas.

— Lo mismo que hay en esas revistas es lo mismo que podemos hacer ahora, no te hagas el santo.

— Sigues siendo un sucio de todas formas — me reía aún y el me lanzó una almohada.

Al final no hicimos nada y sólo nos quedamos abrazados hasta que uno de los dos se quedó dormido.

Mi novio estudia fotografía y yo artes visuales. Lo había conocido en una clase en la que teníamos que hacer un retrato de un modelo que es elegido al azar, y ese modelo era él. El color de su cabello combinaba a la perfección con su tono de piel y sus ojos claros.

Una vez después de clase me dijo que lo siguiera a un lugar, terminó diciéndome que le interesaba muchísimo, lo dudé un poco porque no tenía planes de pasar el rato pensando en alguien más pero era claro que necesitaba una musa para que mis trabajos tuviesen sentido, así que acepté su invitación para conocernos mejor y por segunda vez alguien logró entrar en mi pequeño corazón color gris que tanto había estado protegiendo desde aquellos dos años que han pasado ya.

— Jeonghan, vamos a llegar tarde a clase, déjalo ir ya — dijo Hyungwon jalándolo del pelo levemente.

— Vamos a vernos después de tu clase de dibujo, ¿verdad?

— por supuesto, no preguntes.

— te quiero, gris

— te quiero, rosa

— que asco, ya vámonos

Hyungwon es su mejor amigo, él estudia modelaje y le gustan las revistas para adultos.

Habían pasado dos años desde que dejé de ser un idiota, me prometí a mí mismo que no iba a dejar que alguien más me afectase ni tampoco iba a depender de otra persona, había tenido suficientes burlas durante todos esos años y no quería que eso me pasara en la facultad, tengo veinte años ya, el Minhyuk tonto que tenía dieciséis años del cual todos hacían lo que querían con él se había quedado en los pasillos de la preparatoria.

Estaba viviendo en la misma ciudad pero la facultad estaba al otro extremo de Seúl, así no tendría que encontrarme a nadie de la preparatoria por casualidad, ni tendría que preocuparme a que castaños entrometidos aparecieran de la nada en el aula de detención.

Aunque para ser sincero, a veces pensaba en él.

Desde aquel día no volvimos a hablar, el día que prefirió a su novio maltratador ante mis sinceras palabras y sentimientos que nunca más pude recuperar, porque ahora solo quedaban en el pasado

y ahí iban a quedarse.